Hablar de una sola masculinidad en el siglo XXI es completamente anacrónico. La moda de autor nacional es prueba de ello, con propuestas que expresan las diferentes realidades del hombre chileno. En este contexto, la marca de indumentaria masculina, Señorito, del diseñador Simón Lorca, no puede ser más oportuna. En ella no sólo quiere entregar una nueva alternativa de vestir, sino también generar una crítica a la llamada masculinidad hegemónica. Te invito a conocerla, a través de su relato, en primera persona.
"Me motivaron varias cosas. Primero siempre he sentido que los hombres chilenos estamos muy limitados por las normas de género, sobre todo cuando se trata de vestirnos. En la investigación para el proyecto me topé con el término masculinidad hegemónica, que describe el tipo de masculinidad dominante en una sociedad, a la que todos los hombres deben aspirar. En Chile tenemos varios tipos, que a veces rayan en lo machista, así que también hay una motivación a criticar esas cosas, a salirnos de la caja y ampliar las tipologías de indumentaria a las que podemos acceder los hombres".
"Es una plataforma de creación critica, con foco en la subversión de las masculinidades estereotipadas chilenas. Genera piezas novedosas que intentan acercar la variedad de la moda femenina hacia la masculina, adoptando materialidades, cortes o texturas de la primera y apropiándoselos para crear un cruce único que desestabiliza los preceptos tan arraigados en la masculinidad actual".
"De partida me inspiro como te había contado en las masculinidades hegemónicas de Chile. En ese sentido, el proyecto tiene aristas muy sociológicas, casi antropológicas, pues siempre hay un estudio previo del estereotipo que deseo poner en crisis. En el caso de la primera colección -titulada Hijito de Papá- fue el 'zorrón', para lo que tuve que acercarme a ellos, a través de una investigación web, entrevistas y en terreno.
Por otro lado, siempre están las limitantes materiales. Creo que en Chile es difícil diseñar indumentaria porque el tipo de telas a las que podemos acceder es muy reducido, sobre todo en lugares como Independencia. Todo es sintético, hay que tener buen ojo para encontrar las 'picadas' donde venden las telas que a uno le sirven, lo demás es siempre muy de cotillón".
"Hace un tiempo lo conversaba con un primo que vive en Francia y vino de visita. Según él, no hay diferencia entre como se visten los hombres allá y como se visten acá, o por lo menos se ha vuelto más semejante. Creo lo mismo, definitivamente la moda masculina de ahora no tiene nada que ver con la de veinte o diez años atrás, hay muchas cosas que están permitidas, en términos de colores, estampados, etc.
No es raro ver un hombre con una camisa floreada o una guayabera de muchos colores. En Chile ha pegado fuerte el tema de la fluidez de género, se conversa harto. Creo que hay varias propuestas que hacen que vaya avanzando. Sin ir más lejos hay una exhibición en el Centro Cultural de España en Santiago sobre moda y género, que me pareció muy interesante y propositiva. Eso y las propuestas de varios diseñadores emergentes van haciendo que la moda masculina vaya progresando hacia un lugar de mayor apertura.
Lo que si creo –y acá comienza el aporte que quiero hacer con Señorito– es que nos hemos quedado en las mismas tipologías. Siempre es camisa y pantalón, o polera y short. No tenemos una versión de vestido o kilt, por ejemplo. Las formas siempre son las mismas, los largos también. Señorito aporta a abrir un poco más esta noción, a darnos cuenta de que dividir la ropa por género es un aspecto social, que nosotros determinamos y podemos decidir como sociedad abolirlo. Tengo muchos amigos, heterosexuales que les encantaría poder usar vestido con el calor que está haciendo ahora, pero saben que de hacerlo les gritarían mil cosas en la calle, y al final la cosa se convierte en una decisión de autopreservación.
Lo que quiero es invitar a reflexionar, abrir un poco la mirada y ojalá empezar a acostumbrarnos a estas nuevas tipologías, a sumarlas al imaginario y que así como el estampado floral se conviertan en permitidas".
"Creo que Señorito tiene dos grandes desafíos: el primero es conseguir la aprobación del público al que va dirigido, y eso es lo difícil, cambiar la perspectiva de los hombres respecto a la ropa que pueden usar. Por el momento la audiencia de las redes sociales de la marca es mayoritariamente femenina, lo cual agradezco mucho, pero me gustaría llegar a los hombres, hacerlos reaccionar a la campaña, y que vean esta nueva propuesta.
El segundo es encontrar financiamiento para poder desarrollar mínimo una colección cápsula anual. Por el momento el proyecto está planteado más desde una perspectiva del ejercicio de aporte cultural más que como un lugar de compra-venta de productos, y no se si el mercado chileno está preparado para eso. Sé que hay hombres que podrían querer adquirir las piezas hechas para Señorito, pero lo difícil es llegar a ellos, encontrar un nicho que se atreva a derribar los preceptos de género en su día a día, pero es lo que quiero. Sé que existen.
Es algo que recién estoy enfrentando, por el momento estoy intentando difundir lo mejor que puedo el proyecto, lanzando la campaña en las redes sociales. En cuanto al financiamiento creo que pueden haber varios fondos concursables, que podrían calzar, ojalá salga alguno".
"Aquí creo que puedo pecar de optimista, pero me imagino un futuro donde Señorito genera un impacto de verdad, ojalá que contribuya como te decía anteriormente a ampliar el imaginario. Sería increíble para mi que a raíz de esto se empiecen a ver más hombres con vestido en la calle, o con croptops, usando telas transparentes o encaje, cosas más jugadas en una línea de 'género fluido' como se conoce en los estudios de identidad de género.
También me imagino que pueda lograr despegar del ejercicio a ser una marca instalada a nivel local, que aparezcan clientes que se sientan representados por su perspectiva. Creo que hay miles de señoritos ahí afuera para los que no se está diseñando, gente con un espíritu libre y subversivo que quiera llevar a diario ropa como ésta para hacer su propio statement. No se trata necesariamente de ir de activista en todo momento, sino encontrar el espacio para vestirse como uno quiera, sin que el resto tenga que meterse a opinar si esto es permitido socialmente o no".
¿Dónde comprarla? A través de las redes sociales de la marca y el correo senorito.cl@gmail.com
Los motivos para crear Señorito
"Me motivaron varias cosas. Primero siempre he sentido que los hombres chilenos estamos muy limitados por las normas de género, sobre todo cuando se trata de vestirnos. En la investigación para el proyecto me topé con el término masculinidad hegemónica, que describe el tipo de masculinidad dominante en una sociedad, a la que todos los hombres deben aspirar. En Chile tenemos varios tipos, que a veces rayan en lo machista, así que también hay una motivación a criticar esas cosas, a salirnos de la caja y ampliar las tipologías de indumentaria a las que podemos acceder los hombres".
La propuesta de Señorito
"Es una plataforma de creación critica, con foco en la subversión de las masculinidades estereotipadas chilenas. Genera piezas novedosas que intentan acercar la variedad de la moda femenina hacia la masculina, adoptando materialidades, cortes o texturas de la primera y apropiándoselos para crear un cruce único que desestabiliza los preceptos tan arraigados en la masculinidad actual".
La inspiración de Señorito
"De partida me inspiro como te había contado en las masculinidades hegemónicas de Chile. En ese sentido, el proyecto tiene aristas muy sociológicas, casi antropológicas, pues siempre hay un estudio previo del estereotipo que deseo poner en crisis. En el caso de la primera colección -titulada Hijito de Papá- fue el 'zorrón', para lo que tuve que acercarme a ellos, a través de una investigación web, entrevistas y en terreno.
Por otro lado, siempre están las limitantes materiales. Creo que en Chile es difícil diseñar indumentaria porque el tipo de telas a las que podemos acceder es muy reducido, sobre todo en lugares como Independencia. Todo es sintético, hay que tener buen ojo para encontrar las 'picadas' donde venden las telas que a uno le sirven, lo demás es siempre muy de cotillón".
La evolución del vestir masculino en Chile según Señorito
"Hace un tiempo lo conversaba con un primo que vive en Francia y vino de visita. Según él, no hay diferencia entre como se visten los hombres allá y como se visten acá, o por lo menos se ha vuelto más semejante. Creo lo mismo, definitivamente la moda masculina de ahora no tiene nada que ver con la de veinte o diez años atrás, hay muchas cosas que están permitidas, en términos de colores, estampados, etc.
No es raro ver un hombre con una camisa floreada o una guayabera de muchos colores. En Chile ha pegado fuerte el tema de la fluidez de género, se conversa harto. Creo que hay varias propuestas que hacen que vaya avanzando. Sin ir más lejos hay una exhibición en el Centro Cultural de España en Santiago sobre moda y género, que me pareció muy interesante y propositiva. Eso y las propuestas de varios diseñadores emergentes van haciendo que la moda masculina vaya progresando hacia un lugar de mayor apertura.
Lo que si creo –y acá comienza el aporte que quiero hacer con Señorito– es que nos hemos quedado en las mismas tipologías. Siempre es camisa y pantalón, o polera y short. No tenemos una versión de vestido o kilt, por ejemplo. Las formas siempre son las mismas, los largos también. Señorito aporta a abrir un poco más esta noción, a darnos cuenta de que dividir la ropa por género es un aspecto social, que nosotros determinamos y podemos decidir como sociedad abolirlo. Tengo muchos amigos, heterosexuales que les encantaría poder usar vestido con el calor que está haciendo ahora, pero saben que de hacerlo les gritarían mil cosas en la calle, y al final la cosa se convierte en una decisión de autopreservación.
Lo que quiero es invitar a reflexionar, abrir un poco la mirada y ojalá empezar a acostumbrarnos a estas nuevas tipologías, a sumarlas al imaginario y que así como el estampado floral se conviertan en permitidas".
El principal desafío de Señorito
"Creo que Señorito tiene dos grandes desafíos: el primero es conseguir la aprobación del público al que va dirigido, y eso es lo difícil, cambiar la perspectiva de los hombres respecto a la ropa que pueden usar. Por el momento la audiencia de las redes sociales de la marca es mayoritariamente femenina, lo cual agradezco mucho, pero me gustaría llegar a los hombres, hacerlos reaccionar a la campaña, y que vean esta nueva propuesta.
El segundo es encontrar financiamiento para poder desarrollar mínimo una colección cápsula anual. Por el momento el proyecto está planteado más desde una perspectiva del ejercicio de aporte cultural más que como un lugar de compra-venta de productos, y no se si el mercado chileno está preparado para eso. Sé que hay hombres que podrían querer adquirir las piezas hechas para Señorito, pero lo difícil es llegar a ellos, encontrar un nicho que se atreva a derribar los preceptos de género en su día a día, pero es lo que quiero. Sé que existen.
Es algo que recién estoy enfrentando, por el momento estoy intentando difundir lo mejor que puedo el proyecto, lanzando la campaña en las redes sociales. En cuanto al financiamiento creo que pueden haber varios fondos concursables, que podrían calzar, ojalá salga alguno".
El futuro de Señorito
"Aquí creo que puedo pecar de optimista, pero me imagino un futuro donde Señorito genera un impacto de verdad, ojalá que contribuya como te decía anteriormente a ampliar el imaginario. Sería increíble para mi que a raíz de esto se empiecen a ver más hombres con vestido en la calle, o con croptops, usando telas transparentes o encaje, cosas más jugadas en una línea de 'género fluido' como se conoce en los estudios de identidad de género.
También me imagino que pueda lograr despegar del ejercicio a ser una marca instalada a nivel local, que aparezcan clientes que se sientan representados por su perspectiva. Creo que hay miles de señoritos ahí afuera para los que no se está diseñando, gente con un espíritu libre y subversivo que quiera llevar a diario ropa como ésta para hacer su propio statement. No se trata necesariamente de ir de activista en todo momento, sino encontrar el espacio para vestirse como uno quiera, sin que el resto tenga que meterse a opinar si esto es permitido socialmente o no".
¿Dónde comprarla? A través de las redes sociales de la marca y el correo senorito.cl@gmail.com
Créditos producción
Fotografía: Pablo O`Ryan / Modelos: Octavio Neira, Santiago Álvarez y Paul Sargent.
Fotografía: Pablo O`Ryan / Modelos: Octavio Neira, Santiago Álvarez y Paul Sargent.
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