¿Desaparecieron los vertederos ilegales de ropa en el desierto?
La respuesta rápida es NO. Tras masificarse la noticia de su existencia -el problema lleva más de una década, pero desde 2021 fue imposible ignorarlo-, todo el país y el mundo puso sus ojos en la comuna de Alto Hospicio y en quienes tendrían incidencia directa en la situación.
Si bien, se establecieron algunas responsabilidad e incluso a fines de marzo 2022, la abogada iquiqueña, Paulin Silva, interpuso una demanda por daño ambiental en contra del Fisco y la Municipalidad de Alto Hospicio aduciendo que “habían existido conductas negligentes sistemáticas, así también un riesgo a la vida y salud de las personas por pasivos ambientales en la comuna”, el panorama no cambió demasiado.
De hecho, en junio 2022 se produjo un gran incendio que quemó toneladas de ropa, contaminando el aire y afectando a la población que vive en sus alrededores, el que fue apagado con arena dejando micro hogueras (emisiones) en el sector.


Aunque de alguna manera se "despejó" parte de la zona, los vertederos no desaparecieron, solo cambiaron de ubicación. La ONG Desierto Vestido, que está dedicada a concientizar, educar, investigar y accionar frente a la problemática de la ropa importada en la región de Tarapacá ha sido testigo de este fenómeno. Según uno de sus integrantes, Bastián Barría, se sigue botando ropa, pero no como era antes, cerca de la comuna y a vista y paciencia de todo el mundo; sino detrás de los cerros de forma clandestina y silenciosa. Así lo han podido constar en terreno.
En esa línea, Bastián cree que para ponerle fin a este asunto es necesario, en primer lugar, que las personas cambien sus hábitos de consumo, porque eso genera un sobreconsumo, que deriva en una sobreproducción de prendas de mala calidad y, por ende, desechables. "Siempre va a haber un delta de ropa que terminará siendo descartado. Por lo mismo, hay que tratar de incentivar las buenas prácticas de consumo responsable y consciente, y también informar de una manera socioambiental acerca de cuáles son las consecuencias de la moda rápida y de su posterior descarte y quema", insiste.
Asimismo considera que también es necesario actualizar la normativa asociada a la importación de ropa usada, sin desconocer el ecosistema que vive de ella. En ese sentido, propone prohibir la entrada de vestuario basura. "Hay algunos fardos que no traen solamente ropa, sino que también otro tipo de residuos. Así que tiene que haber una mayor regulación y control acerca de lo que se importa", enfatiza.
A lo anterior añade que las comercializadoras - importadoras deben hacerse responsables respecto de donde termina la ropa que no logran vender. Para ello propone un diálogo entre quienes podrían aprovechar ese recurso como materia prima y las importadoras, teniendo claro que para lograrlo, se requiere de voluntad política. "Por una parte de los emprendimientos que puedan utilizar estas prendas y también el sector empresarial que tenga la buena voluntad de actuar de manera transparente y con responsabilidad acerca de lo que están importando", remata.

Un camino para lograr el último propósito que señala Bastián es la Ley REP o de responsabilidad extendida del productor, la que desde que el Ministerio de Medio Ambiente anunció -en septiembre 2021-que los textiles y ropa serían un producto prioritario, se ha convertido casi en "la bala de plata" de esta problemática. No obstante, a más de un año de esta noticia lo único que se ha develado a la ciudadanía son rumores de que no se estaría llegando a los "números" necesarios para poder sumar esta categoría al cuerpo legal. Es decir, seguimos en el mismo punto muerto de siempre.
Aunque todavía hay algunas sendas que podrían servir de "atajo" a esta ruta como lo son el diagnóstico sectorial que está impulsando la Cámara Diseña Sustentable para lograr un Acuerdo de Producción Limpia (APL) para los textiles en Chile o la Mesa de Textiles en la que participan el Ministerio del Medio Ambiente, Fundación Basura, Desierto Vestido y Fashion Revolution Chile.
Líneas de acción de ONG Desierto Vestido
La ONG Desierto Vestido se ha convertido en un actor importante en la discusión sobre los vertederos ilegales en el desierto, gracias a su trabajo en 4 líneas de acción: educación, investigación, vinculación e incidencia.- Educación: desarrollar actividades basadas en la educación ambiental con el objetivo de concientizar / desarrollar herramientas y soluciones de triple impacto, para la población acerca del uso y descarte de ropa a través de charlas, talleres y material audiovisual de manera presencial y virtual.
"En nuestra sede “Casa de Oficios” recuperamos prendas descartadas, las distribuimos a nuestros colaboradores que son emprendimientos textiles y las reconvertimos en prendas con un nuevo valor comercial. Además, realizamos talleres de concientización del descarte textil en Alto Hospicio. También hemos realizado talleres de recuperación y suprareciclaje de ropa con mujeres, niñes y juventudes de Alto Hospicio, entregando técnicas y herramientas", relata.
- Investigación: el desarrollo de investigaciones para abordar la problemática de los vertederos ilegales de ropa y realizar un diagnóstico a profundidad sobre los impacto sociaeconómicos y ambientales del uso y descarte de ropa en la región de Tarapacá; conocer los principales vectores que están afectando a su entorno y ser un referente en temas científico-sociales frente a este tema.
- Vinculación: generar alianzas estratégicas y la colaboración de distintos actores en la región y el país (población, emprendimiento e instituciones / organizaciones).
"Hemos participado junto a artistas, emprendimientos y municipios en talleres e intervenciones territoriales. Los últimos meses de 2022 participamos en el Festival Desierto Sonoro realizando una intervención artística junto al destacado artista británico, Ian Berry, y también participamos junto a la destacada diseñadora nacional, Lupe Gajardo, en el evento Desierto Circular.
- Incidencia: a través del diálogo y la vinculación con actores regionales y nacionales, que tienen como objetivo influir sobre las políticas públicas y las decisiones vinculadas a acciones necesarias para incidir sobre la problemática del descarte textil.
"Actualmente participamos en la Mesa de Textiles junto al Ministerio del Medio Ambiente, Fundación Basura y Fashion Revolution Chile. Además, de la mesa de trabajo Iquique - Alto Hospicio “La ciudad que queremos”, iniciativa desarrollada por Corporación Ciudades y el Gobierno Regional de Tarapacá".
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