La enorme cantidad de trozos de telas que desechaba el taller de confección en que trabajaba, llevó a la venezolana Fabiola Tovar a crear su marca de lencería de autor desde la reutlilización textil, Fab Lingerie, en Caracas en 2016. Esos cortes no sólo se transformaron en su materia prima, sino también en el vehículo para ser fiel a sus ideales. "Sentía como una traición a mis propios valores, ver cómo se desechaban materiales que aún podían ser aprovechados y no hacer nada al respecto", señala. Hoy desde Chile, nos cuenta más detalles de su propuesta que además de la sustentabilidad tiene como eje tener un amplio espectro de tallas, que llega hasta la 3XL.
Fabiola explica que Fab Lingerie es principalmente una propuesta ecológica, donde la comodidad es lo más importante, ya que la idea de las piezas es el uso diario, pero sin perder el eje estético a través de prendas lindas y con un toque sensual. "Me gusta imaginar que la persona que usa uno de mis diseños se siente cómoda y coqueta por y para sí misma", añade.
En cuanto su foco sustentable, comenta que su materia prima principal son los retazos, los que la obligan a iniciar el proceso creativo tomando en cuenta múltiples aspectos como qué cantidades de cortes tiene por cada color o estampado y cuáles son los tamaños promedios. Todo ello teniendo presente que trabaja con una tabla de 7 tallas y procurando poder confeccionar al menos una pieza de cada talla por diseño.
"Comienzo por analizar el tamaño, color y estampado de los retazos de tela que tengo a disposición; los clasifico y luego decido qué tipo de encaje y/o elástico quedaría bien con tal o cual tono de tela. En ese mismo momento me voy imaginando el tipo de molde/patrón que podría utilizar y si será necesario incluir varios cortes de tela para armar el diseño, luego de eso confecciono la muestra para comprobar si lo que tenía en mente funciona, si hay que modificarlo o si no quedó nada similar a lo que imaginaba", detalla.
Para Fabiola la diversidad debería estar presente no sólo al momento de pensar en lo físico, sino también en el mundo interno y la cosmovisión de cada persona.
En esa línea, le parece importante celebrar la diversidad latinoamericana desde Fab Lingerie, sobre todo por el manejo tradicional que ha tenido la moda y la publicidad sobre este tema. Eso supone un enfoque de género desde el diseño a la comunicación de marca.
"Lo abordo desde el proceso de diseño, entendiendo que ciertos tipos de cuerpos tienen necesidades específicas con respecto a la comodidad y el soporte que les puedan brindar las piezas y diseñar en base a eso. Se aborda también en la tabla de tallas que por los momentos llega hasta la 3XL y, por supuesto, en las modelos que lucen las piezas a través de las redes sociales de la marca", complementa.
Fabiola relata que el mayor desafío de este periodo ha sido recolectar retazos de tela del taller de confección que había contactado e incluso intentar conseguir otros que trabajen con materiales similares y que además estén dispuestos a ceder los retazos. "También sucede que algunos talleres son más eficientes en su proceso de corte y realmente desechan retazos muy chicos y no me resultan tan útiles como para crear piezas en todas las tallas que deseo ofrecer", confiesa.
En cuanto al futuro no duda en comentar que quiere vender internacionalmente. "Ser capaz de trabajar a pedido para que no existan límites de tallas, aunque manteniendo el concepto de mini colección, y lograr generar empleo a otras personas desde un taller de confección que sirva de showroom a la vez", concluye.
¿Dónde comprarla? A través de la cuenta en Instagram de la marca. Realiza envíos a todo Chile y el mundo.
La propuesta de Fab Lingerie
Fabiola explica que Fab Lingerie es principalmente una propuesta ecológica, donde la comodidad es lo más importante, ya que la idea de las piezas es el uso diario, pero sin perder el eje estético a través de prendas lindas y con un toque sensual. "Me gusta imaginar que la persona que usa uno de mis diseños se siente cómoda y coqueta por y para sí misma", añade.
En cuanto su foco sustentable, comenta que su materia prima principal son los retazos, los que la obligan a iniciar el proceso creativo tomando en cuenta múltiples aspectos como qué cantidades de cortes tiene por cada color o estampado y cuáles son los tamaños promedios. Todo ello teniendo presente que trabaja con una tabla de 7 tallas y procurando poder confeccionar al menos una pieza de cada talla por diseño.
"Comienzo por analizar el tamaño, color y estampado de los retazos de tela que tengo a disposición; los clasifico y luego decido qué tipo de encaje y/o elástico quedaría bien con tal o cual tono de tela. En ese mismo momento me voy imaginando el tipo de molde/patrón que podría utilizar y si será necesario incluir varios cortes de tela para armar el diseño, luego de eso confecciono la muestra para comprobar si lo que tenía en mente funciona, si hay que modificarlo o si no quedó nada similar a lo que imaginaba", detalla.
La motivación por comunicar desde la diversidad de referentes femeninos en Fab Lingerie
Para Fabiola la diversidad debería estar presente no sólo al momento de pensar en lo físico, sino también en el mundo interno y la cosmovisión de cada persona.
En esa línea, le parece importante celebrar la diversidad latinoamericana desde Fab Lingerie, sobre todo por el manejo tradicional que ha tenido la moda y la publicidad sobre este tema. Eso supone un enfoque de género desde el diseño a la comunicación de marca.
"Lo abordo desde el proceso de diseño, entendiendo que ciertos tipos de cuerpos tienen necesidades específicas con respecto a la comodidad y el soporte que les puedan brindar las piezas y diseñar en base a eso. Se aborda también en la tabla de tallas que por los momentos llega hasta la 3XL y, por supuesto, en las modelos que lucen las piezas a través de las redes sociales de la marca", complementa.
Los desafíos de la pandemia y el futuro de Fab Lingerie
Fabiola relata que el mayor desafío de este periodo ha sido recolectar retazos de tela del taller de confección que había contactado e incluso intentar conseguir otros que trabajen con materiales similares y que además estén dispuestos a ceder los retazos. "También sucede que algunos talleres son más eficientes en su proceso de corte y realmente desechan retazos muy chicos y no me resultan tan útiles como para crear piezas en todas las tallas que deseo ofrecer", confiesa.
En cuanto al futuro no duda en comentar que quiere vender internacionalmente. "Ser capaz de trabajar a pedido para que no existan límites de tallas, aunque manteniendo el concepto de mini colección, y lograr generar empleo a otras personas desde un taller de confección que sirva de showroom a la vez", concluye.
¿Dónde comprarla? A través de la cuenta en Instagram de la marca. Realiza envíos a todo Chile y el mundo.
(Fotos gentileza de Fab Lingerie)
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