[OLIMPIADAS] La historia de las Olimpiadas está llena de declaraciones políticas. Porque si bien este espacio se yergue como una "fiesta planetaria del deporte", también es una vitrina de visibilización de la contingencia, así como de la imagen y valores de los países competidores. En esa línea, el vestir de quienes participan en esta instancia no es inocente, sino un reflejo de cómo esas naciones se posicionan tanto en la arena deportiva como en la internacional. Esto último nos lleva a reflexionar, ¿qué dice Chile de si mismo cuando su uniforme oficial está hecho por un retailer? ¿Qué imagen país proyecta? ¿Qué cultura exporta? Hoy lo analizo.
En ellas notamos lo que nos parecería obvio: la intención de mostrar una narrativa no solo deportiva, sino también de país, recatando diseñadores y oficios locales, así también como símbolos y siluetas tradicionales. Lamentablemente cuando llegamos a Chile, se produce una especie de cortocircuitos visual que desconcierta: el uniforme fue elaborado por un retailer en sus talleres con textiles con ciertos atributos más sostenibles (el uso de lino y tencel), pero con cero mirada estratégica.
La falta de oportunidad y pertinencia de esta decisión realmente estremece. ¿Qué pasó por la cabeza del Comité Olímpico local para creer que esta alternativa era la "correcta"? Para un país que aspira a ser sede olímpica en un futuro no tan lejano, que fue escenario de los Panamericanos y que desea ser conocido más allá de sus commodities ¿realmente era la mejor opción?
En la inauguración de Paris 2024 pudimos emocionarnos con un espectáculo que mostró cada uno de los elementos que para Francia constituyen su identidad, así como su imagen país. En ellos, la moda y el vestuario fueron piezas claves, no solo mirando la tradición sino también el presente y futuro de la mano de los valores patrios y olímpicos.
En ese sentido, ¿por qué teniendo diseñadores locales con experiencia internacional y un talento inconmensurable, no se optó por concursar públicamente el diseño y confección de los uniformes? ¿Por qué decidimos perdernos -literalmente tras salir en un barco junto a Canadá y China- en la monotonía y la funcionalidad sosa? ¿Qué dice de nosotros este vestuario?
En un momento en que vivimos el desafío de salir de la irrelevancia en muchos sentidos, perdimos la oportunidad de estar en el boca a boca, de cambiar nuestro relato por uno que atraiga las miradas para bien. Porque muchos quieran decir lo contrario en Chile SI tenemos las capacidades, las competencias e incluso los materiales, a pesar de nuestra casi extinta industria textil.
Mientras lo pensamos, volvamos al caso de Mongolia, Haití y Taipe Chino/Taiwán. Con algo tan "irrelevante" para algunos como sus uniformes olímpicos lograron, por unos días, dejar de lado los estereotipos que los persiguen debido a sus diferentes contingencias políticas y sociales y pudieron poner sus nombres al lado de conceptos tales como belleza, creatividad y artesanía. Por un instante, solo pensamos en ellos desde el paradigma de la "hermosura y el deseo", porque supieron tomar este desafío con una mirada estratégica comprendiendo el poder las redes sociales y de que, quizás, no se puede brillar con toda la fuerza que se desea en la cancha, pero si "en la pasarela olímpica".
Chile perdió ese partido teniendo todos los elementos para ganarlo. Pero tengo la esperanza de que no estas olimpiadas no será la única cancha, ni estadio para demostrar que no somos "la copia feliz del Edén", sino que somos capaces de crear nuestro propio Edén. Nuestro relato país del vestir.
¿Qué dice de Chile su uniforme olímpico?
La antesala de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 estuvo rodeada por las imágenes de los uniformes de las diversas delegaciones que participarían y por el relato, tanto estético como conceptual, de cada una de las propuestas. Es así como nos enamoramos de la delicadeza y oficio de Mongolia, así también de la factoría y estilo de Haití y Taipe Chino/Taiwán (si quieres ver el detalle de esto revisa la columna que escribió Ale Cuevas sobre ello).En ellas notamos lo que nos parecería obvio: la intención de mostrar una narrativa no solo deportiva, sino también de país, recatando diseñadores y oficios locales, así también como símbolos y siluetas tradicionales. Lamentablemente cuando llegamos a Chile, se produce una especie de cortocircuitos visual que desconcierta: el uniforme fue elaborado por un retailer en sus talleres con textiles con ciertos atributos más sostenibles (el uso de lino y tencel), pero con cero mirada estratégica.
La falta de oportunidad y pertinencia de esta decisión realmente estremece. ¿Qué pasó por la cabeza del Comité Olímpico local para creer que esta alternativa era la "correcta"? Para un país que aspira a ser sede olímpica en un futuro no tan lejano, que fue escenario de los Panamericanos y que desea ser conocido más allá de sus commodities ¿realmente era la mejor opción?
Foto de Team Chile en inauguración de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 por Chilevisión
En la inauguración de Paris 2024 pudimos emocionarnos con un espectáculo que mostró cada uno de los elementos que para Francia constituyen su identidad, así como su imagen país. En ellos, la moda y el vestuario fueron piezas claves, no solo mirando la tradición sino también el presente y futuro de la mano de los valores patrios y olímpicos.
En ese sentido, ¿por qué teniendo diseñadores locales con experiencia internacional y un talento inconmensurable, no se optó por concursar públicamente el diseño y confección de los uniformes? ¿Por qué decidimos perdernos -literalmente tras salir en un barco junto a Canadá y China- en la monotonía y la funcionalidad sosa? ¿Qué dice de nosotros este vestuario?
En un momento en que vivimos el desafío de salir de la irrelevancia en muchos sentidos, perdimos la oportunidad de estar en el boca a boca, de cambiar nuestro relato por uno que atraiga las miradas para bien. Porque muchos quieran decir lo contrario en Chile SI tenemos las capacidades, las competencias e incluso los materiales, a pesar de nuestra casi extinta industria textil.
Así lo observamos al revisar la cohorte de nuevos creativos que están saliendo de diversas instituciones académicas a lo largo del país; al hojear el catálogo de marcas de la asociación gremial Moda Chile o de los diversos suprarecicladores textiles; al recorrer la fábrica de Textil Cassis, Strobel o al mirar los avances en biomateriales hechos en Chile. Así lo proyectamos cuando dedicamos esfuerzos del Estado para crear una Estrategia de Economía Circular para Textiles o incluimos a la moda como una industria creativa. Entonces ¿qué pasó? ¿Qué es lo que no supimos ver?
Foto de Team Chile en la previa de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Paris 2024 por Chilevisión
Chile perdió ese partido teniendo todos los elementos para ganarlo. Pero tengo la esperanza de que no estas olimpiadas no será la única cancha, ni estadio para demostrar que no somos "la copia feliz del Edén", sino que somos capaces de crear nuestro propio Edén. Nuestro relato país del vestir.
(Fotos gentileza Team Chile)
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