El cuestionamiento a las formas de vestir, los mandatos, lo social y cultural llevaron a la argentina Marina Schedlbauer a estudiar diseño de indumentaria. En ese proceso fue dándose cuenta de cómo en el acto de vestir confluyen diversos temas y nos vamos definiendo como personas, así también nuestros intereses, maneras de pensar y ver el mundo. Esa capacidad de expresión la motivó a crear su marca de indumentaria, Ana Förster, que hoy nos presenta en primera persona.
Marina explica que Ana Förster se cimienta en sus estampados o prints, que son creados por ilustradores, artistas y diseñadores de diferentes especialidades especialmente para la marca, lo que los transforma en únicos y originales. Lo anterior busca lograr una propuesta fresca, colorida, distendida, cómoda, fácil de llevar y con algo especial que llamará la atención de los demás, porque tiene algo particular, ya sea por moldería, estampado o el uso del color.
En esa línea, el arte se ha transformado en un elemento fundamental de su desarrollo de colecciones. "Amo el arte callejero, el cine, la música, la arquitectura, las artes plásticas y a las personalidades que hay detrás de cada expresión, ya que son muy motivadoras por su manera de ver el mundo y son referentes de estilo", señala.
Según Marina la pandemia ha provocado un gran cambio en nuestras formas de relacionarnos con el vestir, que aún estamos transitando. "Hubo un cambio en las escalas de valores: comprar si realmente lo necesito. Cuestionarse: ¿lo necesito realmente?
Un cambio en el uso concreto, en la función de la indumentaria dado los cambios en la forma de vivir; la desaparición de eventos, fiestas sociales, impactaron mucho, si no hay necesidad de mostrarse en ciertas ocasiones ¿para qué comprarlo? Todo el tiempo se piensa al momento de diseñar, porque la indumentaria viene a cumplir un rol, a responder a una función, a un uso determinado, todo el tiempo la pregunta es ¿para qué hago esta prenda? ¿cuándo se va a usar? ¿qué solución aporto a la persona? Siempre se piensa de esa manera y a partir de la pandemia, cambiaron abruptamente los usos, costumbres y prioridades. Hay que percibir que va a necesitar el otro", complementa.
Marina no duda a responder que el principal desafío enfrentado en pandemia fue sortear el hecho que las personas no pudieran probarse sus prendas, lo que resolvió creando piezas sencillas, que no indujeran a dudas respecto a su forma o calce para que la compra online fuera amigable.
A ello se sumó tratar de estar presente en la vida de lxs usuarixs de manera 100% virtual. "Estuve siempre activa en Instagram a través de historias y vivos, charlas con artistas, música, generando playlists de música con diferentes inspiraciones, envío de mails y Whatsapp con novedades y lanzamientos, también ofrecí cursos online con algunas compras", relata.
Asimismo, logró seguir produciendo independiente de las restricciones y creando, a pesar del clima hostil, siempre estando en contacto con gente creativa y positiva para seguir adelante generando nuevas ideas.
Marina señala que se imagina el futuro de Ana Förster siempre adaptándose a la realidad, a las necesidades, cada vez mejor, acertando en esos puntos para hacer felices a sus usuarixs.
"Lo más más reconfortante es ver las caras de felicidad al probarse o los divinos mensajes al recibir sus compras online. Una prenda debe hacer feliz, generar amor, empatía, una caricia, que te ilumine, que te acompañe, es tan importante, está en contacto con nuestra piel todo el día, nos representa, habla por nosotrxs. Quiero que Ana Förster sea como una amiga entrañable, fiel y honesta, que siempre te va a dar todo lo que está a su alcance para sacarte una sonrisa", concluye.
La propuesta de Ana Förster
Marina explica que Ana Förster se cimienta en sus estampados o prints, que son creados por ilustradores, artistas y diseñadores de diferentes especialidades especialmente para la marca, lo que los transforma en únicos y originales. Lo anterior busca lograr una propuesta fresca, colorida, distendida, cómoda, fácil de llevar y con algo especial que llamará la atención de los demás, porque tiene algo particular, ya sea por moldería, estampado o el uso del color.
En esa línea, el arte se ha transformado en un elemento fundamental de su desarrollo de colecciones. "Amo el arte callejero, el cine, la música, la arquitectura, las artes plásticas y a las personalidades que hay detrás de cada expresión, ya que son muy motivadoras por su manera de ver el mundo y son referentes de estilo", señala.
Nueva formas de hacer y vestir la moda desde la pandemia
Según Marina la pandemia ha provocado un gran cambio en nuestras formas de relacionarnos con el vestir, que aún estamos transitando. "Hubo un cambio en las escalas de valores: comprar si realmente lo necesito. Cuestionarse: ¿lo necesito realmente?
Un cambio en el uso concreto, en la función de la indumentaria dado los cambios en la forma de vivir; la desaparición de eventos, fiestas sociales, impactaron mucho, si no hay necesidad de mostrarse en ciertas ocasiones ¿para qué comprarlo? Todo el tiempo se piensa al momento de diseñar, porque la indumentaria viene a cumplir un rol, a responder a una función, a un uso determinado, todo el tiempo la pregunta es ¿para qué hago esta prenda? ¿cuándo se va a usar? ¿qué solución aporto a la persona? Siempre se piensa de esa manera y a partir de la pandemia, cambiaron abruptamente los usos, costumbres y prioridades. Hay que percibir que va a necesitar el otro", complementa.
El principal desafío de Ana Förster en pandemia
Marina no duda a responder que el principal desafío enfrentado en pandemia fue sortear el hecho que las personas no pudieran probarse sus prendas, lo que resolvió creando piezas sencillas, que no indujeran a dudas respecto a su forma o calce para que la compra online fuera amigable.
A ello se sumó tratar de estar presente en la vida de lxs usuarixs de manera 100% virtual. "Estuve siempre activa en Instagram a través de historias y vivos, charlas con artistas, música, generando playlists de música con diferentes inspiraciones, envío de mails y Whatsapp con novedades y lanzamientos, también ofrecí cursos online con algunas compras", relata.
Asimismo, logró seguir produciendo independiente de las restricciones y creando, a pesar del clima hostil, siempre estando en contacto con gente creativa y positiva para seguir adelante generando nuevas ideas.
El futuro de Ana Förster
Marina señala que se imagina el futuro de Ana Förster siempre adaptándose a la realidad, a las necesidades, cada vez mejor, acertando en esos puntos para hacer felices a sus usuarixs.
"Lo más más reconfortante es ver las caras de felicidad al probarse o los divinos mensajes al recibir sus compras online. Una prenda debe hacer feliz, generar amor, empatía, una caricia, que te ilumine, que te acompañe, es tan importante, está en contacto con nuestra piel todo el día, nos representa, habla por nosotrxs. Quiero que Ana Förster sea como una amiga entrañable, fiel y honesta, que siempre te va a dar todo lo que está a su alcance para sacarte una sonrisa", concluye.
¿Dónde comprarla? En su tienda online y en su local en Echeverria 4260, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina.
(Fotos gentileza de Ana Förster)
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