Chile tuvo un exitoso paso por el International Fashion Showcase 2017 IFS en Londres, donde se llevó una mención honrosa. Uno de los miembros de esta delegación multidisciplinaria fue la marca de indumentaria femenina, Sisa. Tras esta interesante experiencia, sus creativas, Alejandra Cruz, Elisa Rodríguez y Trinidad Rodríguez, nos quieren contar cómo fue el proceso creativo tras el vestido de cochayuyo que desarrollaron para el evento, y cómo este encargo incidió en su forma de crear e innovar en su etiqueta. Te invito a inspirarte con su testimonio.
"Cuando nos enfrentamos al encargo del IFS, vale decir el binomio Local/Global, desde nuestro contexto chileno surge la precariedad como concepto inherente al mundo de la moda nacional. Esto se atribuye en gran parte a la ubicación geográfica de Chile y la resultante lejanía respecto a la mayor parte de los proveedores de materias primas y mercados de la moda internacional. Es así como la escasez es una constante en la industria local con la que, temporada tras temporada, los diseñadores locales debemos lidiar.
Así nace la idea de elegir un material propio de Chile: el cochayuyo, alga que se encuentra de forma abundante en toda la extensión de nuestras costas. Su extracción es de muy bajo costo y sus propiedades nutritivas numerosas, convirtiéndose en un producto muy atractivo. Además, su fuerte identidad local le otorga cualidades muy interesantes de explorar.
Otro de los temas propuestos a los diseñadores invitados para este encargo es la tradición textil. En primera instancia, pensamos en la manifestación primogénita del vestir y del textil como campo de diseño: el acto de cubrir. Desde ahí comienza la exploración del material que nos lleva a experimentar con las máximas posibilidades y cualidades del alga. Así probamos diversas maneras de trabajar, hasta dar con una reordenación del material que nos parece generar una superficie textil alejada de su aspecto más común, sin por ello perder la irregularidad que le otorga su carácter orgánico.
El cochayuyo, en su estado natural, se comporta de una manera muy especial. Nos referimos a las propiedades físicas del material en su estado natural acuoso. La humedad que adquiere en este estado le otorga cierta elasticidad, una textura gelatinosa y un color determinado; estas propiedades se expresan únicamente cuando el alga está sumergida en el agua.
Así mismo reconocemos en él una serie de características que se expresan en un medio determinado, y notamos que al cambiar de contexto y sacarlo del agua se deshidrata, se infla, se endurece. Cambian su composición y color, así como nuestra capacidad de manipularlo.
De esta manera destacamos y extraemos la cualidad dual del material: ciertas características surgen por un tiempo en un medio húmedo, y otras condiciones permanecen por un tiempo mayor en un medio seco.
Bajo estas premisas, elegimos trabajar con el material mojado, lo que nos permite maniobrarlo, seccionarlo, modelarlo y unir sus partes con facilidad para crear un manto. Una vez confeccionada esta superficie a base de uniones de segmentos del alga, se deshidrata y por ello se encoge, se pliega y queda en evidencia su esencia vegetal, demostrándonos en esa transformación una cualidad inmanejable que aporta mucho a la obra. Esto tiene que ver con lo imprevisible que resulta diseñar con materias extraídas de la naturaleza y lo indomables que pueden ser. Éstas son las razones que nos motivan a aceptar lo incontrolable y a valorar el material, a trabajar con sus cualidades y debilidades a favor del diseño de la prenda.
Así como experimentamos y establecemos una metodología de trabajo del material coherente con sus diversos estados en el espacio y el tiempo, entendemos que nuestra manera de desarrollar colecciones en la industria de la moda es similar y pretende crear prendas que trasciendan en el tiempo y puedan ser usadas independientemente de las tendencias del momento. Al igual que el cochayuyo seco, buscamos que nuestras creaciones tengan que ver con la perpetuidad y permanencia en el tiempo.
Creemos y valoramos que la moda hoy se origine y se nutra de nuevas áreas y así mismo logre relacionarse con otras disciplinas y manifestarse a través de ellas. El valor de esta investigación está en haber desarrollado un proceso creativo y trabajado, con una mirada experimental, con algo tan propio de la identidad chilena como el cochayuyo. Ha sido una buena instancia para crear una pieza que desdibuja los límites que existen entre el arte, la moda y el diseño. En ese contexto y en el marco de la moda, la obra se presenta como un objeto utópico al cuestionarse su posible uso.
Creemos firmemente en el enriquecimiento que surge al enfrentarnos a la experimentación con lo nuevo o 'lo imposible'. Enfrentarse al abismo, abre la posibilidad de ir hacia múltiples direcciones para luego tomar aquel camino que más hace sentido".
El proceso creativo de Sisa para el IFS 2017: Diseccionar, reordenar y cubrir
"Cuando nos enfrentamos al encargo del IFS, vale decir el binomio Local/Global, desde nuestro contexto chileno surge la precariedad como concepto inherente al mundo de la moda nacional. Esto se atribuye en gran parte a la ubicación geográfica de Chile y la resultante lejanía respecto a la mayor parte de los proveedores de materias primas y mercados de la moda internacional. Es así como la escasez es una constante en la industria local con la que, temporada tras temporada, los diseñadores locales debemos lidiar.
Así nace la idea de elegir un material propio de Chile: el cochayuyo, alga que se encuentra de forma abundante en toda la extensión de nuestras costas. Su extracción es de muy bajo costo y sus propiedades nutritivas numerosas, convirtiéndose en un producto muy atractivo. Además, su fuerte identidad local le otorga cualidades muy interesantes de explorar.
2. Sobre la herencia textil
Otro de los temas propuestos a los diseñadores invitados para este encargo es la tradición textil. En primera instancia, pensamos en la manifestación primogénita del vestir y del textil como campo de diseño: el acto de cubrir. Desde ahí comienza la exploración del material que nos lleva a experimentar con las máximas posibilidades y cualidades del alga. Así probamos diversas maneras de trabajar, hasta dar con una reordenación del material que nos parece generar una superficie textil alejada de su aspecto más común, sin por ello perder la irregularidad que le otorga su carácter orgánico.
3. Sobre el material y el proceso de creación
El cochayuyo, en su estado natural, se comporta de una manera muy especial. Nos referimos a las propiedades físicas del material en su estado natural acuoso. La humedad que adquiere en este estado le otorga cierta elasticidad, una textura gelatinosa y un color determinado; estas propiedades se expresan únicamente cuando el alga está sumergida en el agua.
Así mismo reconocemos en él una serie de características que se expresan en un medio determinado, y notamos que al cambiar de contexto y sacarlo del agua se deshidrata, se infla, se endurece. Cambian su composición y color, así como nuestra capacidad de manipularlo.
De esta manera destacamos y extraemos la cualidad dual del material: ciertas características surgen por un tiempo en un medio húmedo, y otras condiciones permanecen por un tiempo mayor en un medio seco.
Bajo estas premisas, elegimos trabajar con el material mojado, lo que nos permite maniobrarlo, seccionarlo, modelarlo y unir sus partes con facilidad para crear un manto. Una vez confeccionada esta superficie a base de uniones de segmentos del alga, se deshidrata y por ello se encoge, se pliega y queda en evidencia su esencia vegetal, demostrándonos en esa transformación una cualidad inmanejable que aporta mucho a la obra. Esto tiene que ver con lo imprevisible que resulta diseñar con materias extraídas de la naturaleza y lo indomables que pueden ser. Éstas son las razones que nos motivan a aceptar lo incontrolable y a valorar el material, a trabajar con sus cualidades y debilidades a favor del diseño de la prenda.
Así como experimentamos y establecemos una metodología de trabajo del material coherente con sus diversos estados en el espacio y el tiempo, entendemos que nuestra manera de desarrollar colecciones en la industria de la moda es similar y pretende crear prendas que trasciendan en el tiempo y puedan ser usadas independientemente de las tendencias del momento. Al igual que el cochayuyo seco, buscamos que nuestras creaciones tengan que ver con la perpetuidad y permanencia en el tiempo.
Creemos y valoramos que la moda hoy se origine y se nutra de nuevas áreas y así mismo logre relacionarse con otras disciplinas y manifestarse a través de ellas. El valor de esta investigación está en haber desarrollado un proceso creativo y trabajado, con una mirada experimental, con algo tan propio de la identidad chilena como el cochayuyo. Ha sido una buena instancia para crear una pieza que desdibuja los límites que existen entre el arte, la moda y el diseño. En ese contexto y en el marco de la moda, la obra se presenta como un objeto utópico al cuestionarse su posible uso.
Creemos firmemente en el enriquecimiento que surge al enfrentarnos a la experimentación con lo nuevo o 'lo imposible'. Enfrentarse al abismo, abre la posibilidad de ir hacia múltiples direcciones para luego tomar aquel camino que más hace sentido".
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