El paisaje que proyecta nuestro clóset
El neocolonialismo de la moda ha transformado los modos de hacer y vestir la ropa. En esa línea, ha movilizado parte de las "externalidades negativas" del proceso a países más precarios y vulnerables en términos sociales, políticos y económicos dejando allí contaminación e injusticias, que en plena emergencia climática tiene consecuencias nefastas para la vida de esas personas y del planeta.Si bien, esta realidad impulsa a poner sobre la mesa conceptos como el de justicia climática, también hay otros que afloran de manera tímida, pero que hablan de la manera en que las acciones humanas pueden modificar nuestro ecosistema y más "cotidianamente" nuestro paisaje.
Collage "Fe en acción" de Cristina Uribe @crissalida.mx: "representé un paisaje luminoso basado en la fe y la pluralidad; la fe funge como raíz, pero nuestras voces locales nos llevan a la superación de la emergencia climática. La fe es crucial para comprometernos a cambiar positivamente las cosas pero no es suficiente para lograrlo; no debemos delegar nuestra agencia a nadie "que esté allá arriba". El paisaje es binario retomando la idea del norte y sur, así como el cielo y el infierno; la parte inferior representa la emergencia climática y la parte superior representa su superación, ya no una dinámica de poder de unos países sobre otros o una petición de la Tierra al cielo".
Según el Consejo de Europa (2000), el paisaje es definido como "cualquier parte del territorio tal como la percibe la población, cuyo carácter es el resultado de la acción y la interacción de factores naturales o humanos".
En esta línea, la ética del paisaje propuesta por Albert Cortina nos habla de la idea de la construcción social del paisaje según las necesidades y los anhelos de la ciudadanía. Así también de "garantizar la diversidad y la calidad de los paisaje como un reflejo del respeto a la dignidad de la naturaleza y a la realización personal, a nivel material e espiritual, del individuo. Ello resulta aún más urgente cuando el capitalismo ha estandarizado algunos paisajes -ej: los condominios, los malls- diluyendo las identidades locales o limitando las referencias estéticas y simbólicas de los mismos.
Collage de Julio Chávez Calderón @juliochavezc: "En el collage pegué a un danzante, un diablo de la tirana que carga sobre su cuerpo esculturas de pueblos aledaños e imágenes paganas, como también desechos de su comunidad. Le danza al Dios Sol para que este renueve sus tierras y permita que caiga agua al territorio. En su mano carga un hilo y aguja, y en sus pies dos neumáticos con las imágenes de los basurales textiles del norte. Utilicé papel lustre para armar el paisaje de fondo, remarcado con plumones. Me fue inevitable llegar a una imagen barroca".
La naturaleza también ha modificado los paisajes producto de los desastre naturales, consecuencias del cambio climático. Si bien esta acción siempre estuvo presente, hoy se muestra con más intensidad y vigor como parte de la emergencia climática provocada por los seres humanos.
Ahora bien se preguntarán, ¿cómo se conecta lo anterior con la moda? Aunque no resulte evidente, su vinculación está dada por los modos de producción y consumo que ha promovido la industria en las últimas décadas.
Ello porque la irrupción del modelo de negocio de la moda rápida y posteriomente la moda ultra rápida a borrador el valor simbólico y material de la ropa. Así también ha instaurado formas de producción que han alterado los paisajes contaminándolos y haciéndolos invivibles para quienes habitan en ellos.
A su vez, la sobreproducción que promueve ese sistema ha llevado a un sobreconsumo de "ropa desechable", que también altera al paisaje creando zonas de sacrificio de la moda y convirtiendo a las personas en cómplices pasivos de una industria cuyo glamour es la cortina de humo para ocultar una realidad incómoda.
Todos estos aspectos nos obligan a preguntarnos ¿qué paisajes vemos al abrir nuestro clóset? Es decir, si analizamos nuestra ropa, la manera en que fue diseñada y cosida, la forma en que la vestimos y "desechamos", ¿qué paisajes se pueden vislumbrar?.
Quizás, en muchos casos, unos más parecidos a los de los vertederos ilegales de ropa ubicados en el desierto de la comuna de Alto Hospicio en el norte de Chile o a las montañas infinitas de ropa en Ghana y Kenia.
Ahora bien, qué pasaría con esos paisajes si creamos una nueva relación con el vestir, si cambiamos el verbo y empezamos a usar lo que ya tenemos en el clóset, a cuidarlo, repararlo, reusarlo, personalizarlo e intercambiarlo por nombrar los verbos más a la mano.
Y si a lo anterior, le ponemos un componente local, descolonizando prácticas y desaprendiendo hábitos, que no tienen que ver con nuestra cultura ni historia. ¿Qué paisaje se proyecta?
Un ejercicio así les propuse a los estudiantes del Diplomado en Estudios críticos de la moda de la PUC, que imaginaran el paisaje de la moda latina. En esta nota comparto algunos ejemplos de este encargo junto a sus reflexiones. Te invito a abrir tu clóset y hacer el mismo proceso, esta vez imaginando el paisaje que se configura al mirar la ropa que tienes allí o soñando con el paisaje que te gustaría que representara tu clóset. La técnica del collage es un buen camino para despertar la creatividad.
¿Se animan a realizarlo? ¿Qué paisajes ven al abrir su clóset?
Collage de Fabiola Loyola Aravena @dezertora: "con las imágenes traté de plasmar la importancia de nuestra identidad latinoamericana y nuestros grupos originarios al momento de pensar en una descolonización de la moda, así como también el contraste entre el espacio urbano y natural como lugar de encuentro y reflexión. Por último, la urgente necesidad de crear políticas públicas orientadas a la sostenibilidad y acción conjunta para frenar el calentamiento global".
Collage de Mariana Rodríguez Céspedes
(Imagen principal: Fragmento collage "Fe en acción" de Cristina Uribe)
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