La multifacética carrera de la diseñadora Daniela Bustamante no sólo impresiona, sino también entusiasma. Desde su labor como estilista vistiendo a los nominadxs chilenxs en los Oscar 2021 hasta las decenas de apariciones en medios nacionales e internacionales, gracias a su marca homónima de indumentaria, son prueba de su talento y profesionalismo. Hoy conoceremos parte de su trayectoria y nos sumergiremos en su universo creativo, cuyo astro luz es la ética y sustentabilidad por partes iguales. Te invito a revisar nuestra conversación con esta creativa chilena.
Daniela cuenta que la creación de su marca homónima fue el resultado natural de un camino en el que no se saltó ningún paso. Ello, porque desde que partió sus estudios universitarios de diseño, realizó muchas prácticas, producciones de moda, fue operaria, asistente e incluso trabajó en el retail, donde se desempeñó por un tiempo largo como free lance.
Ese recorrido le permitió explorar diferentes áreas de la moda y darse cuenta que su vocación no iba por el trabajo asalariado, sino por la independencia. Asimismo ninguno de esos espacios coincidía con los valores y conceptos con los que ella comulgaba, es decir, la sustentabilidad, el pago justo, la calidad de la telas.
Sin embargo, confiesa que le quedó un lugar en carpeta: "hubiera sido mi sueño trabajar con Rubén Campos. Me hubiera encantado, porque creo que la moda chilena le debe mucho a él. Era alguien que trabajaba con telas increíbles, con terminaciones increíbles. Él fue parte de los años dorados de la moda en Chile. De haberme empleado en una empresa hubiera sido la de él, pero después todo se dio para que creara mi marca homónima, lo que se transformó en mi proyecto de vida".

Al momento de hablar sobre su propuesta, Daniela afirma que su sello está centrado en la creación de prendas durables y de calidad. "Creo mucho en una moda atemporal -sin estaciones, ni tendencias-, porque le pongo el alma a mi trabajo para que tenga un material y calce increíble. Prendas que te puedan acompañar para toda la vida, que estén contigo en miles de momentos. Para mí la calidad es algo intransable (...) por lo mismo quiero que ese alguien que compre una prenda mía lo vea como una inversión", enfatiza.
Esa mirada se sustenta en los cimientos que dan cuerpo a su etiqueta: la ética y sustentabilidad. "No concibo trabajar con telas que sean super artificiales, con empresas que no tengan políticas laborales o comercio justo (...) No veo la manera de ejecutar un proyecto sin tener en cuenta una de estas dos variables. Por ejemplo, las lentejuelas con las que trabajo están hechas con PET reciclado, que fueron recolectados a partir de residuos del mar. Siempre hay algo en lo que puedo aportar y tal vez en ese sentido las marcas no deberían ser tan duras ni exigentes consigo mismas. Quizás tu cierre no va a poder ser sustentable, porque no existe uno de esas características, pero ¿sabes que más? puedes utilizar lentejuelas de plástico reciclado o puedes ocupar una tela natural en otro ámbito. Siento que también en cada cosa que uno pueda aportar, tomar ese camino", afirma.
Impulsada por esas convicciones, se aventuró a realizar una colección cápsula con Falabella #DBXBASEMENT, que tuvo entre sus condiciones de ejecución, que debía ser confeccionada en el mercado nacional. Así también intentó priorizar las fibras naturales por las sintéticas, y si tenía que ocupar estas últimas buscó, al menos, que fueran desde el suprareciclaje o upcycling. "Trabajé con P.U que es poliuretano de colecciones anteriores de ellos, entonces eso me permitía poder reusar y sacar de stock, porque la idea no era solamente trabajar con materia primas naturales, sino también hacer uso de las ya tenían, y generar menos desecho. En ese sentido fueron súper receptivos y abiertos al tema de la confección nacional y la elección de telas", relata.
Daniela ha desarrollado su carrera en dos ámbitos complementarios, el diseño y el estilismo. Para lograr que estos espacios interactúen y se nutran mutuamente lee mucho -sobre todo revistas- de diversos temas que van desde la política a la cultura, lo que le permite saber para dónde vamos.
Asimismo explica que ambas labores tienden a relacionarse de manera natural, ya que como diseñadora no solo se encarga de que el vestido quede perfecto, sino también de que todo lo que lo rodea también esté en armonía.
Por otra parte, cree que ser diseñadora le da un plus al momento de ejercer como estilista, ya que sus conocimientos del calce le permite saber por qué un vestido no está funcionando en determinada persona. "En el caso del Agente Topo, en un minuto todos los fittings fueron a distancia. El vestido que ocupó Maite (Alberdi), que era un Carolina Herrera, me decía que no le sujetaba bien en el busto. Si no hubiera estudiado diseño el vestuario, no sabría bien los tres puntos de sostén que uno tiene en el cuerpo, para poder sujetar distintas cosas, y ahí dije altiro 'a este vestido falta que le entren de cintura'. Hablé con la modista a través de zoom y le dije 'ahí, ahí, tómale ahí, ya Maite inhala, listo, ¿Ahora lo sientes bien?' y ella 'wow, sí ahora lo siento bien'. En ese momento es clave ser diseñadora, porque una sabe dónde puede solucionar los problemas o también puede saber cuáles telas funcionan, y cuáles no para distintas cosas. Son pegas que van super de la mano, y a mí me fascinan", añade.

Para Daniela, el mayor desarrollo económico y social de Latinoamérica respecto a otros centros de producción como Asia, la convierten en un polo natural de una moda ética y sostenible, ya que podemos tener mayor control de los procesos. "Además tenemos tanta manufactura en Colombia, Perú; materias primas en el norte de Chile; Argentina que tiene todo un mercado, Brasil. Creo que lo tenemos todo y es más difícil que no se visibilicen los abusos que si ocurren en el otro lado del mundo. Entonces sí, tenemos el deber de posicionar a Latinoamérica como el foco, el polo de moda sostenible y ética, sobre todo también porque tenemos mucha más cercanía con los Estados Unidos que también es un gran mercado", insiste.


Daniela señala que siempre ha imaginado el futuro de su marca en tres áreas, dos de las cuales ya vieron la luz y una tercera que está en desarrollo. "Daniela Bustamante es la experiencia completa. Por una parte, están las confecciones a medida, tanto de alta costura, vestidos de novia, gala como prendas súper premium como abrigos de cashmere. Todo un trabajo super personalizado.
Las otras líneas que son los basic not so basic que son básicos de calidad, que buscan acompañar a la gente en su día a día, ya no queremos ser solo la marca que te acompaña en el día de tu matrimonio, sino también ser parte de tus pequeñas alegrías. La idea es acercar un poco moda buena a precios más accesibles. Quiero que más gente tenga ropa de calidad y buen calce. Acercar, más que democratizar, los calces y la calidad, esa es un poco la gracia", concluye.

¿Dónde comprar su línea basic not so basic? En su tienda online
¿Dónde contactarla para prendas a medida? En contacto@danielabustamante.cl
Los motivos para crear Daniela Bustamante
Daniela cuenta que la creación de su marca homónima fue el resultado natural de un camino en el que no se saltó ningún paso. Ello, porque desde que partió sus estudios universitarios de diseño, realizó muchas prácticas, producciones de moda, fue operaria, asistente e incluso trabajó en el retail, donde se desempeñó por un tiempo largo como free lance.
Ese recorrido le permitió explorar diferentes áreas de la moda y darse cuenta que su vocación no iba por el trabajo asalariado, sino por la independencia. Asimismo ninguno de esos espacios coincidía con los valores y conceptos con los que ella comulgaba, es decir, la sustentabilidad, el pago justo, la calidad de la telas.
Sin embargo, confiesa que le quedó un lugar en carpeta: "hubiera sido mi sueño trabajar con Rubén Campos. Me hubiera encantado, porque creo que la moda chilena le debe mucho a él. Era alguien que trabajaba con telas increíbles, con terminaciones increíbles. Él fue parte de los años dorados de la moda en Chile. De haberme empleado en una empresa hubiera sido la de él, pero después todo se dio para que creara mi marca homónima, lo que se transformó en mi proyecto de vida".

La propuesta de Daniela Bustamante
Al momento de hablar sobre su propuesta, Daniela afirma que su sello está centrado en la creación de prendas durables y de calidad. "Creo mucho en una moda atemporal -sin estaciones, ni tendencias-, porque le pongo el alma a mi trabajo para que tenga un material y calce increíble. Prendas que te puedan acompañar para toda la vida, que estén contigo en miles de momentos. Para mí la calidad es algo intransable (...) por lo mismo quiero que ese alguien que compre una prenda mía lo vea como una inversión", enfatiza.
Esa mirada se sustenta en los cimientos que dan cuerpo a su etiqueta: la ética y sustentabilidad. "No concibo trabajar con telas que sean super artificiales, con empresas que no tengan políticas laborales o comercio justo (...) No veo la manera de ejecutar un proyecto sin tener en cuenta una de estas dos variables. Por ejemplo, las lentejuelas con las que trabajo están hechas con PET reciclado, que fueron recolectados a partir de residuos del mar. Siempre hay algo en lo que puedo aportar y tal vez en ese sentido las marcas no deberían ser tan duras ni exigentes consigo mismas. Quizás tu cierre no va a poder ser sustentable, porque no existe uno de esas características, pero ¿sabes que más? puedes utilizar lentejuelas de plástico reciclado o puedes ocupar una tela natural en otro ámbito. Siento que también en cada cosa que uno pueda aportar, tomar ese camino", afirma.
Impulsada por esas convicciones, se aventuró a realizar una colección cápsula con Falabella #DBXBASEMENT, que tuvo entre sus condiciones de ejecución, que debía ser confeccionada en el mercado nacional. Así también intentó priorizar las fibras naturales por las sintéticas, y si tenía que ocupar estas últimas buscó, al menos, que fueran desde el suprareciclaje o upcycling. "Trabajé con P.U que es poliuretano de colecciones anteriores de ellos, entonces eso me permitía poder reusar y sacar de stock, porque la idea no era solamente trabajar con materia primas naturales, sino también hacer uso de las ya tenían, y generar menos desecho. En ese sentido fueron súper receptivos y abiertos al tema de la confección nacional y la elección de telas", relata.
Diseñadora y estilista: roles que interactúan
Daniela ha desarrollado su carrera en dos ámbitos complementarios, el diseño y el estilismo. Para lograr que estos espacios interactúen y se nutran mutuamente lee mucho -sobre todo revistas- de diversos temas que van desde la política a la cultura, lo que le permite saber para dónde vamos.
Asimismo explica que ambas labores tienden a relacionarse de manera natural, ya que como diseñadora no solo se encarga de que el vestido quede perfecto, sino también de que todo lo que lo rodea también esté en armonía.
Por otra parte, cree que ser diseñadora le da un plus al momento de ejercer como estilista, ya que sus conocimientos del calce le permite saber por qué un vestido no está funcionando en determinada persona. "En el caso del Agente Topo, en un minuto todos los fittings fueron a distancia. El vestido que ocupó Maite (Alberdi), que era un Carolina Herrera, me decía que no le sujetaba bien en el busto. Si no hubiera estudiado diseño el vestuario, no sabría bien los tres puntos de sostén que uno tiene en el cuerpo, para poder sujetar distintas cosas, y ahí dije altiro 'a este vestido falta que le entren de cintura'. Hablé con la modista a través de zoom y le dije 'ahí, ahí, tómale ahí, ya Maite inhala, listo, ¿Ahora lo sientes bien?' y ella 'wow, sí ahora lo siento bien'. En ese momento es clave ser diseñadora, porque una sabe dónde puede solucionar los problemas o también puede saber cuáles telas funcionan, y cuáles no para distintas cosas. Son pegas que van super de la mano, y a mí me fascinan", añade.

Latinoamérica como un polo de la moda sostenible y ética según Daniela Bustamante
Para Daniela, el mayor desarrollo económico y social de Latinoamérica respecto a otros centros de producción como Asia, la convierten en un polo natural de una moda ética y sostenible, ya que podemos tener mayor control de los procesos. "Además tenemos tanta manufactura en Colombia, Perú; materias primas en el norte de Chile; Argentina que tiene todo un mercado, Brasil. Creo que lo tenemos todo y es más difícil que no se visibilicen los abusos que si ocurren en el otro lado del mundo. Entonces sí, tenemos el deber de posicionar a Latinoamérica como el foco, el polo de moda sostenible y ética, sobre todo también porque tenemos mucha más cercanía con los Estados Unidos que también es un gran mercado", insiste.


¿El futuro de Daniela Bustamante?
Daniela señala que siempre ha imaginado el futuro de su marca en tres áreas, dos de las cuales ya vieron la luz y una tercera que está en desarrollo. "Daniela Bustamante es la experiencia completa. Por una parte, están las confecciones a medida, tanto de alta costura, vestidos de novia, gala como prendas súper premium como abrigos de cashmere. Todo un trabajo super personalizado.
Las otras líneas que son los basic not so basic que son básicos de calidad, que buscan acompañar a la gente en su día a día, ya no queremos ser solo la marca que te acompaña en el día de tu matrimonio, sino también ser parte de tus pequeñas alegrías. La idea es acercar un poco moda buena a precios más accesibles. Quiero que más gente tenga ropa de calidad y buen calce. Acercar, más que democratizar, los calces y la calidad, esa es un poco la gracia", concluye.

¿Dónde comprar su línea basic not so basic? En su tienda online
¿Dónde contactarla para prendas a medida? En contacto@danielabustamante.cl
(Fotos gentileza de Daniela Bustamante)
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