El estancamiento de la sostenibilidad de la moda según Remake

[SOSTENIBILIDAD] La industria de la moda no logra avanzar con la velocidad que se le demanda, así da cuenta el Fashion Accountability Report 2024 (Informe de responsabilidad de la moda 2024) de Remake publicado hace algunas semanas. Entre sus principales conclusiones señala que si bien algunas de sus métricas son aspiracionales,  resulta decepcionante notar que muchas de las prácticas propuestas rondan el sentido común (desde el punto del beneficio neto para el mundo), sin embargo no tienen buena calificación. De hecho, hay criterios en los que ninguna empresa de moda obtuvo un solo punto y el promedio de las 52 compañías evaluadas fue 14 de 150 puntos. Hoy revisamos parte de estos inquietantes resultados.

Los inquietantes resultados del Informe de responsabilidad de la moda 2024

Las empresas mejor rankeadas en el Fashion Accountability Report 2024 -Everlane con 40, H&M Group (Arket, COS, Monki, Weekday y Other Stories) con 37, y PUMA con 36 de 150 puntos en total- todavía hacen muy poco por crear un mejor sistema de la moda, afirma Remake.

En efecto, las métricas cambiaron muy poco de un año para otro y los puntajes promedios por categorías dejan mucho que desear: Trazabilidad (uno de ocho puntos posibles), Salarios y Bienestar (dos de 23), Prácticas Comerciales (uno de 15) y Gobernanza (tres de 42 puntos) se mantuvieron iguales. Materias primas (tres de 20 puntos posibles) y Justicia Ambiental (cinco de 42 puntos) sólo mejoraron un punto en esta edición. 

Resultados promedios del informe 2022 versus 2023

En resumen -comentan en el reporte- las grandes promesas hechas por la industria de la moda en la última década como pagar lo suficiente como para que la gente que trabaja en su cadena de valor tenga una vida digna y ser netamente positivos para el planeta, se han estancado.  "Esta situación no es sostenible, ni desde una perspectiva medioambiental ni desde una perspectiva empresarial. ¿Cuánto tiempo puede una industria tambalearse, perdiendo talento y abusando de las comunidades y ecosistemas de los que depende para funcionar?", se preguntan en el reporte.

En esa línea, enfatizan que los grandes problemas medioambientales y sociales del sector se están "resolviendo" solo desde una perspectiva de relaciones públicas y no desde una mirada holística, que supone modificar el modelo de negocio existente y tomar acciones decisivas y no solo retóricas.

"Para que realmente se produzca un cambio sistémico más amplio, las marcas y los minoristas grandes e influyentes deben apoyar leyes y acuerdos vinculantes que responsabilicen mutuamente a las empresas de la moda por los impactos ambientales y de derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro", insisten.



Asimismo, recalcan la necesidad de repartir los riesgos de la operación que hoy están desbalanceados y descansan en los proveedores y trabajadorxs, quienes en su mayoría están en una posición vulnerable. 

En ese sentido, subrayan que varias compañías tiene manual de conducta para sus proveedores, pero ninguna es capaz de señalar cuál es su manual de conducta de compra. "Los contratos más justos son un medio crucial para revisar el desequilibrio de poder sistémico que impregna la industria de la moda", enfatizan.

Junto con ello reiteran que si se pagara lo que corresponde por la ropa habría mucho más cuidado en los stocks, ya que hoy es mucho más lucrativo sobreproducir y desechar que reducir la producción a niveles razonables. En esa línea, ninguna de las compañías evaluadas se ha comprometido todavía a reducir o siquiera estabilizar el número de prendas que produce cada año.

Lo anterior -que podría tildarse de neocolonialismo-, se incrementa al comprobar la escasa diversidad racial y cultural de los grandes ejecutivos de la moda. En el informe confirman que "ninguna empresa comparte datos completos sobre resultados que muestren un aumento en las contrataciones de grupos históricamente subrepresentados específicamente en la escala corporativa (a diferencia de los empleos minoristas) o promociones de empleados de dichos grupos a puestos gerenciales más altos. Sólo tres empresas -Everlane, Gap Inc. (GAP, Old Navy, Banana Republic, Athleta) y REI– han tomado medidas para eliminar barreras específicas en sus procesos de contratación para candidatos de comunidades subrepresentadas", exponen.

Por otra parte, solo PUMA declaró que paga a todos sus empleados directos un salario digno, al mismo tiempo que revela el punto de referencia que utiliza para determinar dichos salarios. Sin embargo, en Remake insisten que en el futuro les gustaría que PUMA y otros respalden tales afirmaciones con datos salariales año tras año.

Como se puede apreciar las brechas siguen siendo enormes y la velocidad de cambio de la industria de la moda es paradojal, si se compara la rapidez con que reacciona su operación ante las múltiples tendencias y comportamientos de redes sociales.

Resultados de todas las marcas evaluadas según métricas del informe

La lectura del Fashion Accountability Report 2024 vuelve a poner sobre la mesa la necesidad urgente de regular el sector con leyes y marcos normativos, que no sólo dejen atrás la desidia y el voluntarismo, sino también le entreguen una real sostenibilidad a la industria. 

La foto de la moda hoy, incomoda.

Lee completo el Fashion Accountability Report 2024

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(Fotos gentileza de Remake)