[MODA CHILENA] El arte, la artesanía y el trabajo de las formas han marcado la vida de la arquitecta y joyera chilena, Francisca Sandoval. De madre acuarelista y padre escultor, tras una década compartiendo taller/tienda con su mamá, en 2016 decide independizarse y crear su marca de joyería, Phibra. "'Phi' en referencia al número áureo y el precepto de proporciones de belleza universal, memoria de mi formación, y a las 'fibras' como los materiales que solían destacarse en mis proyectos artesanales en el taller. Dos pasiones que se unieron en piezas que he ido cultivando a lo largo de los años de manera pausada, reflexiva y sensible", explica Francisca. Hoy nos cuenta más detalles de su propuesta, en primera persona.
La propuesta de Phibra
Para Francisca, la propuesta de Phibra es sinergia entre pensamiento creativo, innovación y sostenibilidad. Redefiniendo su joyería desde la originalidad de la pieza de arte portable a una expresión de responsabilidad y del proyecto de futuro que quiere.
En cuanto al pensamiento creativo e innovación explica: "en Phibra me dedico a explorar constantemente nuevas ideas, materiales y procesos para desarrollar productos que no sólo sean estéticamente atractivos, sino también con identidad diferenciadora. Cada pieza es el resultado de un proceso donde la creatividad y la fabricación tecnológica se encuentran para generar objetos que salgan de lo establecido y construyan un discurso propio".
Sobre la sostenibilidad añade: "consecuencia natural tanto de mi compromiso con el oficio artístico y la durabilidad del objeto, como en la investigación de nuevas materialidades que nacen cada día más respetuosas y conscientes de nuestro entorno. La ética y la estética para mí son indivisibles, y este precepto ha ido madurando en la marca junto conmigo. En cada objeto que diseño y construyo tengo cada vez más cuidado y respeto por los procesos, reflejando estos valores en el resultado final".
Por otra parte, comenta que en su proceso creativo hay mucho ensayo y error, así como una relación honesta con cada material, lo que supone tiempo y paciencia.
"Me apasiona la idea de experimentar y descubrir nuevos materiales que van más allá de su uso convencional, trabajo con cuero de diferentes densidades, pieles vegetales sobre todo la de cactus, y textiles e hilados como el lino 100%, incluso tengo chapas de madera esperando su turno para encontrar formas y diseños nuevos", explica.
Lo anterior le obliga a no apurarse y a entender el material a paso lento. De hecho, afirma que la fabricación digital se ha transformado en una herramienta facilitadora sobre todo el corte láser y el prototipado eficiente de las ideas para lograr un resultado óptimo y satisfactorio para sus diferentes obsesiones de proporciones, formas y acabados.
El desafío de la sostenibilidad para Phibra
La sostenibilidad es un pilar fundamental de Phibra. Así lo hacía notar Francisca al hablar de su propuesta y cuenta que si bien puede ralentizar su investigación y desarrollo, no es tan costosa como se piensa. "Mi meta va más allá de ser solo una marca de nicho; estoy convencida de que al lograr que mis productos promuevan la reflexión sobre la sostenibilidad y mantengan un equilibrio adecuado entre calidad y precio, podré establecer un diálogo con un público más amplio", afirma.En esa línea, cuenta que trabaja con cuero descartado de marcas locales, principalmente cuero de vestimenta, y que incorporó Desserto, piel vegetal elaborada a partir de cactus nopa. Además tiene el interés de explorar en la creación de sus propios biomateriales.
"También el packaging está hecho de cartón a base de cáscara de papa, sin que esto afecte su resistencia y su estética acorde a una joya, potenciando el uso de cero plástico desde la construcción hasta la llegada del producto al consumidor final", agrega.
¿Por qué crees que las marcas de joyería latinas tienen que tener como norte la sostenibilidad y eventualmente también la regeneración?
"Primero, la riqueza natural y cultural de América Latina es incomparable. Nuestra región alberga una biodiversidad única y recursos naturales preciosos que han sido la base de muchas de nuestras tradiciones joyeras. Adoptando prácticas sostenibles, las marcas de joyería pueden contribuir a la conservación de estos recursos, asegurando que las futuras generaciones también puedan disfrutar y beneficiarse de ellos. La sostenibilidad es una responsabilidad hacia nuestro entorno y nuestra herencia cultural.La regeneración lleva la sostenibilidad un paso más allá. No se trata solo de minimizar el impacto negativo, sino de crear un impacto positivo. Las marcas pueden involucrarse en iniciativas que restauran ecosistemas dañados y apoyen a las comunidades locales. Trabajar con artesanos locales y utilizar materiales reciclados no solo es una iniciativa medioambiental, sino que también promueve el desarrollo económico y social de nuestras comunidades. Un ejemplo concreto y que admiro mucho es Labva en Valdivia, quienes tienen una propuesta tan coherente en su discurso y sus acciones, que son inspiración profunda y muy cercana".
Soñando el futuro de Phibra
Francisca proyecta el futuro de Phibra en tres áreas claves: producción, comunicación e internacionalización. Respecto a la primera, su apuesta es continuar innovando en materiales sostenibles y explorar la creación de biomateriales propios. Sobre la segunda, su enfoque es desarrollar un plan de comunicación más efectivo para que los nuevos clientes entiendan la propuesta de sus materiales y su relevancia. Mientras que en la tercera, su intención es expandir su alcance ingresando a nuevos mercados. "Actualmente, estamos presentes en algunas tiendas de diseño de autor latinoamericano; sin embargo, la meta es llegar a más mercados promoviendo nuestros valores y propuestas", concluye.
¿Dónde comprar Phibra? En su tienda online.
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