Hay relaciones que perseveran contra "viento y marea". El proyecto "Volver a Tejer" de Paris junto a Indap y Fundación Ona es un ejemplo de esta afirmación, ya que tras siete años de vida, ha logrado una madurez que no sólo les ha permitido que los ovillos de lana hilados por pequeñas comunidades de artesanas lleguen a todo Chile, sino también que en su última edición se agotaran en un par de días. Hoy revisaremos junto a Fernanda Kluever, sub gerente de Paris, cómo ha evolucionado esta iniciativa y cuáles son sus proyecciones.
"Volver a Tejer" es un proyecto trisectorial, donde participa el sector privado representado por Paris, el público por Indap y la sociedad civil desde Fundación Ona.
Fernanda comenta que desde su primera edición, se han hecho cargo no solo de la venta de las lanas creadas por comunidades y agrupaciones de artesanas, sino también de su capacitación, maquinaria y elementos que agreguen valor a lo que hacen y como lo comercializan. De hecho, asegura que se la han jugado por completo para visibilizar este proyecto.
En esa línea, relata que las principales transformaciones que han experimentado en estos años han tenido que ver con temas geográficos y de producto final a comercializar. "Hemos trabajado con todos los territorios posibles porque entendemos que el hilado y tejido artesanal patrimonial se da en todo el país. Ocurre lo mismo con el producto, en la primera edición vendimos packs de ovillos de lana con palillos hechos a mano para después tener ediciones con prendas finales tejidas de los mismos ovillos que realizan las agrupaciones de artesanas de Indap", complementa.
La 7º versión de Volver a Tejer tuvo por nombre "Grandes maestras"como homenaje a las tejedoras e hilanderas del país, representadas por tres artistas reconocidas con el Sello de Excelencia a la Artesanía Nacional, Artesanía Indígena y UNESCO: Tránsita Neculfilo, Laura Ramos y Albina Choque.
Respecto a la elección de estas destacadas artesanas, Fernanda señala primero querían hacerle un homenaje a las maestras y guardianas de técnicas patrimoniales ancestrales. "Después queríamos aprovechar de conectarlas vía tutoriales con las usuarias tejedoras finales. No todos los días se puede trabajar con una maestra", enfatiza.
Lo anterior tuvo como resultado, la inclusión en el sitio web de Paris de videos tutoriales protagonizados por estas maestras sobre telar mapuche; dos palillos y cuatro agujetas.
Las técnicas del norte de Chile están representadas por Albina Choque Challapa, una de las maestras de esta edición. Ella es aymará y originaria de Central Zitane, localidad cercana a Colchane e Isluga, en el altiplano de la región de Tarapacá. Aprendió a preparar e hilar la lana cuando tenía apenas cinco años. En casa hacían toda la ropa, de vestir y para camas, por lo que aprendió muy bien las diferentes técnicas de textilería de su cultura. Actualmente, se dedica a la elaboración de diferentes piezas textiles confeccionadas principalmente en telares de cuatro y dos pedales, y obtuvo el Sello de Excelencia a la Artesanía en el año 2014.
Laura Ramos Leiva es artesana textil de la localidad de Río Claro, sector rural de la comuna de Molina, en la región del Maule. Ella muestra la expresión de la zona centro, la que desarrolla con una línea de juguetes textiles inspirada en la vida de campo. Muñecas, muñecos y animales de la fauna endémica, además del tejido de piezas de vestuario como ponchos, calcetines y chalecos forman parte de sus creaciones. Ramos estudió diseño en la Universidad Tecnológica Metropolitana, donde realizó una investigación sobre la artesanía textil, específicamente sobre los tejidos rurales, que motivó la ruta creativa de su desarrollo profesional. Laura obtuvo el Sello de Excelencia a la Artesanía en 2011 y el Reconocimiento de Excelencia Unesco a la Artesanía en 2012.
Por último, Tránsita Neculfilo Huisca, una joven mapuche que vive y trabaja en el sector Milleuco, ubicado en la comuna de Panguipulli, región de Los Ríos mostrará las foras de tejido e hilado del sur de Chile. Tránsita aprendió su oficio por herencia familiar, comenzando sus primeros trabajos a los 12 años, tras adquirir los conocimientos casi en su totalidad por medio de la observación del trabajo que realizaban otras düwekafe o tejedoras mapuche. Neculfilo obtuvo el Sello de Artesanía Indígena en 2019.
A pesar de las circunstancias Volver a tejer no se detuvo en pandemia. De hecho, en sus siete años de vida, nunca se ha dejado de realizar. En esta oportunidad, los desafíos que enfrentó, se alinearon con los vividos por todos los creadores, artesanos, emprendedores durante este periodo.
No obstante lo anterior, su gran éxito permite seguir proyectándola al futuro: "Este proyecto seguirá año a año, como desde la edición número uno, los mayores desafíos estarán dados por escalarlo y darle cada vez mayor visibilidad", concluye Fernanda.
Más información sobre Volver a tejer: en el sitio web de Paris.
Los 7 años de Volver a Tejer
"Volver a Tejer" es un proyecto trisectorial, donde participa el sector privado representado por Paris, el público por Indap y la sociedad civil desde Fundación Ona.
Fernanda comenta que desde su primera edición, se han hecho cargo no solo de la venta de las lanas creadas por comunidades y agrupaciones de artesanas, sino también de su capacitación, maquinaria y elementos que agreguen valor a lo que hacen y como lo comercializan. De hecho, asegura que se la han jugado por completo para visibilizar este proyecto.
En esa línea, relata que las principales transformaciones que han experimentado en estos años han tenido que ver con temas geográficos y de producto final a comercializar. "Hemos trabajado con todos los territorios posibles porque entendemos que el hilado y tejido artesanal patrimonial se da en todo el país. Ocurre lo mismo con el producto, en la primera edición vendimos packs de ovillos de lana con palillos hechos a mano para después tener ediciones con prendas finales tejidas de los mismos ovillos que realizan las agrupaciones de artesanas de Indap", complementa.
Las "Grandes maestras" de Volver a Tejer
La 7º versión de Volver a Tejer tuvo por nombre "Grandes maestras"como homenaje a las tejedoras e hilanderas del país, representadas por tres artistas reconocidas con el Sello de Excelencia a la Artesanía Nacional, Artesanía Indígena y UNESCO: Tránsita Neculfilo, Laura Ramos y Albina Choque.
Respecto a la elección de estas destacadas artesanas, Fernanda señala primero querían hacerle un homenaje a las maestras y guardianas de técnicas patrimoniales ancestrales. "Después queríamos aprovechar de conectarlas vía tutoriales con las usuarias tejedoras finales. No todos los días se puede trabajar con una maestra", enfatiza.
Lo anterior tuvo como resultado, la inclusión en el sitio web de Paris de videos tutoriales protagonizados por estas maestras sobre telar mapuche; dos palillos y cuatro agujetas.
La historia de las "Grandes maestras" de Volver a tejer
Las técnicas del norte de Chile están representadas por Albina Choque Challapa, una de las maestras de esta edición. Ella es aymará y originaria de Central Zitane, localidad cercana a Colchane e Isluga, en el altiplano de la región de Tarapacá. Aprendió a preparar e hilar la lana cuando tenía apenas cinco años. En casa hacían toda la ropa, de vestir y para camas, por lo que aprendió muy bien las diferentes técnicas de textilería de su cultura. Actualmente, se dedica a la elaboración de diferentes piezas textiles confeccionadas principalmente en telares de cuatro y dos pedales, y obtuvo el Sello de Excelencia a la Artesanía en el año 2014.
Laura Ramos Leiva es artesana textil de la localidad de Río Claro, sector rural de la comuna de Molina, en la región del Maule. Ella muestra la expresión de la zona centro, la que desarrolla con una línea de juguetes textiles inspirada en la vida de campo. Muñecas, muñecos y animales de la fauna endémica, además del tejido de piezas de vestuario como ponchos, calcetines y chalecos forman parte de sus creaciones. Ramos estudió diseño en la Universidad Tecnológica Metropolitana, donde realizó una investigación sobre la artesanía textil, específicamente sobre los tejidos rurales, que motivó la ruta creativa de su desarrollo profesional. Laura obtuvo el Sello de Excelencia a la Artesanía en 2011 y el Reconocimiento de Excelencia Unesco a la Artesanía en 2012.
Por último, Tránsita Neculfilo Huisca, una joven mapuche que vive y trabaja en el sector Milleuco, ubicado en la comuna de Panguipulli, región de Los Ríos mostrará las foras de tejido e hilado del sur de Chile. Tránsita aprendió su oficio por herencia familiar, comenzando sus primeros trabajos a los 12 años, tras adquirir los conocimientos casi en su totalidad por medio de la observación del trabajo que realizaban otras düwekafe o tejedoras mapuche. Neculfilo obtuvo el Sello de Artesanía Indígena en 2019.
Volver a tejer en pandemia y proyecciones
A pesar de las circunstancias Volver a tejer no se detuvo en pandemia. De hecho, en sus siete años de vida, nunca se ha dejado de realizar. En esta oportunidad, los desafíos que enfrentó, se alinearon con los vividos por todos los creadores, artesanos, emprendedores durante este periodo.
No obstante lo anterior, su gran éxito permite seguir proyectándola al futuro: "Este proyecto seguirá año a año, como desde la edición número uno, los mayores desafíos estarán dados por escalarlo y darle cada vez mayor visibilidad", concluye Fernanda.
Más información sobre Volver a tejer: en el sitio web de Paris.
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