La moda latina lucha por encontrar su lugar en la industria en medio de un contexto incierto y una sobreproducción que relativiza lo que entendemos como crecimiento. Sin embargo, existe una oportunidad de ampliar no sólo su reconocimiento, sino también su cuota de mercado: el metaverso o mundo virtual. Tal como lo oyes, la moda latinoamericana puede poner su sello en un espacio que recién comienza a expandirse y que aügura transformarse en la nueva frontera prometida, en la que el vestuario digital, los NFT, el gaming y la tiendas virtuales serán parte de la ecuación de pequeñas y grandes marcas que buscarán seducir a nuestros avatares.
El metaverso es descrito por Digitaltrends como "un entorno donde los humanos interactúan social y económicamente como avatares en un ciberespacio, que actúa como una metáfora del mundo real, pero sin sus limitaciones físicas o económicas".
En ese lugar, lxs usuarixs tenemos la opción de transformarnos y literalmente ser "otras personas", sin seguir los códigos de vestuario (dress code) que queriendo o no, nos reprimen. Es así como podemos vestir como realmente nos gustaría, sin miedo al que dirán o sin el estrés asociado a la percepción de nuestros cuerpos. En esa línea el estilo se transforma en una palabra sin márgenes, cuya identidad puede modificarse sin el permiso social.
Por otra parte, desde el punto de vista de los creativxs, el metaverso les permite diseñar "sin límites" materiales o de funcionalidad, lo que da pie a nuevos universos creativos. Además de conectarse de otra forma con sus usuarixs, de un modo más íntimo y personal.
En ese ámbito, la moda ha querido marcar su impronta transformándolo en un nuevo lugar para crecer y hacer negocios. Lo anterior, no sólo impulsada por la necesidad de ropa digital de lxs usuarixs del metaverso, sino también porque podría convertirse en una buena alternativa frente a las tensiones del sector con el medio ambiente en plena emergencia climática.
Si bien, la producción digital no está exenta de huella ambiental (asociada a la huella energética fundamentalmente), si supone un uso completamente diferente de los recursos, al menos, de la manera en la que la moda lo ha hecho tradicionalmente.
En los últimos años, hemos visto a grandes casas de moda como Luis Vuitton (para League of Legends), Marc Jacobs, Valentino (ambos para Animal Crossing), Gucci (para The Sims 4) y Balenciaga (para Fortnite) siendo seducidas por el gaming y sus expectativas, tanto creativas como económicas.
En esta línea también encontramos la irrupción de la moda en los NFT (non fungible token o activo no fungible), activos digitales criptográfico creados con tecnología blockchain, que poseen un valor único, que no se puede modificar ni intercambiar por otro igual y que ha llevado a marcas como Gucci a crear zapatillas subastadas por Christie o a Karl Lagerfeld a desarrollar figuritas de la imagen del fallecido diseñador que incluyen toda su ropa y accesorios icónicos.
Otras opciones las aportan compañías como The Dematerialised que diseña indumentaria que puede ser usada cuan filtro en redes sociales como Instagram, así también como en gaming y el metaverso. Es decir, provee de un clóset virtual que termina coqueteando con la realidad física.
Si bien todavía no hay una tendencia muy fuerte a explorar en el metaverso de parte de creativxs latinxs, si existen algunas experiencias que comienzan a sentar precedentes como la tienda de Supra en la galería virtual 360º Pakcha, el uso de modelos virtuales de Pelff en una de sus colecciones o de Chain en el Mercedes Benz Fashion Week Rusia, así también como el trabajo que viene haciendo de manera intensiva 12na con su presentación en BRIFW o su desfile virtual para Greenpeace. De hecho, me atrevería a decir que son la etiqueta latina que más ha experimentado en el mundo virtual.
Si bien, el metaverso puede sonar un poco lejano para los Millennial, para la generación Z no, ya que parte de sus interacciones cotidianas se dan allí. Si a eso le sumamos su perfil más consciente de las problemáticas que lo rodean, puede ser una tremenda oportunidad para seducirlos desde un relato diferenciador no solo en lo estético, sino también en su contenido.
¿Comprarías moda latina en el metaverso?
La moda latina llega al metaverso
El metaverso es descrito por Digitaltrends como "un entorno donde los humanos interactúan social y económicamente como avatares en un ciberespacio, que actúa como una metáfora del mundo real, pero sin sus limitaciones físicas o económicas".
En ese lugar, lxs usuarixs tenemos la opción de transformarnos y literalmente ser "otras personas", sin seguir los códigos de vestuario (dress code) que queriendo o no, nos reprimen. Es así como podemos vestir como realmente nos gustaría, sin miedo al que dirán o sin el estrés asociado a la percepción de nuestros cuerpos. En esa línea el estilo se transforma en una palabra sin márgenes, cuya identidad puede modificarse sin el permiso social.
Por otra parte, desde el punto de vista de los creativxs, el metaverso les permite diseñar "sin límites" materiales o de funcionalidad, lo que da pie a nuevos universos creativos. Además de conectarse de otra forma con sus usuarixs, de un modo más íntimo y personal.
En ese ámbito, la moda ha querido marcar su impronta transformándolo en un nuevo lugar para crecer y hacer negocios. Lo anterior, no sólo impulsada por la necesidad de ropa digital de lxs usuarixs del metaverso, sino también porque podría convertirse en una buena alternativa frente a las tensiones del sector con el medio ambiente en plena emergencia climática.
Si bien, la producción digital no está exenta de huella ambiental (asociada a la huella energética fundamentalmente), si supone un uso completamente diferente de los recursos, al menos, de la manera en la que la moda lo ha hecho tradicionalmente.
En los últimos años, hemos visto a grandes casas de moda como Luis Vuitton (para League of Legends), Marc Jacobs, Valentino (ambos para Animal Crossing), Gucci (para The Sims 4) y Balenciaga (para Fortnite) siendo seducidas por el gaming y sus expectativas, tanto creativas como económicas.
En esta línea también encontramos la irrupción de la moda en los NFT (non fungible token o activo no fungible), activos digitales criptográfico creados con tecnología blockchain, que poseen un valor único, que no se puede modificar ni intercambiar por otro igual y que ha llevado a marcas como Gucci a crear zapatillas subastadas por Christie o a Karl Lagerfeld a desarrollar figuritas de la imagen del fallecido diseñador que incluyen toda su ropa y accesorios icónicos.
Otras opciones las aportan compañías como The Dematerialised que diseña indumentaria que puede ser usada cuan filtro en redes sociales como Instagram, así también como en gaming y el metaverso. Es decir, provee de un clóset virtual que termina coqueteando con la realidad física.
A lo anterior, se suma la opción que han tenido marcas como Ralph Lauren de crear su propio mundo y vender líneas especiales en redes sociales como la coreana Zepeto, que posee 200 millones de usuarios que interactúan en ese espacio virtual.
Estos escenario plantean una oportunidad innegable a la industria de la moda latina, que podría aportar desde su particular mirada del uso de los textiles y oficios, así también de su inspiración local para desarrollar un vestuario que transcienda los límites físicos y permita el reconocimiento de etiquetas y creativos de esta región, lo que hace mucho sentido dado el auge de la industria de los videojuegos en países como México, Brasil, Argentina, Colombia y Chile.
Si bien todavía no hay una tendencia muy fuerte a explorar en el metaverso de parte de creativxs latinxs, si existen algunas experiencias que comienzan a sentar precedentes como la tienda de Supra en la galería virtual 360º Pakcha, el uso de modelos virtuales de Pelff en una de sus colecciones o de Chain en el Mercedes Benz Fashion Week Rusia, así también como el trabajo que viene haciendo de manera intensiva 12na con su presentación en BRIFW o su desfile virtual para Greenpeace. De hecho, me atrevería a decir que son la etiqueta latina que más ha experimentado en el mundo virtual.
Si bien, el metaverso puede sonar un poco lejano para los Millennial, para la generación Z no, ya que parte de sus interacciones cotidianas se dan allí. Si a eso le sumamos su perfil más consciente de las problemáticas que lo rodean, puede ser una tremenda oportunidad para seducirlos desde un relato diferenciador no solo en lo estético, sino también en su contenido.
¿Comprarías moda latina en el metaverso?
(Foto principal Balenciaga en Fortnite)
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