El mundo de los textiles reciclados puede ser apasionante, aunque desde Chile no sea tan fácil conseguirlos. Sin embargo, eso no detuvo a Francisca (Kika) Sánchez y Pía Aspillaga, quienes motivadas por hacer un cambio radical en sus vidas se embarcaron en una historia que la llevó a recorrer México, Turquía y Colombia para crear marcas especializadas en este tipo de materiales, que además tienen certificación de empresa B. La primera, Hilana Upcycled Cotton especializada en toallas turcas desde el algodón reciclado, y la segunda, La Palma Eco-Beachwear, dedicada al vestuario deportivo o activewear + swimwear desde el PET reciclado. Ambas comercializadas en Chile bajo la plataforma T&W Ecomarket. Hoy nos contarán más detalles sobre ellas.
Kika relata que cuando Pía se fue a vivir a México aprovecharon la oportundidad de aprender sobre el proceso de reciclaje textil, ya que en un viaje por Rusia conoció a una familia que vivía en Tlaxcala y cuyo hijo había ganado un premio de innovación textil. "Entonces apenas se instaló en Ciudad de México, los contactó para ver lo que hacían y cómo", comenta.
Ese contexto, las incentivó a replicar las tollas turcas -de las que Kika había sido pionera en importar a Chile-, pero en versión 100% sustentable, hechas a partir de algodón reciclado a través de procesos semi artesanales y zero-waste. Así nació en 2017, Hilana Upcycled Cotton en 2017, con una primera colección de toallas turcas (hechas en México) para RKF bajo el sello "Soul Crafted". "Nuestro plan inicial era vender en Estados Unidos solamente, pero dado el feedback en Chile nos pareció una buena oportunidad venderlas aquí también", añade.

No obstante, como necesitaban una mayor oferta de productos (mantas, batas, mantas, manteles, ponchos), tuvieron que mover su producción a Turquía, específicamente a las cooperativas de tejedores de la región de Denizli a las que tuvieron que convencer de trabajar con esa "basura textil". "Los turcos están orgullosos de su algodón y con justa razón, pero para nosotras era clave seguir trabajando con algodón reciclado y de manera responsable", explica.
Pero no contentas con lo anterior, siguieron buscando opciones en torno a la innovación y upcycling, lo que las llevó al PET reciclado. "Nos preocupamos de encontrar una empresa que compartiera nuestros valores y compromiso con el triple impacto, por eso trabajamos con Enka. Fuimos a verlos a Medellín y apostaron por nosotros (en general trabajan con empresas gigantes y globales) y nuestro proyecto de La Palma Eco-Beachwear, donde hemos diseñado y distribuido trajes de baño de hombre y mujer además de ropa corporativa y ahora ropa deportiva femenina, aprovechando el boom del activewear y la versatilidad del PET", relata.

Si bien Kika confiesa que la tarea de creación de estas etiquetas ha sido titánica, al final del día ha valido la pena. "Hemos tenido suerte, trabajado durísimo y conocido a gente alucinante en el camino".
Para Kika y Pía, Hilana Upcycled Cotton y La Palma eco-Beachwear no sólo son marcas de triple impacto, sino que también usan como materia prima materiales reciclados (algodón de post producción y plástico de post consumo respectivamente).
"Si bien el algodón es una fibra noble, y el plástico un material sumamente castigado, al reciclarlos se cierran ciclos super importantes: por una parte de mitiga el daño de la industria de la moda y por el otro, el de los plásticos de un sólo uso.
Con ambas marcas trabajamos con población vulnerable o más desfavorecida, en el caso de Hilana, artesanos que viven en las villas montañosas de Babadag y con la Palma, con recolectores contratados quienes son en su mayoría mujeres jefas de hogar y reinsertados.
Nos hemos preocupado de mantener una cadena de valor y de suministro coherente, transparente y consciente", enfatizan.


La Palma Eco-Beachwear es una etiqueta que busca reciclar plástico de la manera más responsable posible con el medio ambiente, las comunidades, fomentando la economía circular y ofreciendo la mejor calidad.
En ese sentido, Kika narra que Enka, la empresa que las provee de tela se involucra e incluye a sectores desfavorecidos u olvidados de la sociedad -como a las personas con antecedentes-, lo que le agrega un valor social a sus prendas y las transforma en "testimonios de innovación, responsabilidad, inclusión y amor por el planeta".
En esa línea sus diseños responden a las tendencias, pero con una estrecha relación a elementos de la naturaleza, hojas, animales, texturas, etc. "Porque por cliché que suene, la naturaleza nos inspira a diario. A cuidarla, a sacar referencias, combinaciones de colores, etc. Al final es una fuente inagotable de ideas", asegura.

Las empresas B están comprometidas con la sociedad y el medio ambiente. Para llegar a serlo es necesario pasar por un proceso de certificación, donde se les evalúa en 5 áreas: gobernanza (transparencia), trabajadores, clientes, comunidad (incluye la relación con proveedores y distribuidores) y medioambiente.
Hilana Upcycled Cotton y Palma Eco-Beachwear son empresas B. Para Kika esta certificación ha sido una súper buena experiencia. "Pertenecer a un ecosistema de empresas que comparten tus valores, ideales, códigos y forma de trabajar. Que tengan la mejor disposición para desarrollar instancias colaborativas, más que competitivas ha sido muy enriquecedor. Además evidencia la forma que uno tiene de trabajar y de hacer las cosas. Desde todos los puntos de vista ha sido un plus", subraya.

Para Kika y Pía lo más importante e inmediato que debe tener la moda chilena para consolidarse, es tener identidad propia.
"Una búsqueda más exhaustiva en términos de diseño, y por último una visión de negocios que permita escalabilidad. Es un mercado sumamente competitivo y saturado, y por eso la importancia de la diferenciación, de tener una propuesta de valor relevante para los consumidores más allá de la tendencia.
Hay gente super talentosa, hay materia prima de sobra, creemos que sólo falta aplicar números al arte, por decirlo de alguna forma. Además hay que aprovechar que los chilenos se están atreviendo a usar más cosas, propuestas más vanguardistas, etc.", insisten.

"Después de haber participado en programas de reciclaje piloto, como es el caso de los maxisacos en Pargua (junto con FUE y Biomar), y proyectos de recuperación textil colaborativos de gran escala (en conjunto con Banco de Ropa, Fundación Paternitas y Artesanías de Chile), nos dimos cuenta que queremos seguir esa línea de triple impacto a nivel nacional. Por supuesto, sin dejar de lado las líneas que distribuimos con Hilana Upcycled Cotton y La Palma Eco-Beachwear a través de T&W Ecomarket.
Creemos que hay mucho por hacer en cuanto a upcycling, innovación y recuperación de residuos. Muchas oportunidades, alternativas e iniciativas admirables; y nos encantaría poder abarcar más. Con el tiempo esperamos optimizar procesos, poder iterar modelos y así hacer de los pilotos algo más eficiente para todas las partes, hacer del triple impacto una actividad cotidiana para más personas", concluyen.
¿Dónde comprar ambas marcas? En la tienda online de T&W Eco-market
El nacimiento de Hilana Upcycled Cotton y La Palma Eco-Beachwear
Kika relata que cuando Pía se fue a vivir a México aprovecharon la oportundidad de aprender sobre el proceso de reciclaje textil, ya que en un viaje por Rusia conoció a una familia que vivía en Tlaxcala y cuyo hijo había ganado un premio de innovación textil. "Entonces apenas se instaló en Ciudad de México, los contactó para ver lo que hacían y cómo", comenta.
Ese contexto, las incentivó a replicar las tollas turcas -de las que Kika había sido pionera en importar a Chile-, pero en versión 100% sustentable, hechas a partir de algodón reciclado a través de procesos semi artesanales y zero-waste. Así nació en 2017, Hilana Upcycled Cotton en 2017, con una primera colección de toallas turcas (hechas en México) para RKF bajo el sello "Soul Crafted". "Nuestro plan inicial era vender en Estados Unidos solamente, pero dado el feedback en Chile nos pareció una buena oportunidad venderlas aquí también", añade.

No obstante, como necesitaban una mayor oferta de productos (mantas, batas, mantas, manteles, ponchos), tuvieron que mover su producción a Turquía, específicamente a las cooperativas de tejedores de la región de Denizli a las que tuvieron que convencer de trabajar con esa "basura textil". "Los turcos están orgullosos de su algodón y con justa razón, pero para nosotras era clave seguir trabajando con algodón reciclado y de manera responsable", explica.
Pero no contentas con lo anterior, siguieron buscando opciones en torno a la innovación y upcycling, lo que las llevó al PET reciclado. "Nos preocupamos de encontrar una empresa que compartiera nuestros valores y compromiso con el triple impacto, por eso trabajamos con Enka. Fuimos a verlos a Medellín y apostaron por nosotros (en general trabajan con empresas gigantes y globales) y nuestro proyecto de La Palma Eco-Beachwear, donde hemos diseñado y distribuido trajes de baño de hombre y mujer además de ropa corporativa y ahora ropa deportiva femenina, aprovechando el boom del activewear y la versatilidad del PET", relata.

Si bien Kika confiesa que la tarea de creación de estas etiquetas ha sido titánica, al final del día ha valido la pena. "Hemos tenido suerte, trabajado durísimo y conocido a gente alucinante en el camino".
El hilo conductor entre Hilana Upcycled Cotton y La Palma Eco-Beachwear
Para Kika y Pía, Hilana Upcycled Cotton y La Palma eco-Beachwear no sólo son marcas de triple impacto, sino que también usan como materia prima materiales reciclados (algodón de post producción y plástico de post consumo respectivamente).
"Si bien el algodón es una fibra noble, y el plástico un material sumamente castigado, al reciclarlos se cierran ciclos super importantes: por una parte de mitiga el daño de la industria de la moda y por el otro, el de los plásticos de un sólo uso.
Con ambas marcas trabajamos con población vulnerable o más desfavorecida, en el caso de Hilana, artesanos que viven en las villas montañosas de Babadag y con la Palma, con recolectores contratados quienes son en su mayoría mujeres jefas de hogar y reinsertados.
Nos hemos preocupado de mantener una cadena de valor y de suministro coherente, transparente y consciente", enfatizan.


Los factores creativos tras Palma Eco-Beachwear
La Palma Eco-Beachwear es una etiqueta que busca reciclar plástico de la manera más responsable posible con el medio ambiente, las comunidades, fomentando la economía circular y ofreciendo la mejor calidad.
En ese sentido, Kika narra que Enka, la empresa que las provee de tela se involucra e incluye a sectores desfavorecidos u olvidados de la sociedad -como a las personas con antecedentes-, lo que le agrega un valor social a sus prendas y las transforma en "testimonios de innovación, responsabilidad, inclusión y amor por el planeta".
En esa línea sus diseños responden a las tendencias, pero con una estrecha relación a elementos de la naturaleza, hojas, animales, texturas, etc. "Porque por cliché que suene, la naturaleza nos inspira a diario. A cuidarla, a sacar referencias, combinaciones de colores, etc. Al final es una fuente inagotable de ideas", asegura.

¿Qué ha significado para ustedes ser un empresa B?
Las empresas B están comprometidas con la sociedad y el medio ambiente. Para llegar a serlo es necesario pasar por un proceso de certificación, donde se les evalúa en 5 áreas: gobernanza (transparencia), trabajadores, clientes, comunidad (incluye la relación con proveedores y distribuidores) y medioambiente.
Hilana Upcycled Cotton y Palma Eco-Beachwear son empresas B. Para Kika esta certificación ha sido una súper buena experiencia. "Pertenecer a un ecosistema de empresas que comparten tus valores, ideales, códigos y forma de trabajar. Que tengan la mejor disposición para desarrollar instancias colaborativas, más que competitivas ha sido muy enriquecedor. Además evidencia la forma que uno tiene de trabajar y de hacer las cosas. Desde todos los puntos de vista ha sido un plus", subraya.

¿Qué creen que necesita la moda chilena para consolidarse como escena y salir al mundo?
Para Kika y Pía lo más importante e inmediato que debe tener la moda chilena para consolidarse, es tener identidad propia.
"Una búsqueda más exhaustiva en términos de diseño, y por último una visión de negocios que permita escalabilidad. Es un mercado sumamente competitivo y saturado, y por eso la importancia de la diferenciación, de tener una propuesta de valor relevante para los consumidores más allá de la tendencia.
Hay gente super talentosa, hay materia prima de sobra, creemos que sólo falta aplicar números al arte, por decirlo de alguna forma. Además hay que aprovechar que los chilenos se están atreviendo a usar más cosas, propuestas más vanguardistas, etc.", insisten.

¿El futuro de Hilana Upcycled Cotton y Palma Eco-Beachwear?
"Después de haber participado en programas de reciclaje piloto, como es el caso de los maxisacos en Pargua (junto con FUE y Biomar), y proyectos de recuperación textil colaborativos de gran escala (en conjunto con Banco de Ropa, Fundación Paternitas y Artesanías de Chile), nos dimos cuenta que queremos seguir esa línea de triple impacto a nivel nacional. Por supuesto, sin dejar de lado las líneas que distribuimos con Hilana Upcycled Cotton y La Palma Eco-Beachwear a través de T&W Ecomarket.
Creemos que hay mucho por hacer en cuanto a upcycling, innovación y recuperación de residuos. Muchas oportunidades, alternativas e iniciativas admirables; y nos encantaría poder abarcar más. Con el tiempo esperamos optimizar procesos, poder iterar modelos y así hacer de los pilotos algo más eficiente para todas las partes, hacer del triple impacto una actividad cotidiana para más personas", concluyen.
¿Dónde comprar ambas marcas? En la tienda online de T&W Eco-market
(Fotos gentileza de Hilana Upcycled Cotton y Palma Eco-Beachwear)
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