[MODA CHILENA] La lluvia, la naturaleza y el deseo de disfrutar y cuidar del lugar en el que eligieron vivir motivó a Domi Hollemart y Toti Correa a crear su marca de botas de agua (y prendas "de lluvia") con foco en la sostenibilidad, Caranca. Hoy, desde Puerto Varas, nos contarán más detalles de esta aventura de moda circular en la que la colaboración entre diversos actores ha sido clave para seguir creciendo.
En la X Región de Chile llueve en promedio 3.500 milímetros al año, por lo mismo, Caranca viene a cubrir una necesidad asociada a ese clima. "Caranca te invita a salir de tu casa y disfrutar la naturaleza tal cual es con lluvia, viento, barro, frío, soleado o sin lluvia. Con Caranca te empapas de naturaleza y aventuras", señalan.
Para lograr lo anterior, han puesto a la economía circular como eje de su proceso creativo."Nosotros reutilizamos las botas de descarte, las que vienen malas, de la producción de otras marcas. Producimos en una fábrica en China, la misma donde produce Hunter y nos hacemos cargo de los desechos de esa fábrica utilizándolos en nuestras botas. A su vez, utilizamos packagings 100% reciclados y, mientras seguimos recorriendo el camino de ser más sostenibles en nuestra producción, generamos una alianza con Todos Reciclamos, quienes gestionan el doble del material generado por Caranca como manera de compensar el impacto medio ambiental", detallan.
En esa apuesta productiva también se aliaron con la empresa alemana Footwear Studios & Ventures GmbH (FS&V), quien es su agencia partner de calzado. Trabajar con ello lo describen como una experiencia fascinante. "Con ellos empezamos a encarnar nuestro lema de la Patagonia al Mundo. Caranca se caracteriza por no encerrarse en fronteras, si bien es un emprendimiento que nace en el sur de Chile, nace para el mundo y con el mundo. Hay mucho conocimiento, prueba y error y avances tecnológicos en otros países que quisimos recolectar. Existen personas con otra mirada, otro enfoque, que quisimos aprovechar porque nos une un objetivo común: trabajar por un propósito mayor al económico, un propósito de triple impacto; ambiental, económico y social", insisten.
"Respecto al ecosistema chileno para emprender, nos parece que es de alto nivel, las universidades, Corfo e incluso el Servicio de Impuestos Internos están otorgando una oferta que facilita el emprendimiento. Cada vez hay más espacios públicos y privados que ofrecen posibilidad de conectar, de hacer redes, espacios que fomentan la colaboración y la cocreación. Sin embargo, aún creemos que falta la democratización del acceso a redes, y no me refiero a las redes sociales, me refiero a las redes de apalancamiento".
Domi y Toti visualizan el futuro de Caranca desarrollándose de manera sostenible. De hecho, lo imaginan como una escalera donde el 1 es no sustentable y el 10 es muy sustentable. Ellos quieren ir subiendo los escalones en la medida que van creciendo, pensando en los impactos.
"Lo imaginamos también de la Patagonia al Mundo, ya estamos comercializando en Alemania en una tienda en Berlín y próximos a producir en Polonia, queremos seguir generando alianzas sin fronteras y ver a dónde nos lleva, pero siempre con las botas puestas en Chile, en el hábitat que nos inspira y nos recuerda la importancia de cuidarlo y respetarlo", concluyen.
¿Dónde comprarlas? En su tienda online.
La propuesta de Caranca
En la X Región de Chile llueve en promedio 3.500 milímetros al año, por lo mismo, Caranca viene a cubrir una necesidad asociada a ese clima. "Caranca te invita a salir de tu casa y disfrutar la naturaleza tal cual es con lluvia, viento, barro, frío, soleado o sin lluvia. Con Caranca te empapas de naturaleza y aventuras", señalan.
Para lograr lo anterior, han puesto a la economía circular como eje de su proceso creativo."Nosotros reutilizamos las botas de descarte, las que vienen malas, de la producción de otras marcas. Producimos en una fábrica en China, la misma donde produce Hunter y nos hacemos cargo de los desechos de esa fábrica utilizándolos en nuestras botas. A su vez, utilizamos packagings 100% reciclados y, mientras seguimos recorriendo el camino de ser más sostenibles en nuestra producción, generamos una alianza con Todos Reciclamos, quienes gestionan el doble del material generado por Caranca como manera de compensar el impacto medio ambiental", detallan.
En esa apuesta productiva también se aliaron con la empresa alemana Footwear Studios & Ventures GmbH (FS&V), quien es su agencia partner de calzado. Trabajar con ello lo describen como una experiencia fascinante. "Con ellos empezamos a encarnar nuestro lema de la Patagonia al Mundo. Caranca se caracteriza por no encerrarse en fronteras, si bien es un emprendimiento que nace en el sur de Chile, nace para el mundo y con el mundo. Hay mucho conocimiento, prueba y error y avances tecnológicos en otros países que quisimos recolectar. Existen personas con otra mirada, otro enfoque, que quisimos aprovechar porque nos une un objetivo común: trabajar por un propósito mayor al económico, un propósito de triple impacto; ambiental, económico y social", insisten.
¿Qué creen que se necesita en Chile para impulsar más emprendimientos como el suyo?
"Respecto al ecosistema chileno para emprender, nos parece que es de alto nivel, las universidades, Corfo e incluso el Servicio de Impuestos Internos están otorgando una oferta que facilita el emprendimiento. Cada vez hay más espacios públicos y privados que ofrecen posibilidad de conectar, de hacer redes, espacios que fomentan la colaboración y la cocreación. Sin embargo, aún creemos que falta la democratización del acceso a redes, y no me refiero a las redes sociales, me refiero a las redes de apalancamiento".
¿El futuro Caranca?
Domi y Toti visualizan el futuro de Caranca desarrollándose de manera sostenible. De hecho, lo imaginan como una escalera donde el 1 es no sustentable y el 10 es muy sustentable. Ellos quieren ir subiendo los escalones en la medida que van creciendo, pensando en los impactos.
"Lo imaginamos también de la Patagonia al Mundo, ya estamos comercializando en Alemania en una tienda en Berlín y próximos a producir en Polonia, queremos seguir generando alianzas sin fronteras y ver a dónde nos lleva, pero siempre con las botas puestas en Chile, en el hábitat que nos inspira y nos recuerda la importancia de cuidarlo y respetarlo", concluyen.
¿Dónde comprarlas? En su tienda online.
(Fotos gentileza de Caranca)
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