[JOYERÍA CHILENA] Las sensibilidades compartidas en torno a la quehacer de la joyería, su proceso creativo y de exploración llevaron a que la joyera Margaret Greenhill invitara a quien fuera su alumna y luego su ayudante, Sofía Bravo, a asociarse para crear la marca de joyería, Grieta. "Es nuestro espacio compartido para crear libremente", explica Margaret. Esta asociación las ha llevado a desarrollar una propuesta en modo lento que "no inventa nuevos universos en el camino, si no que le da luz a aquellos en los que día a día transitamos". A meses de llevar su trabajo a Milán, te invito a conocer sus joyas y backstage creativo.
Para Margaret y Sofía, Grieta es fragilidad, es la huella de que algo sucedió, el rastro de un evento.
En esa línea señalan que nació para redescubrir el mundo cotidiano desde la reflexión y la observación detallada. "Son los objetos que habitan nuestro entorno los que movilizan la creatividad de la marca, buscando su esencia para transportarlos a una nueva dimensión. Nuestra marca no inventa nuevos universos en el camino, si no que le da luz a aquellos en los que día a día transitamos. Grieta es la sabiduría de la naturaleza en lo cotidiano y su propósito es que el mundo pueda conocerla y vestirse de ella", enfatizan.
Para lograr lo anterior, Margaret comenta que el proceso creativo lo aborda desde dos espacios, el experiencial que está ligado a su proceso artístico y el teórico que ha implicado entender qué es la creatividad y cómo funciona en las personas.
"En términos artísticos mi proceso es muy intuitivo y sensorial, la inspiración me viene muy fácil sobre todo en momentos de contemplación, desde ahí me es muy natural entrar en flow.
El teórico me permite tener certezas sobre las faces de mi proceso creativo, entender cómo funciona y cómo puedo sumergirme en el de forma contenida y plena. El conocimiento y ponerle nombre a los procesos es fundamental para sentirnos contenidos y poder fluir", complementa.
Para explicar estas aproximaciones, narra que en 2014 cursó un seminario de improvisación e interpretación musical, donde aprendió sobre "seguir el error", que en el contexto del trabajo vocal significa que mientras se canta, si se "equivoca" está la opción de repetir tres veces e incorporarlo a la propuesta, o también se puede seguir ese error, tomarlo como una invitación a cambiar esa propuesta y seguir la corriente o el flujo.
Este concepto lo ha llevado a su trabajo en joyería, lo que le ha posibilitado disfrutar el proceso. "Me sorprendo, me nutro y me siento plena. Antes de eso no era así, durante la adolescencia cuando pintaba, y luego la universidad el proceso creativo era tortuoso, dolía, era angustiante, nunca me sentía segura de nada, entraba en lo que se denomina entropia psíquica, cosa de la cual la mayoría de los creativos conocen y lamentablemente está muy normalizado.
Aprender a sacarle provecho al pensamiento divergente, en vez de ir contra él ha hecho que confluyan aspectos de mi desarrollo personal y artístico que han sido fundamentales para encontrar mi camino expresivo", comenta.
Margaret además de su marca en común con Sofía Bravo, Grieta; desarrolla otra etiqueta llamado M de un carácter más artístico y experimental. A pesar de las diferencias de acentos y usos, ambas tienen como hilo conductor la naturaleza, la contemplación, reflexión y mundo interior.
En su línea artística trabaja con series cortas, ninguna igual a la otra, que no están concebidas para el vestir cotidiano. En cambio en su línea comercial están diseñadas para ser vestidas cómodamente y sean resistentes al uso destacando los rasgos de las personas para que se sientan y se vean fabulosas.
"Hace poco alguien lo definió muy bellamente como coleccionista y recreadora de los detalles que poseen los paisajes y territorios", relata.
Tanto para Margaret como para Sofía el desafío de la sostenibilidad es un proceso en continúa mejora. "Nos gusta utilizar con respeto la palabra sustentabilidad, y no solo como una propaganda para mejorar la imagen de la marca. Más que sustentables creemos que tenemos la posibilidad de ser conscientes con los procesos y para ello podemos ir haciendo mejoras. Preferimos utilizar siempre metales que ya están circulando. Nuestra ideal a largo plazo es llegar a trabajar con pequeños pirquineros, extractores de metal locales.
Llegar a ser totalmente sostenibles creemos que es un camino muy largo, considerando que nuestro oficio se basa en la transformación de los materiales, y eso en sí tiene que ver con trabajar con energía, ya sea desde el momento que el material sale de la tierra al que llega a nuestras manos y nosotros la transformamos.
La orfebrería es alquimia, la que en esencia es transformación, por ende el uso de energía está implícito. Oxígeno, gas, reacciones químicas etc.
Lo que sí podemos manejar es que nuestro trabajo sea humanamente responsable. Conocer a nuestros proveedores, trabajar con ellos, respetarlos, pagar bien, ser justas. Respetarnos entre nosotras, respetar nuestros tiempos, nuestros procesos. Ser conscientes de que somos personas con necesidades, complejidades, y también hacernos cargo de eso. Por eso nos identificamos como slow design, que es un trabajo a escala de posibilidades humanas.
Si hoy trabajamos 14 horas diarias lo hacemos de forma amorosa, sin explotarnos. Somos conscientes de que es una inversión de tiempo necesaria para comenzar una marca, pero no nos vemos haciendo eso para siempre, sabemos que los descansos son muy importantes, y el respeto al descanso y a la salud también es sustentable", argumentan.
El futuro de Grieta lo proyectan como un estudio de diseño, con alcance internacional. Ello se debe a que siempre tienen ideas de diversos formatos de obras y productos, que por ser un equipo pequeño aún no pueden abordar.
"Además de joyas y orfebrería nos motiva aplicar estos conceptos a otros ámbitos. Nos nutre experimentar distintos materiales y procesos así también darnos el tiempo y espacio para contemplar, reflexionar y diseñar en otros medios. No necesariamente se refleja en este minuto en Grieta, pero si es parte de nuestro proceso creativo y es necesario el tiempo para que el proceso decante y se vaya transformando orgánicamente en nuevas obras y productos", concluyen.
¿Dónde comprarlas? En la tienda online de Grieta
La propuesta de Grieta
Para Margaret y Sofía, Grieta es fragilidad, es la huella de que algo sucedió, el rastro de un evento.
En esa línea señalan que nació para redescubrir el mundo cotidiano desde la reflexión y la observación detallada. "Son los objetos que habitan nuestro entorno los que movilizan la creatividad de la marca, buscando su esencia para transportarlos a una nueva dimensión. Nuestra marca no inventa nuevos universos en el camino, si no que le da luz a aquellos en los que día a día transitamos. Grieta es la sabiduría de la naturaleza en lo cotidiano y su propósito es que el mundo pueda conocerla y vestirse de ella", enfatizan.
Para lograr lo anterior, Margaret comenta que el proceso creativo lo aborda desde dos espacios, el experiencial que está ligado a su proceso artístico y el teórico que ha implicado entender qué es la creatividad y cómo funciona en las personas.
"En términos artísticos mi proceso es muy intuitivo y sensorial, la inspiración me viene muy fácil sobre todo en momentos de contemplación, desde ahí me es muy natural entrar en flow.
El teórico me permite tener certezas sobre las faces de mi proceso creativo, entender cómo funciona y cómo puedo sumergirme en el de forma contenida y plena. El conocimiento y ponerle nombre a los procesos es fundamental para sentirnos contenidos y poder fluir", complementa.
Para explicar estas aproximaciones, narra que en 2014 cursó un seminario de improvisación e interpretación musical, donde aprendió sobre "seguir el error", que en el contexto del trabajo vocal significa que mientras se canta, si se "equivoca" está la opción de repetir tres veces e incorporarlo a la propuesta, o también se puede seguir ese error, tomarlo como una invitación a cambiar esa propuesta y seguir la corriente o el flujo.
Este concepto lo ha llevado a su trabajo en joyería, lo que le ha posibilitado disfrutar el proceso. "Me sorprendo, me nutro y me siento plena. Antes de eso no era así, durante la adolescencia cuando pintaba, y luego la universidad el proceso creativo era tortuoso, dolía, era angustiante, nunca me sentía segura de nada, entraba en lo que se denomina entropia psíquica, cosa de la cual la mayoría de los creativos conocen y lamentablemente está muy normalizado.
Aprender a sacarle provecho al pensamiento divergente, en vez de ir contra él ha hecho que confluyan aspectos de mi desarrollo personal y artístico que han sido fundamentales para encontrar mi camino expresivo", comenta.
Los caminos de Margaret Greenhill en M y Grieta
Margaret además de su marca en común con Sofía Bravo, Grieta; desarrolla otra etiqueta llamado M de un carácter más artístico y experimental. A pesar de las diferencias de acentos y usos, ambas tienen como hilo conductor la naturaleza, la contemplación, reflexión y mundo interior.
En su línea artística trabaja con series cortas, ninguna igual a la otra, que no están concebidas para el vestir cotidiano. En cambio en su línea comercial están diseñadas para ser vestidas cómodamente y sean resistentes al uso destacando los rasgos de las personas para que se sientan y se vean fabulosas.
"Hace poco alguien lo definió muy bellamente como coleccionista y recreadora de los detalles que poseen los paisajes y territorios", relata.
El desafío de la sostenibilidad para Grieta
Tanto para Margaret como para Sofía el desafío de la sostenibilidad es un proceso en continúa mejora. "Nos gusta utilizar con respeto la palabra sustentabilidad, y no solo como una propaganda para mejorar la imagen de la marca. Más que sustentables creemos que tenemos la posibilidad de ser conscientes con los procesos y para ello podemos ir haciendo mejoras. Preferimos utilizar siempre metales que ya están circulando. Nuestra ideal a largo plazo es llegar a trabajar con pequeños pirquineros, extractores de metal locales.
Llegar a ser totalmente sostenibles creemos que es un camino muy largo, considerando que nuestro oficio se basa en la transformación de los materiales, y eso en sí tiene que ver con trabajar con energía, ya sea desde el momento que el material sale de la tierra al que llega a nuestras manos y nosotros la transformamos.
La orfebrería es alquimia, la que en esencia es transformación, por ende el uso de energía está implícito. Oxígeno, gas, reacciones químicas etc.
Lo que sí podemos manejar es que nuestro trabajo sea humanamente responsable. Conocer a nuestros proveedores, trabajar con ellos, respetarlos, pagar bien, ser justas. Respetarnos entre nosotras, respetar nuestros tiempos, nuestros procesos. Ser conscientes de que somos personas con necesidades, complejidades, y también hacernos cargo de eso. Por eso nos identificamos como slow design, que es un trabajo a escala de posibilidades humanas.
Si hoy trabajamos 14 horas diarias lo hacemos de forma amorosa, sin explotarnos. Somos conscientes de que es una inversión de tiempo necesaria para comenzar una marca, pero no nos vemos haciendo eso para siempre, sabemos que los descansos son muy importantes, y el respeto al descanso y a la salud también es sustentable", argumentan.
¿El futuro de Grieta?
El futuro de Grieta lo proyectan como un estudio de diseño, con alcance internacional. Ello se debe a que siempre tienen ideas de diversos formatos de obras y productos, que por ser un equipo pequeño aún no pueden abordar.
"Además de joyas y orfebrería nos motiva aplicar estos conceptos a otros ámbitos. Nos nutre experimentar distintos materiales y procesos así también darnos el tiempo y espacio para contemplar, reflexionar y diseñar en otros medios. No necesariamente se refleja en este minuto en Grieta, pero si es parte de nuestro proceso creativo y es necesario el tiempo para que el proceso decante y se vaya transformando orgánicamente en nuevas obras y productos", concluyen.
¿Dónde comprarlas? En la tienda online de Grieta
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