Nace Monomito Handmade
David relata que fueron cuatro puntos importantes que motivaron el nacimiento de Monomito Handmade. "El primero fue mi abuela materna, una mujer mapuche que hablaba mapudungun y que le costaba un poco el español, que vivió en una ruka de pequeña y todos los veranos, cuando la visitábamos, nos contaba historias de seres mágicos que habitaban en la naturaleza", narra.
El segundo hito fue la preparación de su tesis de grado. "Realicé un tarot de 11 cartas, haciendo un paralelo con las teorías de Carl Jung del inconsciente colectivo y las mitologías de los pueblos ancestrales en Chile, lo que me llevó por un increíble camino donde investigué mucho sobre los mitos, festividades y leyendas de estos pueblos, quedé fascinado por toda su cosmovisión tan diferentes pero, a la vez, con puntos en común y su forma de plasmarlas en objetos", explica.
Una vez que salió de la universidad comenzó a trabajar en el retail creando etiquetas y estampados para las colecciones de cada temporada. Ahí descubrió lo poco que se valora la imaginería local. De hecho, cree que tanto el público como las empresas tienden a mirar más hacia afuera.
Esta conjunción de hechos lo llevó, junto a José Miguel, a crear una marca que inspirara y re-valorara la gráfica local. "Una marca que acompañe el viaje cotidiano de cada persona, el camino del héroe de cada uno. De esta forma José Miguel es el último punto, sin este apoyo creo que no hubiera nacido Monomito", enfatiza David.
La propuesta de Monomito Handmade
David y José Miguel comentan que el nombre "Monomito" nace del término acuñado por el mitólogo estadounidense, Joseph Campbell, que hace referencia al "viaje del héroe".
"Este camino tiene varias etapas, entre ellas está el despertar, una misión, entrega de armas o algo mágico, caer o morir para luego llegar a la iluminación de un ser celestial, se aprende algo nuevo lo que lleva a alcanzar un nuevo entendimiento de la vida y de sí mismo y así regresar con todo lo aprendido y cambiar el mundo, apoyado por otros seres que va reuniendo en su recorrido.
Es una estructura que podemos reconocer fácilmente, es por lo mismo que el término calzó perfecto con lo que queríamos transmitir, el acompañar a cada persona en su propio camino del héroe a través de imágenes ancestrales que de cierta forma entreguen conocimiento y empoderamiento de mano del pasado", complementan.
Si bien partieron su marca con otro nombre y tipo de ilustraciones, siempre estuvieron enfocados en los pueblos originales. "Eran patrones ilustrados a todo color, impresos en tela con técnicas digitales, pero sentíamos que no estábamos llegando a nuestro público objetivo, y gracias a cosa del destino fuimos conociendo personas maravillosas que nos ayudaron y nos presentaron a otras personas y todo esto llevó a nuestro propio camino y cambio, comenzamos a hacer estampados más simples, a un color y en la técnica artesanal de serigrafía.
Al mismo tiempo repensamos los soportes que utilizabamos. En esta parte hicimos un rudimental estudio de mercado y tendencias y con toda esta investigación llegamos a la idea de trabajar con totes bag y mochilas, diseñamos patrones y nos pusimos manos a la obra, con esto consolidamos la idea de acompañar a nuestro público en su viaje, ya sea del día a día o más especiales como vacaciones. Con el tiempo fueron llegando a nosotros nuevas ideas hasta tener los cuatro soportes que tenemos hoy, totes, mochilas, bananos y mensajeras", detallan.
Cómo evitar la apropiación cultural indebida: la experiencia de Monomito
En Monimito la ilustración de telas inspiradas en los pueblos ancestrales es un hilo conductor fundamental de su propuesta, por lo mismo para evitar la apropiación cultural indebida realizan un proceso muy largo de documentación tanto físico como digital, que incluye el Museo Precolombino y su biblioteca, gran fuente de información.
Dentro de esa etapa se toma algún mito, leyenda y/o fotografía, luego pasa a la etapa de bocetos, que califican como la más complicada para evitar trabajar con símbolos sagrados para las comunidades, tratando de alejarse de la obviedad gráfica, modificando y haciéndoles variaciones. "Por ejemplo, con las vasijas diaguitas, se toman esos bellos diseños y de acuerdo principios de rotación, desplazamiento, reflejo, espejar, etc se van realizando variaciones", especifican.
"Al trabajar con mitos y leyendas, por ejemplo con las aves Manutaras de Rapa Nui, encontramos fotografías de petroglifos y desarrollamos un patrón en que se tiene que serigrafíar en fondo azul para crear la ilusión de agua y así los manutaras y el mar están ligados a la ceremonia ancestral del Tangata Manu. Es muy tentador caer en la obviedad con los pueblos originarios, por su estética tan particular, pero trabajamos duro para evitar hacerlo", insisten.
El desafío de la sostenibilidad para Monomito
Monomito produce a baja escala y maneja un stock muy acotado de cierto productos, por lo que la serigrafía que usan para estampar las telas les resulta la más acorde al volumen de trabajo y al medio ambiente. Esto -puntualizan- porque utilizan tinta al agua que no contiene metales pesados, PVC ni ftalatos y no requiere de otros disolventes para limpiar, además el sistema de bastidores (o pantallas) se pueden reutilizar las veces que uno quiere, pudiendo durar años y estampar las veces que uno quiera, alargando mucho la vida útil de los implementos para estampar.
"Además nuestro sistema de empaque lo hacemos con materiales que se puedan reciclar fácilmente como papel y cartón. Pero sabemos que tenemos que abordar otros caminos en los que no le hemos prestado mucha atención", agregan.
¿Qué creen que requiere la moda local para consolidarse como escena?
"Creemos que es necesario no solo mirar afuera, tenemos que mirar de dónde venimos para saber bien a dónde ir. Buscar nuestra raíces, conectar con ellas, muchos de los que habitamos estas tierra que hoy se llama Chile venimos de variados pueblos originarios, nuestras sangre se mezclaron hace mucho tiempo, tenemos que valorarnos por lo que somos y rescatar lo que fuimos para pisar con fuerza y así tener propuestas nuevas y que se diferencien de otras. Latinoamérica tiene una gigantesca cantidad de culturas, muchos colores, formas, texturas y cosmovisiones que nos pueden guiar a finalmente consolidarnos por lo que somos".
Imaginando el futuro de Monimito
Respecto al futuro David y José Miguel se lo imaginan trabajando con varios ilustradores de Latinoamérica para ir creando varias propuestas dependiendo de la localidad referente a los pueblos de cada área. "Un futuro en el que podamos trabajar con varies costureres apoyando el comercio justo e integrativo dentro de cada localidad y para finalmente poder tener tiendas de venta en varios países y tener una gran variedad en modelos de transporte (bananos, mochilas, etc)", concluyen.
¿Dónde comprarlas? En la tienda online de la marca o en su showroom en Constitución 211, Providencia
COMMENTS