Llevar la cerámica a otras dimensiones motivó a la diseñadora y ceramista Patricia Guerra a desarrollar un proyecto -financiado por el Fondart 2020- donde pudiera trabajar con el origen desde la contemporaneidad. Para ello tomó de referente al legado cultural de los objetos cerámicos del Grupo Bato, primeros habitantes de la zona central de Chile. En ese proceso de investigación y conceptualización histórica, nació Acuyo, una propuesta que le dio la oportunidad de trabajar en su pasión por el barro. Hoy revisaremos los detalles de esta colección de joyería cerámica, que tomó los testimonios arqueológicos con que cuenta Casablanca.
Patricia explica que en términos conceptuales Acuyo tiene profundas raíces en la investigación desde la observación. "En cuarentena tuve la oportunidad de visitar 5 museos de la V región y tener una conversación íntima con piezas y pequeños fragmentos cerámicos de hace 2.000 años. El proceso creativo se narra en etapas de una cadena de valor, desde el observar e investigar para la conceptualización y propuesta formal; desde los procesos de recolección de materias primas para la experimentación, hasta los procesos creativos y productivos", relata.
En esos periplos la acompañó su bitácora en la que fue plasmando cada detalle inspirador de su travesía, los que luego le dieron la urdimbre al proyecto.
"Redescubrí, desde la mirada de mi profesión de diseñadora y mi oficio de ceramista que los ceramistas Bato trabajaron con una intencionalidad y dirección en los trazos y formas. Incisas lineales, punteadas, incisas reticulares, incisas zigzag e incisas escaleras, bases planas y cóncavas, asas cintas o sin asa, mamelones y los tembetás (adorno facial) son parte de los decorados y formas de Bato.
Un ejemplo en los decorados observados que logré definir fue que la mayor parte de los fragmentos cerámico fueron hechos por diestros, según el sentido del gesto del hacer de las distintas incisas y punteadas; también que tenían un orden para la decoración (...) Asombrosamente cada fragmento tiene su sonido, un sonido cristalino que sólo se logra y habla de la temperatura correcta a la que fueron horneados los fragmentos cerámicos", explica.
"Creo en el diseño – artesanía como un binomio como decía el periodista Luján Cambariere; como la suma de dos partes involucradas, donde el diseñador aporta desde la observación y conceptualizaciones, desde lo técnico, desde sus saberes y de la retroalimentación de los imaginarios, contribuyendo e interactuando en un trabajo colectivo para apoyar las ideas, los diseños, los procesos productivos, los productos, como también sus puestas de valor en los mercados.
Desde el “ser” diseñadora considero que el binomio diseño – artesanía debe darse si o si con y para las comunidades, la gente y de esta manera hacernos cargos, en conjunto, de la contemporaneidad de sus saberes. Esta cadena colectiva de valor debe considerar el tiempo futuro, no solo apoyar en la creación y procesos, también debemos ser embajadores y/o colaboradores en las acciones de ventas y posicionamiento en el tiempo.
El objetivo principal de Acuyo – Colección de Joyería Cerámica es la puesta en valor de la alfarería del Complejo Cultural Bato (200 d.C.- 1000 d.C.). Desde la arqueología y antropología, Bato es un complejo cultural al conformar pequeños grupos separados de cazadores recolectores, casi a la manera de clanes familiares compartiendo distintas zonas del valle central, sin una jerarquización y organización social. Por otra parte, la principal manera que tiene la arqueología de recuperar piezas alfareras completas es cuando éstas son depositadas en contextos fúnebres. Los grupos Bato no tenían la costumbre de depositar vasijas en los entierros. Por eso, el conocimiento que se tiene de las formas y configuraciones de las decoraciones son bastante preliminares, principalmente por la reconstrucción que se pueden hacer a partir de los fragmentos recuperados de los sitios habitacionales.
Desde estas primicias mi gran interrogante fue cómo valido la información, observaciones, conceptos, modos, interpretación y diseños y más importante aún, cómo trabajo con las comunidades de nuestro patrimonio indígena que no están entre nosotrxs y no hay tesoros humanos vivos para retroalimentarnos y trabajar el binomio diseño – artesanía.
Es en esta instancia donde agradezco el apoyo incondicional de Lorena Sanhueza, doctora en Antropología con quien validé y estudiamos las observaciones, quemas y piezas finales de la joyería".
Patricia cree que que cada pieza que se diseña, indistintamente de la materialidad que se use y donde la investigación, observaciones, conceptualizaciones, reflexiones y mucho más, son los protagonistas previos de la forma / diseño, deben contar una historia, deben estar cargados de significado.
"Desde mi mirada, son los procesos del diseñar y sus contextos los protagonistas. El producto / objeto diseñado pasa a ser el resultado de una cadena de diferentes actores. Para mi este proceso es conceptualmente multidisciplinario y donde interactúan el estudiar, aprender, informarse y, en consecuencia, enseñar. Son el cruce disciplinario y de oficios los ingredientes necesarios para cargar de significado lo diseñado", afirma.
Patricia adelanta que las siguientes colecciones nacerán de las arcillas de Casablanca, de sus entornos, su naturaleza, de las historias y leyendas, de los actos y gestos de las personas que habitan la comuna. "Siempre con una base de observaciones conceptuales y jugando con la incondicionalidad de materialidades, cerámica, plata, fibras naturales, etc.
Tiempo atrás definí mi pasión por el barro en el siguiente texto: Manejar la arcilla con manos suaves y fuertes, modelar la tierra, tornear siluetas, bruñir curvas, secar con tiempo tranquilo, quemar con el calor del corazón y del fuego y entregar las piezas con cariño y orgullo de la perfección de lo imperfecto y del tiempo dedicado, es la mejor bitácora de mi viaje en el aprender", concluye.
La propuesta de Acuyo
Patricia explica que en términos conceptuales Acuyo tiene profundas raíces en la investigación desde la observación. "En cuarentena tuve la oportunidad de visitar 5 museos de la V región y tener una conversación íntima con piezas y pequeños fragmentos cerámicos de hace 2.000 años. El proceso creativo se narra en etapas de una cadena de valor, desde el observar e investigar para la conceptualización y propuesta formal; desde los procesos de recolección de materias primas para la experimentación, hasta los procesos creativos y productivos", relata.
En esos periplos la acompañó su bitácora en la que fue plasmando cada detalle inspirador de su travesía, los que luego le dieron la urdimbre al proyecto.
"Redescubrí, desde la mirada de mi profesión de diseñadora y mi oficio de ceramista que los ceramistas Bato trabajaron con una intencionalidad y dirección en los trazos y formas. Incisas lineales, punteadas, incisas reticulares, incisas zigzag e incisas escaleras, bases planas y cóncavas, asas cintas o sin asa, mamelones y los tembetás (adorno facial) son parte de los decorados y formas de Bato.
Un ejemplo en los decorados observados que logré definir fue que la mayor parte de los fragmentos cerámico fueron hechos por diestros, según el sentido del gesto del hacer de las distintas incisas y punteadas; también que tenían un orden para la decoración (...) Asombrosamente cada fragmento tiene su sonido, un sonido cristalino que sólo se logra y habla de la temperatura correcta a la que fueron horneados los fragmentos cerámicos", explica.
Patricia explica en detalle cada etapa de su proceso creativo que fue documentando en su bitácora, y que culminó con la cerámica hecha joyería. Una serie de 14 joyas de cerámica acompañadas de la orfebrería en plata, como soporte para ser llevadas y enfatizando su relato contemporáneo, 14 joyas aludiendo a las 14 localidades que componen la comuna de Casablanca.
¿Cómo crees que desde el diseño y la artesanía se pueden resignificar los saberes de los pueblos originarios, sin caer en la apropiación cultural indebida?
"Creo en el diseño – artesanía como un binomio como decía el periodista Luján Cambariere; como la suma de dos partes involucradas, donde el diseñador aporta desde la observación y conceptualizaciones, desde lo técnico, desde sus saberes y de la retroalimentación de los imaginarios, contribuyendo e interactuando en un trabajo colectivo para apoyar las ideas, los diseños, los procesos productivos, los productos, como también sus puestas de valor en los mercados.
Desde el “ser” diseñadora considero que el binomio diseño – artesanía debe darse si o si con y para las comunidades, la gente y de esta manera hacernos cargos, en conjunto, de la contemporaneidad de sus saberes. Esta cadena colectiva de valor debe considerar el tiempo futuro, no solo apoyar en la creación y procesos, también debemos ser embajadores y/o colaboradores en las acciones de ventas y posicionamiento en el tiempo.
El objetivo principal de Acuyo – Colección de Joyería Cerámica es la puesta en valor de la alfarería del Complejo Cultural Bato (200 d.C.- 1000 d.C.). Desde la arqueología y antropología, Bato es un complejo cultural al conformar pequeños grupos separados de cazadores recolectores, casi a la manera de clanes familiares compartiendo distintas zonas del valle central, sin una jerarquización y organización social. Por otra parte, la principal manera que tiene la arqueología de recuperar piezas alfareras completas es cuando éstas son depositadas en contextos fúnebres. Los grupos Bato no tenían la costumbre de depositar vasijas en los entierros. Por eso, el conocimiento que se tiene de las formas y configuraciones de las decoraciones son bastante preliminares, principalmente por la reconstrucción que se pueden hacer a partir de los fragmentos recuperados de los sitios habitacionales.
Desde estas primicias mi gran interrogante fue cómo valido la información, observaciones, conceptos, modos, interpretación y diseños y más importante aún, cómo trabajo con las comunidades de nuestro patrimonio indígena que no están entre nosotrxs y no hay tesoros humanos vivos para retroalimentarnos y trabajar el binomio diseño – artesanía.
Es en esta instancia donde agradezco el apoyo incondicional de Lorena Sanhueza, doctora en Antropología con quien validé y estudiamos las observaciones, quemas y piezas finales de la joyería".
La importancia de desarrollar cruces disciplinarios y de oficios como el propuesto con Acuyo
Patricia cree que que cada pieza que se diseña, indistintamente de la materialidad que se use y donde la investigación, observaciones, conceptualizaciones, reflexiones y mucho más, son los protagonistas previos de la forma / diseño, deben contar una historia, deben estar cargados de significado.
"Desde mi mirada, son los procesos del diseñar y sus contextos los protagonistas. El producto / objeto diseñado pasa a ser el resultado de una cadena de diferentes actores. Para mi este proceso es conceptualmente multidisciplinario y donde interactúan el estudiar, aprender, informarse y, en consecuencia, enseñar. Son el cruce disciplinario y de oficios los ingredientes necesarios para cargar de significado lo diseñado", afirma.
La proyección de esta colección de joyería
Patricia adelanta que las siguientes colecciones nacerán de las arcillas de Casablanca, de sus entornos, su naturaleza, de las historias y leyendas, de los actos y gestos de las personas que habitan la comuna. "Siempre con una base de observaciones conceptuales y jugando con la incondicionalidad de materialidades, cerámica, plata, fibras naturales, etc.
Tiempo atrás definí mi pasión por el barro en el siguiente texto: Manejar la arcilla con manos suaves y fuertes, modelar la tierra, tornear siluetas, bruñir curvas, secar con tiempo tranquilo, quemar con el calor del corazón y del fuego y entregar las piezas con cariño y orgullo de la perfección de lo imperfecto y del tiempo dedicado, es la mejor bitácora de mi viaje en el aprender", concluye.
(Fotos gentileza de Patricia Guerra)
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