Una clase de serigrafía, que tomó justo luego de haber salido del colegio, fue la puerta de entrada del estudiante de diseño Lucas Papin a la moda. "Las clases me motivaron a crear y generar mis propias poleras (al principio todo hecho en casa), que luego fueron evolucionando a una concepto más amplio de marca", explica. El resultado de esta experimentación es la etiqueta de indumentaria streetwear 998, donde la nostalgia y la crisis se convierten en relatos visuales. Hoy nos la presenta en primera persona.
Lucas comenta que su propuesta se basa, en general, en dos grandes conceptos: la nostalgia y la crisis. "Su amplitud de definiciones y desarrollos me han llevado a trabajar e inspirarme sobre diferentes sucesos ocurridos en nuestra historia, que han marcado de cierta forma quienes somos. Es así que la marca genera un híbrido entre un imaginario visual del streetwear con contenido que puede venir desde las ciencias sociales hasta el arte, la literatura, el cine y mucho más", complementa.
En esta línea relata que los factores que influyen en su desarrollo de colecciones dependen mucho de la temática que aborde, dado el amplio espectro de materias con que trabaja. Pero en general intenta que el contenido en el que se enfoque tengan un hilo conductor, de tal forma que la gente pueda apreciar "una especie de discurso".
Lucas no cree que se pueda hablar de un cambio radical en las formas de vestir debido a la pandemia, más allá de la incorporación de vestuario donde la comodidad fue la premisa. Sin embargo si considera que hay una mayor conciencia respecto al vestir.
"En torno a esto, mi marca se ha focalizado en tener un contenido que hable por sí solo en las prendas, un cambio que haga que las personas vistan una historia y puedan contarla, que sea el comienzo de una conversación. Es eso lo que más me inspiró a crear una marca, la idea de contar historias", afirma.
Lucas comenta que debido a la pandemia tuvo la posibilidad de darse un tiempo para organizar y reafirmar ideas que todavía estaban sueltas. "Me ayudó mucho no tener que estar constantemente creando contenido que usualmente no resulta de la mejor manera cuando se hace de manera rápida. Pero luego cuando ya comencé a trabajar en una nueva colección me fue muy difícil poder encontrar y trabajar con confeccionistas en Santiago. Estuve buscando mucho tiempo y varias veces me fallaron, pero es parte del proceso. Es normal cuando se vive en un país en donde la industria de la moda no es tan masiva", señala.
La pandemia le permitió a Lucas concentrarse en el presente de su marca, darse tiempo y frenar la constante producción de contenido, lo que supuso un alivio, ya que pudo concentrarse en lo que le estaba faltando para seguir avanzado hacia el futuro.
"Siempre me ha gustado pensar en un futuro en donde la marca se internacionalice más y poder tener una especie de showroom sería super interesante para formalizar más el proyecto. También me gusta mucho la idea de colaborar con otras marcas, ojalá eso se pueda concretar", concluye.
¿Dónde comprarla? En la cuenta en Instagram de la marca.
La propuesta de 998
Lucas comenta que su propuesta se basa, en general, en dos grandes conceptos: la nostalgia y la crisis. "Su amplitud de definiciones y desarrollos me han llevado a trabajar e inspirarme sobre diferentes sucesos ocurridos en nuestra historia, que han marcado de cierta forma quienes somos. Es así que la marca genera un híbrido entre un imaginario visual del streetwear con contenido que puede venir desde las ciencias sociales hasta el arte, la literatura, el cine y mucho más", complementa.
En esta línea relata que los factores que influyen en su desarrollo de colecciones dependen mucho de la temática que aborde, dado el amplio espectro de materias con que trabaja. Pero en general intenta que el contenido en el que se enfoque tengan un hilo conductor, de tal forma que la gente pueda apreciar "una especie de discurso".
Cambios en el hacer y vestir la moda debido a la pandemia
Lucas no cree que se pueda hablar de un cambio radical en las formas de vestir debido a la pandemia, más allá de la incorporación de vestuario donde la comodidad fue la premisa. Sin embargo si considera que hay una mayor conciencia respecto al vestir.
"En torno a esto, mi marca se ha focalizado en tener un contenido que hable por sí solo en las prendas, un cambio que haga que las personas vistan una historia y puedan contarla, que sea el comienzo de una conversación. Es eso lo que más me inspiró a crear una marca, la idea de contar historias", afirma.
El principal desafío de 998 en pandemia
Lucas comenta que debido a la pandemia tuvo la posibilidad de darse un tiempo para organizar y reafirmar ideas que todavía estaban sueltas. "Me ayudó mucho no tener que estar constantemente creando contenido que usualmente no resulta de la mejor manera cuando se hace de manera rápida. Pero luego cuando ya comencé a trabajar en una nueva colección me fue muy difícil poder encontrar y trabajar con confeccionistas en Santiago. Estuve buscando mucho tiempo y varias veces me fallaron, pero es parte del proceso. Es normal cuando se vive en un país en donde la industria de la moda no es tan masiva", señala.
¿El futuro de 998?
La pandemia le permitió a Lucas concentrarse en el presente de su marca, darse tiempo y frenar la constante producción de contenido, lo que supuso un alivio, ya que pudo concentrarse en lo que le estaba faltando para seguir avanzado hacia el futuro.
"Siempre me ha gustado pensar en un futuro en donde la marca se internacionalice más y poder tener una especie de showroom sería super interesante para formalizar más el proyecto. También me gusta mucho la idea de colaborar con otras marcas, ojalá eso se pueda concretar", concluye.
¿Dónde comprarla? En la cuenta en Instagram de la marca.
(Fotos gentileza de 998)
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