Hace unos días, la experta en tendencias holandesa Lidewij Edelkoort sorprendió a la industria de la moda con una sentencia dura y absoluta: "es el fin de la moda como la conocemos" ("It's the end of fashion as we know it"). Si bien estoy de acuerdo con varias de sus reflexiones, creo que más que ponerle lápida al sector, sus palabras son una provocación para evolucionar, reinventarse y dejar de hacer las cosas de la manera que se vienen haciendo. ¿Cómo recoge el guante la moda de autor? Hoy lo analizo.
El paradigma actual de la moda, donde las tendencias gobiernan tanto la cadena de producción como los armarios de los consumidores está obsoleto. De ello no cabe duda. La contaminación y explotación descarada de los seres humanos que ha sido la tónica en el mundo del "fast fashion", no sólo está obligando un cambio en los hábitos de consumo, sino también del modelo de negocios de la industria, ya que con este nivel de degradación, no hay futuro. No se necesita ser experto para sumar los factores y darse cuenta que el saldo arroja negativo.
Si a ello se le suma que el foco está centrado en la ropa -desde una mirada simplista del objeto-, el culto a la personalidad y la condescendencia plasmada en revistas y medios especializados, el panorama no parece alentador. Al menos a si lo cree Li Edelkoort, una especie de "oráculo" de lo que vendrá en el mundo de la moda (en 2003, la revista Time la nombró como una de las 25 personas más influyente del mundo de la moda).
Antes de ponerse a la defensiva y tomar estas palabras a la ligera, creo que estas declaraciones son una excelente oportunidad para países como los latinoamericanos, que están tratando de configurar un sistema moda armónico e integral. Ello porque Edelkoort realiza un análisis sistémico, al dividir su crítica por sectores, lo que permite realizar diagnósticos e imaginar nuevos horizontes. En el fondo, su mordaz ensayo -presentado en Design Indaba en Cape Town- no sólo golpea los cimientos de la moda, sino también nos recuerdan que algo no está bien en la forma cómo estamos viviendo (no es difícil extrapolarlo con el sistema económico en el que vivimos).
Sin estar de acuerdo con la totalidad de sus dichos, me atrevo a realizar brevemente con ellos una aproximación a la moda de autor latina:
- "Escuelas de diseño = fábricas de divas": uno de los grandes desafíos de las escuelas de diseño latinas es formar a profesionales que entiendan su entorno y se hagan responsables de ello. Es decir, que entiendan que sin el trabajo asociativo y el esfuerzo mancomunicado es imposible crear industria (el individualismo puede ganar portadas, pero no crea las condiciones para desarrollar industria). Además que valoren dentro de su proceso creativo, su identidad local desde una mirada compleja y no cliché, utilizándola como ventaja competitiva y baluarte de la innovación. Al mismo, que incentiven nuevas formas de hacer negocio, sin quedarse pegado en los formatos del siglo XX y utilizando las nuevas herramientas sociales como plataformas de articulación y conexión.
- "Tejidos a precio de huevo": la producción textil que degrada el entorno y a sus trabajadores, no sólo dejo de estar de moda, sino se está convirtiendo en un peligro para los países que la acogen. Los participantes de los centros de producción del "Tercer Mundo" están comenzando a tomar conciencia de sus derechos y no están dispuestos a retroceder en el camino que han emprendido. Ello supone el fin de la ropa barata, la relocalización de ciertos procesos y la revalorización del artesano. La moda de autor latina tiene un gran potencial en este sentido, ya que puede convertirse en pionero en la creación de tejidos más sustentables y en el rescate de técnicas artesanales que potencian la cadena de valor.
- "El interés por la moda ha cambiado por el de la ropa": es necesario que en Latinoamérica comencemos a dejar de mirar la moda como simple objeto del vestir y comencemos a analizarla desde una mirada holística, tomando en cuenta su aporte para la economía del país, su valor identitario y de imagen país, sólo por nombras algunas aristas. Si no elevamos el nivel de la discusión no lograremos crear marcas que se salgan del círculo de los desechable y ofrezcan relato y nuevas praxis.
- "Las críticas son puras generalizaciones": los medios de moda nos debemos hacer cargo de construir el sistema moda latino y abandonar la descripción o la mera editorial guiada por los auspiciadores y volvernos más propositivos. Entiendo que los medios deben subsistir, pero eso no significa caer en la mediocridad y complacencia. La juventud de nuestro mercado (me refiero a la industria de la moda latina, no al público objetivo), permite ser proactivo y salirse de la zona de confort y comenzar a escribir para volvernos reales integrantes del sistema moda. No meros títeres articulados por las agendas de las grandes marcas.
- "Los desfiles show ridículos": hace rato que le doy vuelta a la necesidad de aprovechar las nuevas formas de consumo para innovar en la forma de presentar las colecciones. Tengo la certeza que en el caso de la moda de autor latina, los desfiles no siempre son el camino, que hay que comenzar a pensar en función de los nichos de mercado y no quedarse pegado en formatos que quizás no funcionan para nuestras marcas.
¿Leíste el manifiesto de Li Edelkoort? ¿cuán de acuerdo estás con sus dichos? ¿cómo crees que deben recibir estas palabras la incipiente industria latina?
La moda debe cambiar de paradigma
El paradigma actual de la moda, donde las tendencias gobiernan tanto la cadena de producción como los armarios de los consumidores está obsoleto. De ello no cabe duda. La contaminación y explotación descarada de los seres humanos que ha sido la tónica en el mundo del "fast fashion", no sólo está obligando un cambio en los hábitos de consumo, sino también del modelo de negocios de la industria, ya que con este nivel de degradación, no hay futuro. No se necesita ser experto para sumar los factores y darse cuenta que el saldo arroja negativo.
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Foto por Dezeen |
Si a ello se le suma que el foco está centrado en la ropa -desde una mirada simplista del objeto-, el culto a la personalidad y la condescendencia plasmada en revistas y medios especializados, el panorama no parece alentador. Al menos a si lo cree Li Edelkoort, una especie de "oráculo" de lo que vendrá en el mundo de la moda (en 2003, la revista Time la nombró como una de las 25 personas más influyente del mundo de la moda).
Este video es una excelente vía para conocer más de las opiniones de la experta
Antes de ponerse a la defensiva y tomar estas palabras a la ligera, creo que estas declaraciones son una excelente oportunidad para países como los latinoamericanos, que están tratando de configurar un sistema moda armónico e integral. Ello porque Edelkoort realiza un análisis sistémico, al dividir su crítica por sectores, lo que permite realizar diagnósticos e imaginar nuevos horizontes. En el fondo, su mordaz ensayo -presentado en Design Indaba en Cape Town- no sólo golpea los cimientos de la moda, sino también nos recuerdan que algo no está bien en la forma cómo estamos viviendo (no es difícil extrapolarlo con el sistema económico en el que vivimos).
Sin estar de acuerdo con la totalidad de sus dichos, me atrevo a realizar brevemente con ellos una aproximación a la moda de autor latina:
- "Escuelas de diseño = fábricas de divas": uno de los grandes desafíos de las escuelas de diseño latinas es formar a profesionales que entiendan su entorno y se hagan responsables de ello. Es decir, que entiendan que sin el trabajo asociativo y el esfuerzo mancomunicado es imposible crear industria (el individualismo puede ganar portadas, pero no crea las condiciones para desarrollar industria). Además que valoren dentro de su proceso creativo, su identidad local desde una mirada compleja y no cliché, utilizándola como ventaja competitiva y baluarte de la innovación. Al mismo, que incentiven nuevas formas de hacer negocio, sin quedarse pegado en los formatos del siglo XX y utilizando las nuevas herramientas sociales como plataformas de articulación y conexión.
- "Tejidos a precio de huevo": la producción textil que degrada el entorno y a sus trabajadores, no sólo dejo de estar de moda, sino se está convirtiendo en un peligro para los países que la acogen. Los participantes de los centros de producción del "Tercer Mundo" están comenzando a tomar conciencia de sus derechos y no están dispuestos a retroceder en el camino que han emprendido. Ello supone el fin de la ropa barata, la relocalización de ciertos procesos y la revalorización del artesano. La moda de autor latina tiene un gran potencial en este sentido, ya que puede convertirse en pionero en la creación de tejidos más sustentables y en el rescate de técnicas artesanales que potencian la cadena de valor.
- "El interés por la moda ha cambiado por el de la ropa": es necesario que en Latinoamérica comencemos a dejar de mirar la moda como simple objeto del vestir y comencemos a analizarla desde una mirada holística, tomando en cuenta su aporte para la economía del país, su valor identitario y de imagen país, sólo por nombras algunas aristas. Si no elevamos el nivel de la discusión no lograremos crear marcas que se salgan del círculo de los desechable y ofrezcan relato y nuevas praxis.
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Foto: Garments for the grave de Pia Interlandi |
- "Los desfiles show ridículos": hace rato que le doy vuelta a la necesidad de aprovechar las nuevas formas de consumo para innovar en la forma de presentar las colecciones. Tengo la certeza que en el caso de la moda de autor latina, los desfiles no siempre son el camino, que hay que comenzar a pensar en función de los nichos de mercado y no quedarse pegado en formatos que quizás no funcionan para nuestras marcas.
¿Leíste el manifiesto de Li Edelkoort? ¿cuán de acuerdo estás con sus dichos? ¿cómo crees que deben recibir estas palabras la incipiente industria latina?
(Foto principal: Terry Richardson para Vogue París / Fuente: Fashionising)
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