[DETOX] Si decidieras dejar el azúcar porque no aporta nada a tu nutrición y solo aumenta tu ansiedad, ¿te irías a meter a una pastelería? Me imagino que no... (nunca tanto masoquismo 😬). Ahora bien, si quisieras transitar hacia una relación con el vestir más consciente y responsable, ¿verías todo el día "haul" o seguirías a personas que solo te hablan de consumir y estar en sintonía con las "tendencias de temporada"? Supongo que tampoco.... (nunca tanto masoquismo 😬). Si lo sigues haciendo, entonces es el momento que comiences a hacer un detox de redes sociales. Hoy te daré las razones de por qué este acto tan sencillo no solo ayudará a tus propósitos de sostenibilidad, sino también a tu salud mental y económica.
Esa acción natural y 100% humana es fruto de la resignación o el cansancio de estar "a la defensiva" o en modo "Uma Thurman en Kill Bill" ante los contenidos que nos llegan por redes sociales.
Por ejemplo, en TikTok una de las tendencias más populares son los "haul", que según Harper's Bazaar "suelen ser una colección de varios ítems (generalmente ropa, accesorios, productos de belleza...) que la persona ha adquirido y comparte con su audiencia”. En otras palabras, un despliegue de consumo desenfrenado y en su mayoría "desechable" (ropa barata, de mala calidad y con cero información respecto a su origen. Miren el ejemplo que compartió Ale Cuevas de Clóset Sustentable si no me creen).
En una línea similar tenemos los "unboxing", que son descritos como la apertura pública de cajas enviadas por marcas para promocionar determinado producto. Si bien esto parece un acto inocente -yo misma lo he hecho en alguna oportunidad-, se vuelve una "arma de doble filo" cuando se convierte en la actividad permanente de quien los emite, invitando al sobreconsumo, sin reflexión de por medio.
Cada una de estos nuevos "modos de venta" que han articulado las etiquetas de moda con la complicidad de muchxs influenciadores, nos llevan a observar nuestro clóset con desconfianza y a creer que el "no tengo nada que ponerme" es una realidad (aunque sabemos que realmente lo que no tenemos es lo que ellxs nos ofertan, que casi siempre son prendas con obsolescencia programada y/o percibida).
Este sentimiento puede provocar una dosis de ansiedad, que nos "obliga" a comprar sin pensar, solo para satisfacer el cosquilleo incesante mezclado con una necesidad de la "validación social" en el territorio de las redes (yo no he visto a nadie haciendo "haul" en plena calle, se vería extraño por decirlo menos 😵). Ello sin contar, que la mayoría de esas prendas, están tan mal hechas que su buen calce dura con suerte dos usos y luego te hacen a dudar, si es la ropa la defectuosa o es tu cuerpo el que debería modificarse.
A lo anterior, hay que agregarle la cantidad de dinero que se gasta para "igualar" lo que se ve y/o aspira, que puede parecer poco comparando precio y cantidad, pero que puede tornarse una suma importante, si la conducta se vuelve compulsiva. Por ejemplo: compraste 8 prendas por $30.000 -US$38- en una frecuencia de una vez a la semana. Si calculas ese gasto por 6 meses gastarías $720.000 -USD$915-, lo que equivale app a un paquete turístico de una semana a Brasil con pasaje incluido en temporada baja en un buen hotel.
Por lo mismo, para evitar caer en esos pensamientos y emociones que quiebran tus finanzas y salud mental, lo más sensato es comenzar a hacer detox de redes sociales, lo que supone dejar de seguir y darle "like" a personas que no te ayuden a vestir de forma consciente y responsable; que no entiendan que reducir si es una posibilidad (¿escuchaste el 5to episodio de El Nuevo Vestir podcast sobre ello?) y que lo que verdaderamente es tendencia es transformar el vestir en un acto político.
De hecho, desde la lógica de cambiar el verbo, se podrían hacer "haul" de lo que ya se tiene, de lo que se intercambia, repara, personaliza, cuida, etc. En cuanto a los unboxing, se podrían orientar a marcas que realmente tienen un relato interesante y honesto o que motiven nuevas formas de relacionarnos con el vestir.
Pero tranqui, nadie te pide que hagas este proceso como "Uma en Kill Bill" (ve el video que te linkié 👆😎), sino de forma paulatina y a tu ritmo como los buenos detox: con calma y concentradx en el propósito.
Una vez terminada esa etapa y para que no quedes con tu feed o inicio escuálido y logres reconfigurar el algoritmo para que desaparezcan los malos estímulos, te recomiendo que comiences a seguir a personas que te ayudan a caminar hacia un vestir más sostenible (ve algunos ejemplos👇) o que simplemente te entreguen alegría y no ansiedad (los reels de animales y/o los bailes de todo tipo en TikTok se pueden convertir en un oasis para aliviar el estrés cotidiano, bueno también los de Harry Styles 😁).
¿Qué otras razones sumarías para hacer un detox de redes sociales? ¿Has hecho alguna vez este tipo de detox u otro en tus plataformas favoritas?
Razones para un detox de redes sociales
Vivimos llenos de estímulos (muchos de nosotrxs seríamos etiquetados como "guaguas/bebés sobreestimulados), por lo mismo por más que tengamos firmes convicciones sobre muchas cosas o intentemos tenerlas, ante la presión de esas imágenes muchas veces "tiramos la toalla" (desistimos).Esa acción natural y 100% humana es fruto de la resignación o el cansancio de estar "a la defensiva" o en modo "Uma Thurman en Kill Bill" ante los contenidos que nos llegan por redes sociales.
Por ejemplo, en TikTok una de las tendencias más populares son los "haul", que según Harper's Bazaar "suelen ser una colección de varios ítems (generalmente ropa, accesorios, productos de belleza...) que la persona ha adquirido y comparte con su audiencia”. En otras palabras, un despliegue de consumo desenfrenado y en su mayoría "desechable" (ropa barata, de mala calidad y con cero información respecto a su origen. Miren el ejemplo que compartió Ale Cuevas de Clóset Sustentable si no me creen).
En una línea similar tenemos los "unboxing", que son descritos como la apertura pública de cajas enviadas por marcas para promocionar determinado producto. Si bien esto parece un acto inocente -yo misma lo he hecho en alguna oportunidad-, se vuelve una "arma de doble filo" cuando se convierte en la actividad permanente de quien los emite, invitando al sobreconsumo, sin reflexión de por medio.
Cada una de estos nuevos "modos de venta" que han articulado las etiquetas de moda con la complicidad de muchxs influenciadores, nos llevan a observar nuestro clóset con desconfianza y a creer que el "no tengo nada que ponerme" es una realidad (aunque sabemos que realmente lo que no tenemos es lo que ellxs nos ofertan, que casi siempre son prendas con obsolescencia programada y/o percibida).
Este sentimiento puede provocar una dosis de ansiedad, que nos "obliga" a comprar sin pensar, solo para satisfacer el cosquilleo incesante mezclado con una necesidad de la "validación social" en el territorio de las redes (yo no he visto a nadie haciendo "haul" en plena calle, se vería extraño por decirlo menos 😵). Ello sin contar, que la mayoría de esas prendas, están tan mal hechas que su buen calce dura con suerte dos usos y luego te hacen a dudar, si es la ropa la defectuosa o es tu cuerpo el que debería modificarse.
A lo anterior, hay que agregarle la cantidad de dinero que se gasta para "igualar" lo que se ve y/o aspira, que puede parecer poco comparando precio y cantidad, pero que puede tornarse una suma importante, si la conducta se vuelve compulsiva. Por ejemplo: compraste 8 prendas por $30.000 -US$38- en una frecuencia de una vez a la semana. Si calculas ese gasto por 6 meses gastarías $720.000 -USD$915-, lo que equivale app a un paquete turístico de una semana a Brasil con pasaje incluido en temporada baja en un buen hotel.
Una referencia de viaje en dos ciudades de Brasil, para que veas que no estoy inventando
Por lo mismo, para evitar caer en esos pensamientos y emociones que quiebran tus finanzas y salud mental, lo más sensato es comenzar a hacer detox de redes sociales, lo que supone dejar de seguir y darle "like" a personas que no te ayuden a vestir de forma consciente y responsable; que no entiendan que reducir si es una posibilidad (¿escuchaste el 5to episodio de El Nuevo Vestir podcast sobre ello?) y que lo que verdaderamente es tendencia es transformar el vestir en un acto político.
De hecho, desde la lógica de cambiar el verbo, se podrían hacer "haul" de lo que ya se tiene, de lo que se intercambia, repara, personaliza, cuida, etc. En cuanto a los unboxing, se podrían orientar a marcas que realmente tienen un relato interesante y honesto o que motiven nuevas formas de relacionarnos con el vestir.
Pero tranqui, nadie te pide que hagas este proceso como "Uma en Kill Bill" (ve el video que te linkié 👆😎), sino de forma paulatina y a tu ritmo como los buenos detox: con calma y concentradx en el propósito.
Una vez terminada esa etapa y para que no quedes con tu feed o inicio escuálido y logres reconfigurar el algoritmo para que desaparezcan los malos estímulos, te recomiendo que comiences a seguir a personas que te ayudan a caminar hacia un vestir más sostenible (ve algunos ejemplos👇) o que simplemente te entreguen alegría y no ansiedad (los reels de animales y/o los bailes de todo tipo en TikTok se pueden convertir en un oasis para aliviar el estrés cotidiano, bueno también los de Harry Styles 😁).
¿Qué otras razones sumarías para hacer un detox de redes sociales? ¿Has hecho alguna vez este tipo de detox u otro en tus plataformas favoritas?
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