Las luchas pendientes de las mujeres con la moda

[8M] ¿Por qué la industria de la moda nos sigue ofreciendo referentes limitados de belleza? ¿Por qué sigue tratando a las trabajadoras de la confección como si fueran ciudadanas de segunda categoría? ¿Por qué sus directivos siguen siendo, en su mayoría, hombres? Este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es una excelente efeméride para que las marcas del sector “rompan vestiduras” por todo lo que dicen hacer, pero que en la práctica se traduce en una moda que todavía no logra entender que “el futuro no es femenino”, sino el presente. Hoy reflexiono por qué no podemos bajar los brazos en nuestra lucha por una igualdad de derecho de las mujeres en la moda.

La lucha de las mujeres debe mirar a la moda

La moda no avanza al ritmo de los tiempos, al menos respecto a la agenda por la igualdad de derecho de las mujeres. Aunque seguimos siendo sus clientas favoritas, lo que se traduce en que se espera que a fines de 2033 el valor de mercado de la ropa para mujeres sea de 1280 mil millones de dólares versus los 952,89 mil millones de dólares en 2030 del segmento masculino, la moda no parece vernos.

A pesar de que ocurrió una cuarta ola feminista, así como la publicación de leyes importantes a nivel internacional (siempre amenazadas por las fuerzas misóginas de turno) y local a favor de nuestra igualdad de derechos, por nombrar solo dos hitos base, la moda sigue en un punto muerto.

Nos confunde con portadas grandilocuentes de revistas famosas de moda en papel couché (sí todavía existen aunque no lo crean!) que hablan de diversidad en la representación, pero en lo práctico, sigue igual.

La evidencia lo demuestra: las mujeres siguen teniendo una representación marginal en los puestos de poder (a pesar de los optimistas datos de la consultora de reclutamiento Korn Ferry); las trabajadoras de la confección siguen siendo explotadas (sino lo creen vean los reportes de Human Right Watch o The Hindu) ; todavía no logramos que todas las mujeres puedan vestir con la ropa que desean y no solo la disponible (no hay talla para todas) y la representación de la diversidad de nuestros cuerpos es escasa y siempre desde el mismo referente.





¿Y nosotras? Miramos resignadas que esta industria siga dictando sus "tendencias" hacia nosotras implacable e impunemente.

Pero hoy es un buen día para decir "basta". En una industria transaccional como la de la moda, hoy tenemos que entender que el nosotras tenemos "la sartén por el mango", por lo que debemos exigirle (desde las redes sociales hasta dejando de preferirlos) que nos mire, nos respete, no nos violente simbólicamente y que realmente esté a la altura de las mujeres que somos y de los tiempos que corren.

Nosotras, en conjunto y como movimiento, hemos tenido la capacidad para cambiar la historia, para quebrar la normalización de los abusos y para hacerle entender a la sociedad que la igualdad de derechos beneficia a todxs no solo a nosotras. Por lo mismo, en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer tenemos que recordar que las mujeres que se la jugaron por nuestro derechos eran trabajadoras de la confección y que la ropa, nos guste o no, no solo ha marcado la historia de nuestros derechos, sino que hoy también nos recuerda que nuestra lucha todavía no se detiene.