Fashion Transparency Index 2022: avances en transparencia lentos y no siempre seguros

[TRANSPARENCIA] Por más que la industria de la moda siga actuando con relajo ante la opacidad que nubla su cadena de valor, el hecho objetivo es que cada vez más normativas y demandas ciudadanas (y de la sociedad civil) la están obligando a ser honesta y trabajar por la transparencia. El Fashion Transparency Index 2022 o Índice de Transparencia de Fashion Revolution da cuenta de estos esfuerzos, pero también demuestran que sin "mano duro" la velocidad de este proceso sigue siendo muy lento y costándole caro a la salud del planeta y de lxs trabajadorxs del sector. Si no me crees, te invito a que revisemos juntxs sus principales conclusiones. 

Las principales conclusiones del Fashion Transparency Index 2022

¿Qué pasaría si caminaras por una ruta completamente a oscuras sabiendo que a tu alrededor están ocurriendo cosas que te llegan de oídas, pero no logras identificar y/o medir? Seguramente te sentirías asustadx y buscarías la manera de tratar de poner un poco de luz a tu andar para no tropezar y tratar de frenar aquello que te está perturbando.

La industria de la moda circula a tientas desde que masificó y deslocalizó su producción. Ese caminar nervioso ha golpeado al planeta de manera irremediable, así también a las personas que son parte de su cadena de valor. Muchas de ellas han muerto por esa opacidad mezclada con desidia, que la ha embargado (el derrumbe del Rana Plaza es la prueba más horrible de ello).

El movimiento Fashion Revolution está consciente de esto, por lo mismo desde 2016 que desarrolla el Fashion Transparency Index o el Índice de Transparencia de la moda, que en su versión 2022 analizó a las 250 marcas y minoristas de moda más grandes del mundo, las que consiguieron en promedio de 24% (de 100%), 1% más que el 2021 (cifras muy parecidas al The BoF Sustainability Index 2022).



En términos concretos el índice mostró hallazgos interesantes en trazabilidad de la cadena de suministro; trabajo decente; igualdad de género y racial; abastecimiento y materiales sostenibles; residuos y circularidad; agua y químicos; y cambio climático y biodiversidad.

Lo primero que hay que tener claro es que se están haciendo avances en transparencia, pero son demasiado lentos en función de las urgencias que se observan desde hace años en la industria. Por ejemplo, el área con mejores resultados es abastecimiento y materias sostenibles donde casi la mitad de las principales marcas (45%) publican objetivos sobre materiales sostenibles, pero solo (37%) proporcionan información sobre lo que es un material sostenible.

Ello contrasta con lo que se observa en trazabilidad de la cadena de suministro, que si bien más marcas importantes (48%) -que nunca habían publicado su lista de fabricantes- ahora muestran una lista de primer nivel; el 50% de no divulga nada.

En trabajo decente se encuentran las cifras más inquietantes. La mayoría de las principales marcas y minoristas (96%) no publican la cantidad de trabajadores en su cadena de suministro que reciben un salario digno.

Solo el 13% revela cuántas de las instalaciones de sus proveedores tienen sindicatos. Solo el 11% publican un código de conducta de compra responsable.

En cuanto a igualdad de género y racial, si bien las mujeres trabajadoras son fundamentales en la producción de la moda, pero 94% de las principales marcas se niegan a revelar la prevalencia de violaciones laborales basadas en el género.

De hecho, solo el 3% dan a conocer voluntariamente la brecha salarial étnica anual en sus propias operaciones, y solo el 8% publica sus acciones sobre igualdad racial y étnica en sus cadenas de suministro.

Por otra parte, en el ámbito de residuos y circularidad, el 85% todavía no revelan sus volúmenes de producción anual a pesar de la creciente evidencia de sobreproducción y desperdicio de ropa.

Ello va de la mano con las datos relativos a agua y productos químicos. Solo el 24% de las marcas muestran cómo minimizan los impactos de las microfibras aunque los textiles son la mayor fuente de microplásticos en el océano.

Solo el 1% de las marcas publican los resultados de las pruebas de aguas residuales de sus proveedores, a pesar de que la industria textil es uno de los principales contribuyentes a la contaminación del agua.

Por último, respecto a cambio climático y biodiversidad, solo el 29% publican un objetivo de descarbonización que cubre sus operaciones y su cadena de suministro y es verificado por la Iniciativa de objetivos basados ​​en la ciencia.

Solo el 34% de las marcas publican su huella de carbono a nivel de procesamiento y el 22% a nivel de materia prima.

¿Qué te parecen estos datos?

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