La premisa tras el Diplomado en Estudios Críticos de la Moda
Ángel cuenta que el diplomado se construyó bajo una premisa muy específica, y era hacer un estudio crítico de la moda a partir de lo que en el mundo anglosajón se llama critical fashion studies desde la mirada transdisciplinaria, donde la moda sirve como "índice" de la realidad, ya que dice lo que hay en una época, las principales guerras de identidad e intereses, pero también como un objeto de transformación de cambio social y política.
En ese sentido, si bien reconoce que en América Latina existían diferentes diplomados sobre moda con perspectiva histórica, no había ninguno que la abordara como un objeto teórico. "Lo que el diplomado va a proponer como objetivo principal es dedicar un campo de estudio que investigue los límites éticos, los alcances políticos, los problemas ecológicos, las diferencias de género, las cuestiones raciales y las formas estéticas que tiene la vestimenta hoy. Entonces, no se trata de un programa tradicional de estudios de casos sobre la moda, sino de asumir que en la moda se esconde el secreto de las sociedades capitalistas, de las sociedades contemporáneas", complementa.
En esa línea, más allá de ver la moda como un discurso frívolo o como un producto de la sociedad de masas, aspira a entenderla como un recurso crítico en el que es posible la emancipación y las prácticas libertarias no solo individuales, sino que también de los colectivos. Por lo mismo, Ángel cree que la teoría crítica de la moda puede instalarse como un paradigma de investigación, donde las prácticas políticas y estéticas de diferentes grupos, puedan ser resignificadas en un contexto público de aparición. "De ahí la importancia que le damos al feminismo, al género, a la teoría crítica racial, a las disidencias sexuales, a las lesiones corporales, porque nos parece que es ahí en estos lugares interseccionales donde la moda tiene mayor rendimiento explicativo por ende mayor rendimiento político", afirma.
La bibliografía del Diplomado en Estudios Críticos de la Moda
Al revisar la bibliografía del Diplomado en Estudios Críticos de la Moda queda en evidencia un acento hacia autoras y autores del llamado "norte global". Sin embargo, Ángel aclara que ello se debió porque no existen muchos estudios teóricos y estético-político sobre la moda en nuestra región. "Hay mucha investigación de caso, hay mucho trabajo histórico, sociológico, pero hay muy poco filosófico y estético dedicado a la moda desde una perspectiva del sur. Entonces, aunque la bibliografía inicialmente es utilizada a partir de autores del norte global, nuestro lugar de enunciación, nuestro lugar para pensar estos problemas, es a partir del sur. De ahí que podemos llamar también al diplomado como una teoría crítica de la moda desde el sur", insiste.
De hecho, él mismo está escribiendo una triada de libros sobre el tema y cree que el diplomado puede ser un buen espacio para que toda la gente que está dispersa, teorizando sobre la moda, pueda centralizar y concentrar su esfuerzo, activando una discusión desde Chile y Latinoamérica.
¿Por qué crees que es necesario que en Chile se dicte un diplomado como el de Estudios críticos de la moda?
Ángel relata que lleva alrededor de seis años investigando sobre moda, de los cuales los últimos dos los ha hecho desde Chile. De hecho, su llegada al Instituto de Estética se debe a que existen muy pocas personas desarrollando este tipo de estudios en la región. Desde esa perspectiva considera que en Chile es muy importante no solo hacer estudios de caso como los que se han realizado a la fecha, sino también mostrar la importancia de que se ofrezcan herramientas teóricas, analíticas, modelos conceptuales para poder teorizar y analizar este tipo de objetos."Muchas de las investigaciones que se hacen de la moda acá, utilizan los modelos anglosajones, y en el Instituto de Estética creemos que esos referentes, no son sensibles y no entienden la lógica extractivista que puede existir en nuestros países", insiste.
En ese sentido, piensa que es necesario que se dicte el diplomado para ofrecer, a la gente interesada en pensar la moda, "nuevas herramientas teóricas, nuevas formas de pensar en los objetos acerca de la moda, nuevas modalidades para problematizar estas discusiones y sobre todo ser muy sensibles a los cambios políticos y culturales que están aconteciendo en el país".
A ello se suma que hay mucho interés en la discusión sobre el textil asociada al impacto ambiental de la industria y el caso de los cementerios de basura en el desierto de Alto Hospicio.
"La moda no está exenta a la urgencia de los movimientos que surgen y los cambios sociales que vive el país y creo que es una hipótesis de trabajo: la moda termina transformado muchas de estas formas de pensar", recalca.
Lo anterior lo lleva insistir que la teoría crítica de la moda o los estudios críticos de la moda que se disponen hoy son principalmente anglosajones. Es decir, casi un 80% de la bibliografía está escrita en inglés y el otro 20% es europeo, lo que deja un porcentaje marginal a Latinoamérica. Desde ese antecedente, piensa que el diplomado puede generar no solo un conjunto de profesoras y profesores, sino también de campos de discusión de temáticas, de intereses, de bibliografías y de estudios para crear una producción nacional y regional sobre la moda.
"Creemos que la moda se entiende muy distinta en Buenos Aires, Santiago, Ciudad de México, Lima que en Nueva York, Milán o en las grandes metrópolis. La relación entre la vestimenta, la ropa, el colonialismo vestimentario, el colonialismo estético es muy distinto y por eso creemos que más que posicionarnos como un lugar más para pensar la moda, es uno de los lugares críticos idóneos para hacerlo. Tenemos una especie de privilegio epistémico que no tienen los países europeos ni anglosajones porque es en nuestra América Latina donde los circuitos de la moda, el mercado, las identidades toman unas intensidades a tal grado que no podríamos pensar todas las transformaciones institucionales y sin los cambios vestimentarios.
El rol del diplomado, en este sentido, es poner el índice, señalar que es en Chile y América Latina un lugar privilegiado para pensarla críticamente y no solo describirla, para transformarla, hacerla más inclusiva, más sustentable, que nos permita imaginar contextos de extinción y de catástrofe como la que estamos viviendo por la crisis climática y en la cual la moda no solo debe ser vista como una especie de abono, sino también como una capacidad de intervenir en esa discusión. Entonces el diplomado nos permitirá mostrar el lado oscuro de la moda, el compensatorio, el crítico y poder hacer un tipo de industria, pero también de pensamiento acerca de la moda que sea sensible a la crisis civilizatoria que estamos viviendo", analiza.
El futuro del Diplomado en Estudios Críticos de la Moda
El diplomado partió como un curso de extensión introductorio, que tuvo dos versiones y que rápidamente quedó sin plazas disponibles. Ese interés los llevó de extenderlo y a pensar en su futuro no solo como un espacio de discusión crítica desde América Latina, sino también como un lugar idóneo y pionero para ser una teoría crítica de la moda en español. De hecho, la aspiración es que llegue a convertirse en un magíster de estudios críticos de la moda con un conjunto fuerte de académicos, estudiantes e investigadorxs de la región. "Hay un caso en Colombia, pero siguen muy anclados al modelo anglosajón y sociológico histórico, no a nuestra manera que tiene que ver con el énfasis en lo filosófico, poético, estético, literario, cinematográfico y audiovisual, que es el punto donde está más fuerte el diplomado", aclara
"Sería finalmente la última proyección del diplomado: que se genere una discusión pública sobre el problema de la gordura, la discriminación corporal, las disidencias corporales, las tallas en la industria, la posibilidades de un diseño crítico, la relación entre feminismo, género y vestimenta, la relación entre cuerpos racializados, cuerpos étnicos y moda. Así precisamente, entender que la moda es una oportunidad, que atraviesa los cuerpos y que los cuerpos cuando son pensados, son ingobernables. La moda también abriría la posibilidad de hacer una crítica a la moda y, al mismo tiempo, abrir a la pluralidad de los estilos", concluye.
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(Imagen principal por Amanda Astorga)
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