Por qué reflexionar, desde la danza, sobre el impacto de la industria de la moda
Para Isabel es importante reflexionar sobre el impacto de la industria de la moda, desde cualquier lugar y desde todos los frentes y puntos de vistas posibles. "Creo que es necesario utilizar la mayor cantidad de lenguajes, la mayor cantidad de instrumentos, maneras y acciones. Todo suma y aporta a visibilizar el impacto de la moda, su sobreproducción y sobreconsumo, pudiendo llegar a nuevos públicos, generaciones e instalar la temática en la mayor cantidad de espacios posibles", enfatiza.Desde ese prisma en el Festival Internacional de microdanza 15m2 se reflexionó sobre el patrimonio textil perdido particularmente el de Cataluña. Respecto a esta instancia comentó que la conversación no solo se centró en ello sino también en el patrimonio arquitectónico, cultural, tecnológico de la época, histórico y natural (ríos y biodiversidad) del conjunto de colonias industriales del sector. "Además aportaron datos, entrevistas, conversaciones, charlas, talleres, caminatas y guías por el sector, que dan evidencias, comparten historias y vivencias, generando un alto nivel de implicancia y reflexión en los asistentes", relata.
Junto a lo anterior se dio cuenta sobre el papel de la mujer en las colonias industriales textiles, tan significativo en el contexto histórico y actual de las mujeres. "Nos empapan, nos hacen viajar, nos hacen repensar en el presente que vivimos, y en re-imaginar un futuro. A ello sumarle el contenido de cada obra de danza y sus correspondientes propuestas, relacionadas a la temática 'El textil y el agua'", agrega.
En cuanto a los puntos comunes del proceso de Cataluña con el que Chile, Isabel señala que hay varios aspectos que se pueden destacar: "comparten la época pujante de crecimiento, teñida con el espíritu de emprender y migrar de la época. En el caso del Cal Rosal fue la primera fábrica que se instalo en el sector en el año 1858, ya en el 1905, habitaban las viviendas de la colonia unas 200 personas, instalando los primeros servicios como la escuela, el teatro, la barbería, el café. La década de los 20 fue la época de mayor esplendor. La fabrica cerró en el 1980, cuando estalló la crisis de la industria textil y en 1995, los propietarios decidieron montar un museo para dar a conocer parte la historia textil Española.
En Chile tuvimos a Manufacturas Chilenas de Algodón S.A, más conocida como Machasa, que fue una empresa chilena dedicada al rubro textil de la familia Yarur, con sede en Santiago. Fue fundada en 1935 y durante años fue una de las principales industrias textiles de Latinoamérica. En 1971, la fábrica tuvo una crisis y durante muchos años fue escenario de las confrontaciones políticas del siglo pasado hasta su cierre definitivo en 1990.
En ambos casos vemos industrias afectadas por las crisis políticas y económicas de la época, la alta competitividad del rubro, vemos su aportación en su contexto cultural próximo, al crecimiento de ciudades colonias y economías locales. Pero siento que la clave de todo es la importancia de la visión, compromiso y apego real al rubro (vocación) y al entorno de los líderes y dueños de estos lugares que hace que una fábrica tome un rumbo u otro, ya sea un museo o un lugar olvidado y transformado en otra cosa. Pienso que este gran punto es uno de los relevantes que hace que ambas historias se separen".
Pero esta reflexión va acompañada para Isabel de una serie de cuestionamientos de los que no tiene una respuesta definitiva: "Si estas fabricas industriales textiles aún siguieran activas en la actualidad, ¿cuáles serían sus acciones de cuidado del medio ambiente y entorno? ¿Cuáles serían sus compromisos con el sector del sobre consumo y sobre productividad textil? ¿Cómo la industrialización puede seguir avanzando sin dañar a su propio entorno y sin hipotecarlo a futuro? ¿O es acaso necesaria su muerte, cuál guerrero al hacerse el harakiri, para que el presente – futuro sea protegido? ¿O será que simplemente necesitan ser reguladas de manera eficaz, con un alto contenido en limites, dando prioridad a la protección del entorno natural y cultural, a la protección de la identidad local de un territorio (que hace construir a un país), a la transmisión de esas enseñanzas y técnicas que vienen adosadas a la creación de productos únicos de un lugar?"
¿Crees que la danza puede ser una buena aliada para visibilizar los "elefantes de la habitación de la moda" (el sobreconsumo y la sobreproducción)? ¿por qué?
"Creo que todos los medios artísticos son buenos aliados para visibilizar las problemáticas de la actualidad. Para mí es una de las grandes labores que tenemos los artistas, utilizar ese lenguaje para entrar de otra manera al público, son nuevos caminos de comunicación, ya el lenguaje del bla bla ha perdido credibilidad y no es suficiente.
No solamente mostrar 'belleza' (como fue la labor del arte por muchos años), sino también lograr instalar temáticas sobre la mesa que están ahí, pero que no se hablan. Hacer visible lo invisible (frase cliché pero real)
En mi caso, que mi trabajo implica los lenguajes de la danza y la moda, ambos lenguajes no verbales que crean su discurso sin el bla bla buscan mostrar desde el cuerpo vestido en movimiento estas reflexiones, estos cuestionamientos, pudiendo generar conversación entre el público y la obra.
Mi intensión, más que mi obra imponga una reflexión o una respuesta o una posición, busca mostrar esas contradicciones (propias del hoy), relacionadas sobre todo al sobreconsumo de productos desechables, generando un debate, entre la dramaturgia de la pieza y la mente del espectador. Busco el debate sin el bla bla. Un debate interno, íntimo, un debate que genere células satélites de la transformación. Busco poner al espectador en un lugar incómodo, pero con el – ella misma, no en relación a los demás, que se vaya a casa escuchando su última playlist, llena de contradicciones y preguntas que buscan respuestas".
¿Dónde ver el trabajo de Isabel IS MY name? En su cuenta en Instagram.
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