Los biomateriales son la próxima frontera de la moda, más aún en un contexto de emergencia climática que obliga a cambios radicales y urgentes ahora. Si bien la "carrera" por lograr "la mejor ecuación" todavía está en desarrollo, en este lado del planeta estamos demostrando no solo nuestro interés por ser parte de ella, sino también por integrar el "podio de honor". Un ejemplo de ello lo encontramos en Patagon Fiber, empresa chilena de la diseñadora osornina, Patricia Breit, y el médico especialista en neuroeconomía, Felipe Ríos con el apoyo de la Universidad de Los Lagos, que une el propósito con la biotecnología para desarrollar una especie de cuero e hilo a partir de restos de paja de trigo generados en el proceso de cosecha. Hoy Patricia nos contará cómo surge esta idea y cómo es el camino para desarrollar un biomaterial hecho en Chile.
Patricia es una emprendedora innata con una larga experiencia en la industria de la moda, en el sector de ropa corporativa e infantil. De hecho fue en este primer ámbito, donde comenzó a sentir una cierta incomodidad y el deseo de desarrollar una marca o proyecto, pero en modo lento, que la motivó a explorar en los regalos corporativos desde la reutilización textil.
Mientras estaba en ese proceso, en 2018, creó Lugonia, marca de ropa infantil, cimentada en la moda circular, que la llevó a estar entre los 500 mejores del premio Latinoamérica Verde. Ese hito la hizo viajar junto a Felipe -coach y director del proyecto en ese momento- a Ecuador a la Semana Sostenible, donde conoció a una amplia red de personas ligadas a la moda sostenible, pero también donde se le apareció el mundo de los biomateriales.
En ese contexto, Felipe le comentó el tremendo impacto ambiental de la cosecha del trigo, sector en el que trabajó por tres años y donde aún no existía una solución para la paja que terminaba, en su mayoría, quemada. Esa conversación derivó en un pinponeo de ideas entre Patricia y Felipe sobre la viabilidad de utilizar ese residuo agrícola como materia prima para un biotextil, que dio como resultado Patagon Fiber.
"Felipe empezó a buscar papers en todo lo que podía encontrar y efectivamente había algo ya avanzado en la paja del arroz", cuenta Patricia. Ese antecedente los motivó a postular a un fondo FIA, pero de la mano de la Universidad de Los Lagos.
¿Su objetivo? Crear una fibra que pueda ser un reemplazo no sólo del algodón y la viscosa, sino también se pueda utilizar como "cuero vegetal".
Patricia explica que el proceso de desarrollo de un biometarial demora, por lo menos, dos años. Sin embargo, esa velocidad puede variar para bien o mal dependiendo del capital que se posea. En términos simples: existe una relación directamente proporcional entre el éxito de la innovación y desarrollo y los recursos económicos.
"En nuestro caso los científicos de la universidad plantearon ciertas hipótesis. La primera etapa se cumplió bien, entonces vamos en la segunda, donde estamos probando. Esperamos que de aquí a diciembre, tener resultados más concretos sobre lo que queremos obtener como materia prima. Asimismo con Felipe estamos viendo procesos más físicos para la transformación, y nos incubamos en la Austral Incuba para que nos ayuden en el tema de aceleración comercial y levantamiento de capital (...) Ganamos un capital de Corfo para avanzar en los prototipos y para ver cómo se comporta el material, así también para analizar cómo hilarlo, ya que no existe una máquina para ello en Chile. Entonces la idea es seguir investigando", narra Patricia.
En esta línea Patricia explica que a nivel de laboratorio obtener un biomaterial no es tan complejo, el problema es lograr su escalabilidad y factibilidad económica.
"La alternativa de la universidad de la biotransformación es un proceso lento que hay que esperar. No podemos apurar procesos porque la idea es no meter químicos a la transformación, usar la menor agua y energía posible. Lógicamente si llega alguien y nos financia o se pone con mucho dinero podemos avanzar mucho más rápido, podemos ir viendo más alternativas e ir testando en escalas más aceleradas o comprando algunas patentes que se asemejen a lo que estamos haciendo y probar, porque en el fondo hay que experimental con el material", complementa.
En esa línea, añade que necesitan levantar cerca de 500 mil dólares para dos años, para poder funcionar con foco. "Ahora el fondo Corfo nos permite desarrollar los primeros prototipos e ir avanzando en cosas mas legales, más que en el producto en sí", puntualiza.
Patricia comenta que tienen seis meses intensos para sacar el primer prototipo. "Estamos super presionados con los proyectos de Corfo, lo que me parece super bien, porque te exige que vayas avanzando de alguna manera. Entonces pienso que de aquí a 18 meses ya vamos a tener un material, que al menos sea utilizado para el rubro textil, no sé si el hilo en sí, pero algún material.
En paralelo estamos levantando el tema de la comercialización y de los inversionistas para pegarnos el salto y empezar a ver cómo hacemos esto de forma industrial y que podamos abarcar y cumplir con la demanda que vamos a tener, porque creo que va a ser un producto que va a tener una mirada bastante interesante (...) Los científicos también tienen esperanzas de que vamos bien, porque uno ve el final no más, pero así como lo dijo en un comienzo Felipe -quien es el científico de la empresa- 'si la composición es X y la otra tienen X, no tiene por qué no resultar'. El tema es que la forma en que queremos que resulte es sustentable y eso es lo más complejo, que la naturaleza haga también su trabajo", concluye.
Más información sobre Patagon Fiber: al correo patagonfiber@gmail.com
El camino hacia Patagon Fiber
Patricia es una emprendedora innata con una larga experiencia en la industria de la moda, en el sector de ropa corporativa e infantil. De hecho fue en este primer ámbito, donde comenzó a sentir una cierta incomodidad y el deseo de desarrollar una marca o proyecto, pero en modo lento, que la motivó a explorar en los regalos corporativos desde la reutilización textil.
Mientras estaba en ese proceso, en 2018, creó Lugonia, marca de ropa infantil, cimentada en la moda circular, que la llevó a estar entre los 500 mejores del premio Latinoamérica Verde. Ese hito la hizo viajar junto a Felipe -coach y director del proyecto en ese momento- a Ecuador a la Semana Sostenible, donde conoció a una amplia red de personas ligadas a la moda sostenible, pero también donde se le apareció el mundo de los biomateriales.
En ese contexto, Felipe le comentó el tremendo impacto ambiental de la cosecha del trigo, sector en el que trabajó por tres años y donde aún no existía una solución para la paja que terminaba, en su mayoría, quemada. Esa conversación derivó en un pinponeo de ideas entre Patricia y Felipe sobre la viabilidad de utilizar ese residuo agrícola como materia prima para un biotextil, que dio como resultado Patagon Fiber.
"Felipe empezó a buscar papers en todo lo que podía encontrar y efectivamente había algo ya avanzado en la paja del arroz", cuenta Patricia. Ese antecedente los motivó a postular a un fondo FIA, pero de la mano de la Universidad de Los Lagos.
¿Su objetivo? Crear una fibra que pueda ser un reemplazo no sólo del algodón y la viscosa, sino también se pueda utilizar como "cuero vegetal".
Estado de desarrollo de Patagon Fiber
Patricia explica que el proceso de desarrollo de un biometarial demora, por lo menos, dos años. Sin embargo, esa velocidad puede variar para bien o mal dependiendo del capital que se posea. En términos simples: existe una relación directamente proporcional entre el éxito de la innovación y desarrollo y los recursos económicos.
"En nuestro caso los científicos de la universidad plantearon ciertas hipótesis. La primera etapa se cumplió bien, entonces vamos en la segunda, donde estamos probando. Esperamos que de aquí a diciembre, tener resultados más concretos sobre lo que queremos obtener como materia prima. Asimismo con Felipe estamos viendo procesos más físicos para la transformación, y nos incubamos en la Austral Incuba para que nos ayuden en el tema de aceleración comercial y levantamiento de capital (...) Ganamos un capital de Corfo para avanzar en los prototipos y para ver cómo se comporta el material, así también para analizar cómo hilarlo, ya que no existe una máquina para ello en Chile. Entonces la idea es seguir investigando", narra Patricia.
En esta línea Patricia explica que a nivel de laboratorio obtener un biomaterial no es tan complejo, el problema es lograr su escalabilidad y factibilidad económica.
"La alternativa de la universidad de la biotransformación es un proceso lento que hay que esperar. No podemos apurar procesos porque la idea es no meter químicos a la transformación, usar la menor agua y energía posible. Lógicamente si llega alguien y nos financia o se pone con mucho dinero podemos avanzar mucho más rápido, podemos ir viendo más alternativas e ir testando en escalas más aceleradas o comprando algunas patentes que se asemejen a lo que estamos haciendo y probar, porque en el fondo hay que experimental con el material", complementa.
En esa línea, añade que necesitan levantar cerca de 500 mil dólares para dos años, para poder funcionar con foco. "Ahora el fondo Corfo nos permite desarrollar los primeros prototipos e ir avanzando en cosas mas legales, más que en el producto en sí", puntualiza.
El futuro de Patagon Fiber
Patricia comenta que tienen seis meses intensos para sacar el primer prototipo. "Estamos super presionados con los proyectos de Corfo, lo que me parece super bien, porque te exige que vayas avanzando de alguna manera. Entonces pienso que de aquí a 18 meses ya vamos a tener un material, que al menos sea utilizado para el rubro textil, no sé si el hilo en sí, pero algún material.
En paralelo estamos levantando el tema de la comercialización y de los inversionistas para pegarnos el salto y empezar a ver cómo hacemos esto de forma industrial y que podamos abarcar y cumplir con la demanda que vamos a tener, porque creo que va a ser un producto que va a tener una mirada bastante interesante (...) Los científicos también tienen esperanzas de que vamos bien, porque uno ve el final no más, pero así como lo dijo en un comienzo Felipe -quien es el científico de la empresa- 'si la composición es X y la otra tienen X, no tiene por qué no resultar'. El tema es que la forma en que queremos que resulte es sustentable y eso es lo más complejo, que la naturaleza haga también su trabajo", concluye.
Más información sobre Patagon Fiber: al correo patagonfiber@gmail.com
(Fotos gentileza de Patagon Fiber | Foto principal: Patricia Breit y Felipe Ríos creadores de Patagon Fiber)
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