La única forma de que "nadie se quede atrás", en términos de desarrollo y calidad de vida, es trazando objetivos comunes que nos entreguen un norte orientador. Eso fue lo que estableció Naciones Unidas (ONU), en septiembre 2015, al publicar su "Agenda 2030", compuesta por 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que nos dan la ruta para transitar, en similares condiciones, a la tercera década del siglo XXI. Las 169 metas que componen los ODS desafían a gobiernos, ciudadanos y sectores productivos, donde la industria de la moda tiene mucho que aportar. Hoy analizaré, cuál podría ser la contribución de la moda al cumplimiento de esta ambiciosa tarea.
Hay que tener el cuenta que los 17 objetivos de desarrollo sostenible se interrelacionan entre si, por lo tanto, el cumplimiento de estas metas puede incidir directamente en lograr resultados en otras, no consideradas en esta selección.
La industria de la moda y los ODS
Las sinergias negativas de la industria de la moda son bien conocidas por nosotrxs:
- Altamente contaminante, siendo una de las que más aportan emisiones de carbono al medio ambiente;
- Dudosa ética en el trato de la dignidad humana, lo que se refleja en su ubicación en el Índice de Esclavitud
- Poca transparencia en sus cadena de valor, lo que se traduce en que apenas tres marcas logran más de 60% en el Índice de Transparencia 2019 de Fashion Revolution.
Estos antecedentes son suficientes para afirmar, que la moda tien un rol importante dentro de varios de los objetivos de la Agenda 2030.
En términos concretos los ODS más relevantes o con mayor incidencia en la cadena de valor de la moda según mi análisis son:
ODS 1 "Fin de la pobreza": a pesar de los avances todavía existen centro de producción de la moda, sobre todo en Asia, donde a los trabajadores no se les paga un salario digno, es decir, uno que les alcance para vivir con las condiciones básicas y no sobrevivir. En ese sentido, las metas de este objetivo apuntan a que tanto mujeres, hombres como niñas y niños puedan salir del umbral de la pobreza y acceder a los bienes para su desarrollo. La industria de la moda debe hacerse cargo de ello, no sólo pagando bien por la mano de obra, sino también fiscalizando a sus proveedores y presionando a los gobiernos de esas naciones para que eleven el salario mínimo a uno que logre la categoría de "decente".
ODS 5 "Igualdad de género": el 80% de los trabajadores que trabajan en la cadena productiva de la moda son mujeres, muchas de ellas se enfrentan a situaciones de violencia y maltrato permanente. Por lo mismo, la moda debe hacerse cargo de esta situación y ser un actor fundamental en la erradicación de la violencia contra la mujer dentro de su cadena de valor. Hoy no son aceptables estas prácticas, por lo que es urgente una mayor fiscalización y control sus centros de producción tanto deslocalizados como localizados.
ODS 8 "Trabajo decente y crecimiento económico": la industria de la moda, sobre todo la masiva, no siempre emplea en condiciones decentes, lo que supone una mayor vulnerabilidad a sus trabajadores y trabajadoras. En ese sentido, no son solo quienes participan en la producción los que se ven afectados por esta malas prácticas, sino también quienes están en los puntos de venta. Dentro de las metas de este objetivo está el fin de la esclavitud, tema en el que la moda no puede rehuir dada su ubicación en el ranking global sobre esta materia.
ODS 12 "Producción y consumo responsable": la industria de la moda aporta el 10% de las emisiones mundiales de carbono, es responsable del 20% de las aguas residuales del mundo, tiene unas de las mayores tasas de uso de pesticidas e insecticidas; y utiliza más energía que la industria de la aviación y el transporte maritimo juntos. Este ritmo de producción ineficiente está afectando gravemente la planeta, por lo mismo debe hacerse cargo de las metas ligadas a este objetivo, sobre todo aquellas que hablan sobre la reducción en la generación de desechos y la adopción de prácticas sostenibles.
Hay que tener el cuenta que los 17 objetivos de desarrollo sostenible se interrelacionan entre si, por lo tanto, el cumplimiento de estas metas puede incidir directamente en lograr resultados en otras, no consideradas en esta selección.
Lo anterior debe convertirse en una motivación para que la industria no cierre los ojos y asuma su compromiso no sólo con un crecimiento integral aislado, sino en armonía con su entorno. Estoy convencida que la moda puede ser un vehículo para el cambio social.
De hecho, existe una iniciativa de la ONU con grandes industriales de la moda que se llama SDGs for Better Fashion o ODS por una Mejor Moda, donde las metas están centradas en otros objetivos que no desarrollo acá: ODS 4 "Educación de calidad"; ODS 9 "Industria, innovación e infraestructura"; ODS 12 mencionado en este recuento y el ODS 13 "Acción por el clima".
¿Te hacen sentidos los ODS seleccionados con los desafíos de la industria de la moda?
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