(Por Equipo Quinta Trends) Las expectativas eran altas. Cómo no, si los días previos se nos había prometido puntualidad, una producción a nivel internacional, una excelente curatoría y una concurrencia acorde con el evento. Con todos estos aspectos en pauta, nos dirigimos a cubrir el primer Mercedes-Benz Fashion Week Santiago (#MBFWChile) el jueves 13 de agosto 2015 en CentroParque. ¿Se cumplieron las promesas? ¿Qué fue lo mejor de la jornada? Hoy te lo contamos.
En Quinta Trends somos optimistas, porque creemos que la industria de la moda nacional se crea desde el hacer, no sólo el decir. Por lo mismo valoramos que se vayan agregando a la agenda eventos que dejen de lado el aspecto socialité - farandulero y le devuelvan su carácter de negocios a las pasarelas. La primera versión del Mercedes-Benz Fashion Week Chile prometía aquello.
Por lo mismo, y dado su carácter restringido -se asistía sólo con invitación y acreditación- nos impusimos mirar cada uno de los detalles desde la vara que el mismo evento se había trazado: la excelencia.
Desde ese punto de vista nuestra primera paradoja fueron los tiempos. Si bien se había señalado que serían muy rigurosos con ellos, se partió tarde, sin considerar que el lobby de entrada de la pasarela (el VIP no se incluye en este análisis) no contaba con lugares cómodos para la espera, ni tampoco había sala de prensa. Ambos aspectos de muy fácil acomodo en una nueva edición.
Ahora una vez ingresado al salón, nos alegró ver que la disposición de los asientos estaba pensaba en la misma lógica de otras pasarelas internacionales. Es decir, a través de gradas que facilitaban la visibilidad de todos los detalles de los desfiles. No obstante, en el primer bloque nos extrañó que no se privilegiara llenar la primera fila para lograr una mayor armonía escénica (asumimos que intentando respetar estrictamente el orden de los invitados), lo que por suerte también fue corregido en los bloque siguientes.
Respecto a la audiencia, si bien se hizo un esfuerzo por subir el nivel tratando de generar un listado de invitados más cercanos a la industria, al final siempre queda la sensación de que "algo o alguien falta" o que todavía no logramos reconocer quiénes son los verdaderos "influyentes o líderes de opinión" de la moda nacional que deberían sí o sí estar en el front row.
El resumen de la jornada, en términos de organización, nos resultó bastante positivo. Se notó una inversión adecuada en el evento en auspiciadores, localización de los fotógrafos, buena iluminación y audio, un numeroso staff, personal de backstage y en aspectos complementarios como el cóctel. Y cabe que precisemos que la puntualidad se acrecentó al avanzar los bloques.
Lograr una curatoría que tenga un equilibrio entre lo autoral y comercial resulta complejo, pero no imposible. En el Mercedes-Benz Fashion Week Santiago extrañamos un trabajo más "temático" de los bloques.
Por ejemplo, separando propuestas demasiado parecidas entre sí para lograr mayores quiebres y "espectáculo" (puede resultar contraproducente esa sensación de déjà vu o "parte 2" en estos casos). Además de apuestas focalizadas por categorías, como jugárselas por un bloque completo de moda masculina mezclando lo autoral con lo comercial. Agradecemos la moda masculina como integrante de las pasarelas, pero con un enfoque más diverso.
Por otra parte, en el primer bloque pudimos conocer en vivo y en directo la propuesta que Zurita presentó en el Ethical Fashion Show, donde se destacaba su sello de marca en el uso de la materialidad y siluetas, además del delicado trabajo artesanal de cada prenda.
Después de un intermedio de Trial, conocimos el trabajo de Pas Denom, que de alguna manera nos pareció una continuidad estética respecto a lo visto en el primer desfile, desde una óptima minimalista y monocromática.
En el segundo bloque, el desfile destacado fue el de Lupe Gajardo que suponemos será la antesala de lo que mostrará en New York, cuya inspiración fueron las mujeres que se enrolaban para la Guerra del Pacífico. En él observamos ciertos elementos morfológicos que ya son un sello de la etiqueta (siluetas ceñidas, bellas espaldas, drapeados, etc) junto al uso del arnés y el corsé como elemento reforzador del poder y la lucha de estas "amazonas criollas", contrastado con accesorios muy femeninos como pequeñas carteras y grandes collares y aros.
Para nosotros, sin duda, la apuesta destacada fue Sisa, que con una propuesta minimalista nos trasladó a un verano fresco y con guiños orientales, que se robó los aplausos por su excelente factoría y puesta en escena.
En conclusión, en un evento con el renombre del Mercedes-Benz Fashion Week, uno esperaría una muestra más arriesgada en términos de moda y diseño, con algo de show e incluso polémica. No obstante para nosotros, en esta primera versión, ese indispensable ingrediente estuvo casi ausente.
Pero sin duda creemos que en las siguientes versiones se logrará el ansiado equilibrio de propuestas, que lo irán posicionando tanto en la cartelera de la moda nacional como latinoamericana.
Aspectos generales de la organización de la 1ª edición del Mercedes-Benz Fashion Week Santiago
En Quinta Trends somos optimistas, porque creemos que la industria de la moda nacional se crea desde el hacer, no sólo el decir. Por lo mismo valoramos que se vayan agregando a la agenda eventos que dejen de lado el aspecto socialité - farandulero y le devuelvan su carácter de negocios a las pasarelas. La primera versión del Mercedes-Benz Fashion Week Chile prometía aquello.
Por lo mismo, y dado su carácter restringido -se asistía sólo con invitación y acreditación- nos impusimos mirar cada uno de los detalles desde la vara que el mismo evento se había trazado: la excelencia.
Genny por Lia Fernández |
Desde ese punto de vista nuestra primera paradoja fueron los tiempos. Si bien se había señalado que serían muy rigurosos con ellos, se partió tarde, sin considerar que el lobby de entrada de la pasarela (el VIP no se incluye en este análisis) no contaba con lugares cómodos para la espera, ni tampoco había sala de prensa. Ambos aspectos de muy fácil acomodo en una nueva edición.
Versace Collection |
Ahora una vez ingresado al salón, nos alegró ver que la disposición de los asientos estaba pensaba en la misma lógica de otras pasarelas internacionales. Es decir, a través de gradas que facilitaban la visibilidad de todos los detalles de los desfiles. No obstante, en el primer bloque nos extrañó que no se privilegiara llenar la primera fila para lograr una mayor armonía escénica (asumimos que intentando respetar estrictamente el orden de los invitados), lo que por suerte también fue corregido en los bloque siguientes.
Respecto a la audiencia, si bien se hizo un esfuerzo por subir el nivel tratando de generar un listado de invitados más cercanos a la industria, al final siempre queda la sensación de que "algo o alguien falta" o que todavía no logramos reconocer quiénes son los verdaderos "influyentes o líderes de opinión" de la moda nacional que deberían sí o sí estar en el front row.
El resumen de la jornada, en términos de organización, nos resultó bastante positivo. Se notó una inversión adecuada en el evento en auspiciadores, localización de los fotógrafos, buena iluminación y audio, un numeroso staff, personal de backstage y en aspectos complementarios como el cóctel. Y cabe que precisemos que la puntualidad se acrecentó al avanzar los bloques.
La curatoría y desfiles del Mercedes-Benz Fashion Week Santiago
Lograr una curatoría que tenga un equilibrio entre lo autoral y comercial resulta complejo, pero no imposible. En el Mercedes-Benz Fashion Week Santiago extrañamos un trabajo más "temático" de los bloques.
Por ejemplo, separando propuestas demasiado parecidas entre sí para lograr mayores quiebres y "espectáculo" (puede resultar contraproducente esa sensación de déjà vu o "parte 2" en estos casos). Además de apuestas focalizadas por categorías, como jugárselas por un bloque completo de moda masculina mezclando lo autoral con lo comercial. Agradecemos la moda masculina como integrante de las pasarelas, pero con un enfoque más diverso.
La propuesta de Perry Ellis |
Por otra parte, en el primer bloque pudimos conocer en vivo y en directo la propuesta que Zurita presentó en el Ethical Fashion Show, donde se destacaba su sello de marca en el uso de la materialidad y siluetas, además del delicado trabajo artesanal de cada prenda.
Después de un intermedio de Trial, conocimos el trabajo de Pas Denom, que de alguna manera nos pareció una continuidad estética respecto a lo visto en el primer desfile, desde una óptima minimalista y monocromática.
En el segundo bloque, el desfile destacado fue el de Lupe Gajardo que suponemos será la antesala de lo que mostrará en New York, cuya inspiración fueron las mujeres que se enrolaban para la Guerra del Pacífico. En él observamos ciertos elementos morfológicos que ya son un sello de la etiqueta (siluetas ceñidas, bellas espaldas, drapeados, etc) junto al uso del arnés y el corsé como elemento reforzador del poder y la lucha de estas "amazonas criollas", contrastado con accesorios muy femeninos como pequeñas carteras y grandes collares y aros.
Para nosotros, sin duda, la apuesta destacada fue Sisa, que con una propuesta minimalista nos trasladó a un verano fresco y con guiños orientales, que se robó los aplausos por su excelente factoría y puesta en escena.
En conclusión, en un evento con el renombre del Mercedes-Benz Fashion Week, uno esperaría una muestra más arriesgada en términos de moda y diseño, con algo de show e incluso polémica. No obstante para nosotros, en esta primera versión, ese indispensable ingrediente estuvo casi ausente.
Pero sin duda creemos que en las siguientes versiones se logrará el ansiado equilibrio de propuestas, que lo irán posicionando tanto en la cartelera de la moda nacional como latinoamericana.
(Fotos por Lontano - Looks desfile Sisa gentileza de MBFW )
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