[MODA CHILENA] Desde niño, el juego de colores, el patrón oversize, la música, las series y las películas de la década de los 90s cautivaron a Diego Araya. Esta pasión estética que se unió a su amor por el arte, lo llevó a crear una marca cuyo concepto central era "Atrapado en los 90´s" y "Vivo los 90´S en los 2mil", cuyo logo fue un personaje que solía pintar en sus murales y dibujos a modo de tag. Esa visión se unió a los conocimientos de costura que adquirió mientras tenía una tienda de ropa usada, momento en que aprendió a reutilizar y, sin darse cuenta, a darle forma a su etiqueta de ropa streetwear desde el suprareciclaje: Pequeño gangster. Hoy nos contará más detalles sobre ella.
En esa línea, lo primero que hace en su proceso creativo es definir las paletas de colores que ocupará y desde ahí tomar ciertas inspiraciones que surgen desde lo cotidiano, traspasándolas a bocetos donde diseña los cortes y formas, lo que le permite tener mayor claridad respecto a qué tipo de prenda realizará. "Una de las cosas que define mis prendas es el tallaje propio, por lo que cuando tengo en mente alguna de un solo color, se mantiene la identidad de la marca al mezclar distintos tipos de telas", explica.
Sin embargo, con el paso del tiempo, este proceso comenzó a ser cada vez más complejo, debido a que empezó a vender ropa usada por kilo y tuvo menos disponibilidad de material para trabajar (los "grandes paños" se agotaban rápidamente). "Ahora tenemos una línea de prendas donde mezclamos telas recicladas con nuevas y otras que mantienen casi su totalidad en la reconstrucción textil como son los pantalones (...) Así que intentamos crear más que estilo, sino también conciencia del consumo responsable de ropa. Más que apuntar al no consumo de ropa del mercado fast fashion, creo que lo importante es saber consumir de manera consciente", añade.
Desde esa mirada, cree que desarrollar etiquetas de moda a partir de la reutilización y el suprareciclaje textil es fundamental dada la cantidad de ropa usada que está circulando.
"Apostar por marcas que trabajan con estas técnicas es entregarle el valor a cada engranaje dentro del proceso del producto. Sabiendo lo que conlleva desarrollar un diseño único sin perder la esencia de crear conciencias. En esto se invierte mucho tiempo (...) No es una producción sistemática por grandes cantidades. Los costos son mayores, el esfuerzo es mayor, el tiempo que se dedica a cada proceso es largo y el valor con el cual lo hacemos es grande. Le damos importancia al producto desde el principio y es gratificante cuando prefieren nuestras prendas y saber que nos estamos posicionando dentro de las marcas, sin necesidad de apostar a externalizar nuestros procesos y llevarlos a que un taller los produzca", afirma.
A todo ello se agrega su deseo de participar en eventos que den a conocer su propuesta, así también seguir sumándose en proyectos con artistas, colaborar con grandes marcas y transmitir exclusividad con sus colecciones limitadas y prendas únicas.
"Creo que luego de cinco años de lleno con la marca he avanzado demasiado. Siguiendo caminos para descubrir y fortalecer lo que deseo y cómo lo quiero hacer. Muchas veces se debe empezar de cero o devolverse, porque el camino correcto era el que pasamos por alto, eso está bien. Debemos mantener el enfoque e ir por nuestros objetivos. Pero nunca dejar de intentar. El objetivo se mantiene, las maneras van cambiando, es un juego y hay que disfrutarlo hasta lograrlo", remata.
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
La propuesta de Pequeño gangster
La nostalgia de mantener viva una época llena de cambios y riquezas dentro de la cultura urbana es la base de la propuesta de Pequeño gangster. Para lograr ese propósito, le da importancia a crear prendas únicas y limitadas con un concepto propio en la que mantiene la esencia, se dan vida a clásicos y se deja rastro.En esa línea, lo primero que hace en su proceso creativo es definir las paletas de colores que ocupará y desde ahí tomar ciertas inspiraciones que surgen desde lo cotidiano, traspasándolas a bocetos donde diseña los cortes y formas, lo que le permite tener mayor claridad respecto a qué tipo de prenda realizará. "Una de las cosas que define mis prendas es el tallaje propio, por lo que cuando tengo en mente alguna de un solo color, se mantiene la identidad de la marca al mezclar distintos tipos de telas", explica.
El desafío de la sostenibilidad para Pequeño gangster
Diego relata que al comenzar Pequeño gangster todas sus prendas eran creadas en base a la reconstrucción textil. De hecho, utilizaba casi un 100% de ropa usada -incluso cierres- para dar vida a sus productos. "Cuando comencé con la marca no modificaba ropa, veía las prendas en mal estado como paños, que podían ser lo que se tuviera en mente", señala.Sin embargo, con el paso del tiempo, este proceso comenzó a ser cada vez más complejo, debido a que empezó a vender ropa usada por kilo y tuvo menos disponibilidad de material para trabajar (los "grandes paños" se agotaban rápidamente). "Ahora tenemos una línea de prendas donde mezclamos telas recicladas con nuevas y otras que mantienen casi su totalidad en la reconstrucción textil como son los pantalones (...) Así que intentamos crear más que estilo, sino también conciencia del consumo responsable de ropa. Más que apuntar al no consumo de ropa del mercado fast fashion, creo que lo importante es saber consumir de manera consciente", añade.
Desde esa mirada, cree que desarrollar etiquetas de moda a partir de la reutilización y el suprareciclaje textil es fundamental dada la cantidad de ropa usada que está circulando.
"Apostar por marcas que trabajan con estas técnicas es entregarle el valor a cada engranaje dentro del proceso del producto. Sabiendo lo que conlleva desarrollar un diseño único sin perder la esencia de crear conciencias. En esto se invierte mucho tiempo (...) No es una producción sistemática por grandes cantidades. Los costos son mayores, el esfuerzo es mayor, el tiempo que se dedica a cada proceso es largo y el valor con el cual lo hacemos es grande. Le damos importancia al producto desde el principio y es gratificante cuando prefieren nuestras prendas y saber que nos estamos posicionando dentro de las marcas, sin necesidad de apostar a externalizar nuestros procesos y llevarlos a que un taller los produzca", afirma.
¿El futuro de Pequeño gangster?
La libertad creativa es lo que moviliza el presente y el futuro de Pequeño gangster. Es por ello que en 2024 se ha trazado objetivos a corto plazo claros, tales como formalizar un taller -cerca de la playa- con un equipo de trabajo que produzca las prendas. "La parte más importante de mis procesos creativos es la inspiración, evadir la monotonía y las situaciones que demanden mucho de tu tiempo y que no permitan fluir. Y quiero que ese ritmo y energía se transmita dentro de los procesos de creaciones. No algo solo como vitrina para vender, debe ser real sino para qué", insiste.A todo ello se agrega su deseo de participar en eventos que den a conocer su propuesta, así también seguir sumándose en proyectos con artistas, colaborar con grandes marcas y transmitir exclusividad con sus colecciones limitadas y prendas únicas.
"Creo que luego de cinco años de lleno con la marca he avanzado demasiado. Siguiendo caminos para descubrir y fortalecer lo que deseo y cómo lo quiero hacer. Muchas veces se debe empezar de cero o devolverse, porque el camino correcto era el que pasamos por alto, eso está bien. Debemos mantener el enfoque e ir por nuestros objetivos. Pero nunca dejar de intentar. El objetivo se mantiene, las maneras van cambiando, es un juego y hay que disfrutarlo hasta lograrlo", remata.
¿Dónde comprarla? En su tienda online.
(Fotos gentileza de Pequeño gangster)
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