[LEY DE TALLAS] ¿Has ido a comprar un pantalón en una multitienda y la talla que siempre has usado, ya no te entra o te queda enorme? Te aseguro que más de algunx dirá que sí e incluso -quizás- se culpará por ello. Pero la verdad es que la culpa no es de tuya, sino de las marcas. De hecho, la recurrencia de esta situación ha minado la autoestima de muchas personas -sobre todo mujeres-, impidiéndoles ejercer un derecho humano básico: vestirse. Por lo mismo, el inicio de la tramitación del proyecto de ley para la creación de un sistema único de identificación de tallas de vestuario (boletín 14812-03) de autoría de la diputada Gael Yeomans con el apoyo de la comunicadora y activista, Antonia Larraín no solo resulta una buena noticia para lxs usuarixs del vestir (es decir todxs!), sino también para una industria de la moda que aspira a ser más inclusiva y sostenible. Hoy te explicaré los alcances de esta iniciativa legal.
La ropa puede ser un excelente medio para expresar quiénes somos y cómo queremos que los demás nos vean, así también para reflejar nuestros valores y mirada de mundo. Por lo mismo, muchas veces he repetido que vestir es un acto político, que hace rato dejó de ser indiferente.
Sin embargo, la realidad en Chile es que no todas las personas pueden vestirse como quieren, debido a que no encuentran las tallas que necesitan y cuando por fin logran dar con alguna de ellas, se dan cuenta que el "número" no cumple con las medidas esperables.
Esta violencia simbólica que ha ejercido la moda por años, sobre todo hacia las mujeres, ha minado nuestra autoestima y también ha contribuido al incremento de los trastornos alimenticios. Por lo mismo, un sistema único de tallas como lo propone el proyecto de ley de la diputada Gael Yeomans junto a nuestra querida Anto Larraín, no sólo nos ayudaría a reconciliarnos con el espejo, sino también aportaría a que la industria de la moda pudiera ampliar sus referentes y llegar a nuevos públicos, disminuyendo incluso su huella ambiental.
En ese sentido, tal como ocurrió con la iniciativa de Líder de hacer un estudio antropométrico para corregir su tallaje, una acción de carácter nacional nos ayudaría a entender mejor cuál es el cuerpo de lxs chilenxs y así producir ropa que pueda llegar al público que la necesita, evitando el exceso de stock con las consecuencias ambientales que ello supone (ej: los vertederos clandestinos del Alto Hospicio).
Parte de estos argumentos son esbozados en la moción parlamentaria con el fin de lograr, previo estudio antropométrico, una etiqueta que permita homologar las tallas de todas las marcas nacionales y extranjeras que pisen suelo chileno. De esa manera, independiente del número o letra que posea la ropa importada, tendrá otra etiqueta que te guiará señalando a qué corresponde de acuerdo a las medidas nacionales.
El proyecto de ley propone la creación de un sistema único de identificación de tallas de indumentaria, cuyo reglamento se hará en conjunto con el Ministerio de Economía y el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. En él encontraremos los números de tallas de la ropa con las medidas exactas, tanto para la población masculina como femenina.
En esa línea, tal como te señalaba anteriormente, la talla real se visualizará en la prenda a través de una etiqueta clara y detallada. "Los establecimientos de comercio tendrán la obligación de exhibir en un cartel de tamaño mínimo de 15 por 21 centímetros en un lugar de fácil observación, que contenga la tabla de medidas corporales normalizadas", afirma.
¿Pero cómo se materializará esta medida? La implementación de la ley no puede ser de un día para otro, por lo mismo, la moción propone artículos transitorios, que permitirán que su aplicación sea escalonada, una vez que se realice un estudio antropométrico con la colaboración de universidades y centros de estudios.
Para que se hagan una idea, un estudio de esta índole supone la medición del cuerpo de una muestra representativa de la población chilena mediante criterios de edad (desde los 12 años) y sexo, el que deberá llevarse a cabo en un plazo de un año aprobada la ley.
Con los resultados en mano, los ministerios antes aludidos tendrán 3 meses para redactar el reglamento.
Luego, la tallas de indumentaria, que no coincidan con las medidas oficiales deberán sumarse al nuevo sistema, adhiriendo a la talla más próxima. Es decir, si la actual XL realmente coincide más con las medidas homologadas de la L, debería decir L, no XL.
Las grandes marcas tendrán 6 meses para implementar esta nueva métrica y las más pequeñas (ventas menores de 25.000 UF), 1 año.
Si bien, en un primer momento tendremos, probablemente, dos etiquetas en una prenda. Luego, todo el vestuario que se haga en Chile deberá homologarse a las medidas establecidas en el reglamento.
Entonces ¿cuándo contaremos con la ley de tallas? Para no generar falsas expectativas, tienes que considerar que el proyecto acaba de iniciar su primer trámite legislativo (el miércoles 26 se dio cuenta de él en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputadas y Diputados), sin embargo, por el momento no tiene urgencia, por lo que su velocidad de avance dependerá tanto del compromiso de Ejecutivo como de quién sea el presidentx de la Comisión de Economía en la próxima legislatura que parte en marzo.
En ese sentido, la presión ciudadana será fundamental no sólo para acelerar su tramitación, sino también para concitar los apoyos de todos los sectores, y sumar expertxs que puedan asistir a la Comisión y apoyar en su perfeccionamiento.
En febrero se produce el receso legislativo, pero en marzo debemos organizarnos y tal como nos motiva Anto en su #TallasparaTodes, enarbolar ese hashtag + #leydetallasahora en redes sociales y etiquetar a lxs parlamentarixs de tu distrito para que conozcan la iniciativa y se comprometan con ella.
¿Te sumas?
Razones para una ley de tallas en Chile
La ropa puede ser un excelente medio para expresar quiénes somos y cómo queremos que los demás nos vean, así también para reflejar nuestros valores y mirada de mundo. Por lo mismo, muchas veces he repetido que vestir es un acto político, que hace rato dejó de ser indiferente.
Sin embargo, la realidad en Chile es que no todas las personas pueden vestirse como quieren, debido a que no encuentran las tallas que necesitan y cuando por fin logran dar con alguna de ellas, se dan cuenta que el "número" no cumple con las medidas esperables.
Esta violencia simbólica que ha ejercido la moda por años, sobre todo hacia las mujeres, ha minado nuestra autoestima y también ha contribuido al incremento de los trastornos alimenticios. Por lo mismo, un sistema único de tallas como lo propone el proyecto de ley de la diputada Gael Yeomans junto a nuestra querida Anto Larraín, no sólo nos ayudaría a reconciliarnos con el espejo, sino también aportaría a que la industria de la moda pudiera ampliar sus referentes y llegar a nuevos públicos, disminuyendo incluso su huella ambiental.
En ese sentido, tal como ocurrió con la iniciativa de Líder de hacer un estudio antropométrico para corregir su tallaje, una acción de carácter nacional nos ayudaría a entender mejor cuál es el cuerpo de lxs chilenxs y así producir ropa que pueda llegar al público que la necesita, evitando el exceso de stock con las consecuencias ambientales que ello supone (ej: los vertederos clandestinos del Alto Hospicio).
Parte de estos argumentos son esbozados en la moción parlamentaria con el fin de lograr, previo estudio antropométrico, una etiqueta que permita homologar las tallas de todas las marcas nacionales y extranjeras que pisen suelo chileno. De esa manera, independiente del número o letra que posea la ropa importada, tendrá otra etiqueta que te guiará señalando a qué corresponde de acuerdo a las medidas nacionales.
Los detalles de la ley de tallas chilenas
El proyecto de ley propone la creación de un sistema único de identificación de tallas de indumentaria, cuyo reglamento se hará en conjunto con el Ministerio de Economía y el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género. En él encontraremos los números de tallas de la ropa con las medidas exactas, tanto para la población masculina como femenina.
En esa línea, tal como te señalaba anteriormente, la talla real se visualizará en la prenda a través de una etiqueta clara y detallada. "Los establecimientos de comercio tendrán la obligación de exhibir en un cartel de tamaño mínimo de 15 por 21 centímetros en un lugar de fácil observación, que contenga la tabla de medidas corporales normalizadas", afirma.
¿Pero cómo se materializará esta medida? La implementación de la ley no puede ser de un día para otro, por lo mismo, la moción propone artículos transitorios, que permitirán que su aplicación sea escalonada, una vez que se realice un estudio antropométrico con la colaboración de universidades y centros de estudios.
Para que se hagan una idea, un estudio de esta índole supone la medición del cuerpo de una muestra representativa de la población chilena mediante criterios de edad (desde los 12 años) y sexo, el que deberá llevarse a cabo en un plazo de un año aprobada la ley.
Con los resultados en mano, los ministerios antes aludidos tendrán 3 meses para redactar el reglamento.
Luego, la tallas de indumentaria, que no coincidan con las medidas oficiales deberán sumarse al nuevo sistema, adhiriendo a la talla más próxima. Es decir, si la actual XL realmente coincide más con las medidas homologadas de la L, debería decir L, no XL.
Las grandes marcas tendrán 6 meses para implementar esta nueva métrica y las más pequeñas (ventas menores de 25.000 UF), 1 año.
Si bien, en un primer momento tendremos, probablemente, dos etiquetas en una prenda. Luego, todo el vestuario que se haga en Chile deberá homologarse a las medidas establecidas en el reglamento.
Entonces ¿cuándo contaremos con la ley de tallas? Para no generar falsas expectativas, tienes que considerar que el proyecto acaba de iniciar su primer trámite legislativo (el miércoles 26 se dio cuenta de él en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputadas y Diputados), sin embargo, por el momento no tiene urgencia, por lo que su velocidad de avance dependerá tanto del compromiso de Ejecutivo como de quién sea el presidentx de la Comisión de Economía en la próxima legislatura que parte en marzo.
En ese sentido, la presión ciudadana será fundamental no sólo para acelerar su tramitación, sino también para concitar los apoyos de todos los sectores, y sumar expertxs que puedan asistir a la Comisión y apoyar en su perfeccionamiento.
En febrero se produce el receso legislativo, pero en marzo debemos organizarnos y tal como nos motiva Anto en su #TallasparaTodes, enarbolar ese hashtag + #leydetallasahora en redes sociales y etiquetar a lxs parlamentarixs de tu distrito para que conozcan la iniciativa y se comprometan con ella.
¿Te sumas?
¿Dónde seguir la tramitación del proyecto de ley? En el sitio web de tramitación legislativa del Senado (que es más amigable que el de la Cámara)
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