Hito para Chile: se publica la Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040

[MODA CIRCULAR]  Una gran montaña de ropa en el desierto de la comuna de Alto Hospicio nos puso en el mapa de la industria de la moda por las razones equivocas. Sin embargo, hoy podemos decir con orgullo que tenemos la posibilidad de cambiar la narrativa y construir no sólo nuestro propio relato sobre el vestir, sino también su paisaje, gracias a la publicación de la Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040 impulsada por la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente. Tuve el privilegio de conformar el comité estratégico multisectorial que la co-construyó y estoy convencida que este marco de política pública se transformará en un hito para Chile y Latinoamérica. En las próximas líneas, te cuento por qué sostengo aquello.

El camino hacia una Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040

La Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040 es la primera de su tipo en Latinoamérica y busca transformar de raíz la relación de Chile con la moda y los textiles. Su elaboración fue el resultado de un proceso participativo y multisectorial que integró visiones de actores públicos, privados, académicos y de la sociedad civil.

El documento establece cuatro metas prioritarias: reducir el sobreconsumo, aumentar los empleos en modelos circulares, incrementar la valorización de residuos y erradicar los vertederos ilegales de ropa. Para alcanzarlas, propone 18 iniciativas y 47 acciones distribuidas en cuatro ejes: Cultura Circular, Regulación Circular, Territorios Circulares e Innovación Circular.

La Estrategia se sostiene en cinco principios fundamentales: transparencia, colaboración, co-responsabilidad, innovación e inclusión. Estos valores buscan garantizar que la transformación del sector textil no solo tenga un impacto ambiental positivo, sino que también promueva un cambio cultural profundo, fomente nuevas oportunidades económicas y fortalezca la justicia social.



Este ambicioso marco de acción nos desafía a salir de nuestra zona de confort y a pensar fuera de la caja impulsando a todos quienes somos parte de la escena local a avanzar hacia un norte que busca, que Chile llegue a ser circular en 2040. Para ello se establece de manera pública que "vestir no es un acto inocente", y que el modelo de sobreproducción y sobreconsumo que sostiene a una parte importante de la industria, no solo tiene impactos ambientales, sociales y económicos, sino también culturales. 

Cambiar la narrativa de Chile = a vertederos clandestinos en el desierto, por una centrada en nuestro talento creativo, nuestras soluciones e innovaciones, así como nuestra capacidad para desarrollar acciones en colaboración con múltiples actores es una posibilidad única, que contribuye a la descolonización tanto simbólica como física de nuestro territorio, ya que tendremos herramientas y recursos para determinar el rumbo, abriendo la posibilidad también a que Latinoamérica comience a escucharse con otra voz.

Por lo mismo, el desafío es lograr conectar esta estrategia con el sentir ciudadano para que logre tener relevancia cultural más allá de los ciclos políticos. Porque Chile merece tener un paisaje de la moda del que se sienta orgulloso no solo un sector, sino todos quienes habitan en su larga y angosta faja de tierra.

En esa línea, esta iniciativa responde a una responsabilidad de Estado que va de la mano de un derecho constitucional consagrado en el artículo 19, número 8, de nuestra Constitución Política en el que se señala "el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, así como el deber del Estado de velar para que este derecho no sea afectado y de tutelar la preservación de la naturaleza". 

A lo anterior, se le suma una realidad ineludible: todas las personas deben vestirse no solo por una obligación legal, sino también porque es una nuestra manera de interactuar en sociedad. 

Lo anterior nos desafía a involucrar y comunicar estas metas NO desde el reproche o la mirada inquisitiva, sino desde la empatía y el amor.

En ese sentido, la Estrategia de Economía Circular para Textiles al 2040 es por sobre todo una invitación a soñar y crear un paisaje de la moda que hable desde nuestra región, con nuestros códigos culturales, y que aporte soluciones locales a un desafío global.

¿Conocías esta iniciativa?

Revisa la Estrategia en la página del Ministerio de Medio Ambiente dedicada a ella