(Por Sr. Gonzalez & Lontano) Una de las cosas que hemos aprendido, desde que colaboramos con Quinta Trends, es que el mundo de la moda es más que seguir las tendencias o una buena editorial en
una revista de papel couche. Y ciertamente es más que un desfile. Este blog nos ha
hablado del uso conciente de las prendas, del diseño sustentable, la moda slow, del
diseño de autor, de crear una identidad, y además de que la moda puede ser un negocio si
todos los actores apuntamos hacia un mismo objetivo común. A propósito del Santiago Fashion Week (SFW), que acaba de pasar, le damos vuelta a este último punto.
El evento Santiago Fashion Week 2015 nos hizo pensar en la necesidad de que se realice una verdadera “semana de la moda”, más que un evento particular que lleve ese nombre. Si bien la farándula o el show son aspectos que vienen naturalmente con lo fashion, el origen y motivo de las semanas de la moda es el negocio, con el fin de acercar los diseñadores a los grandes compradores y desde ahí, al comercio detallista. Inclusive, si revisamos la historia, una de las primeras semanas de la moda fue en Nueva York en 1943, con un evento cerrado solo para periodistas y que llevó por nombre Press Week (Semana de la Prensa).
En las “semanas de la moda” asisten compradores de grandes tiendas, periodistas de revistas de moda, los medios de comunicación, y fashion bloggers. Es decir, por un lado los que hacen el negocio y por otro lado los que lo promueven. Tuvimos la oportunidad de asistir al Mercedes Benz Fashion Week de Nueva York y nos sorprendió la cantidad de eventos paralelos, fashion shows exclusivos, charlas, seminarios de discusión de temas de innovación, nuevos materiales, etc. Instancias donde tanto la prensa y las empresas analizan y conocen nuevos mercados, en donde el análisis de la oferta y demanda es el norte. Y si bien es cierto el evento principal estaba organizado por un privado (lo auspiciaba hasta el 2014, Mercedes Benz, si, la marca de automóviles), existe toda una maquinaria que funciona bajo un mismo objetivo: el negocio. Y a gran escala.
Es cierto que, tal como lo señala Sofía en su libro “Relatos de Moda”, en nuestro país no existe un “sistema moda”, la ausencia de políticas publicas estatales en relación a la moda nacional es un gran déficit que hace que ya pensar en esta columna tenga un gran handicap. Pero no todo es malo. Inclusive somos re positivos con lo que vemos. Creemos que tenemos en la moda nacional una base de diseñadores que están mostrando un crecimiento exponencial, en cuanto a diseño propiamente tal, confección y, por qué no, show con entretención, tal como lo hizo Paulo Méndez la semana pasada (foto abajo).
Hoy, ciertamente una semana de la moda puede incluir eventos para celebridades, alfombras rojas, espectáculos con desfiles para el ciudadano común, etc. Pero estas instancias debieran ser la guinda de una torta donde la base debe ser algo sólido, que promueva la industria nacional y que genere beneficio para todos.
Y hay una externalidad que suele pasar en las semanas de la moda internacionales: aparecen los fashionistas fuera de los eventos. Gente que gusta de la moda, followers de cada sitio trendy, ego bloggers que se pasean luciendo sus regios looks y que asisten solo para ser fotografiados. Vimos unos pocos en el SFW 2015, y ese es un indicador que no estamos haciendo las cosas del todo bien.
Después de esta “semana de la moda” nos preguntamos: ¿cuántos negocios se habrán cerrado durante el SFW? ¿Cuánta gente asistió a las poco difundidas charlas, en comparación de la fiesta de clausura? ¿Qué sentido tenia el sector VIP en todo esto?
El Santiago Fashion Week: ¿y las sinergias del negocio de la moda?
El evento Santiago Fashion Week 2015 nos hizo pensar en la necesidad de que se realice una verdadera “semana de la moda”, más que un evento particular que lleve ese nombre. Si bien la farándula o el show son aspectos que vienen naturalmente con lo fashion, el origen y motivo de las semanas de la moda es el negocio, con el fin de acercar los diseñadores a los grandes compradores y desde ahí, al comercio detallista. Inclusive, si revisamos la historia, una de las primeras semanas de la moda fue en Nueva York en 1943, con un evento cerrado solo para periodistas y que llevó por nombre Press Week (Semana de la Prensa).
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Arriba, Eleanor Lambert publicista de moda y creadora del Press Week. Abajo, una imagen del Press Week de 1943. Fotos por MissMonet |
En las “semanas de la moda” asisten compradores de grandes tiendas, periodistas de revistas de moda, los medios de comunicación, y fashion bloggers. Es decir, por un lado los que hacen el negocio y por otro lado los que lo promueven. Tuvimos la oportunidad de asistir al Mercedes Benz Fashion Week de Nueva York y nos sorprendió la cantidad de eventos paralelos, fashion shows exclusivos, charlas, seminarios de discusión de temas de innovación, nuevos materiales, etc. Instancias donde tanto la prensa y las empresas analizan y conocen nuevos mercados, en donde el análisis de la oferta y demanda es el norte. Y si bien es cierto el evento principal estaba organizado por un privado (lo auspiciaba hasta el 2014, Mercedes Benz, si, la marca de automóviles), existe toda una maquinaria que funciona bajo un mismo objetivo: el negocio. Y a gran escala.
Es cierto que, tal como lo señala Sofía en su libro “Relatos de Moda”, en nuestro país no existe un “sistema moda”, la ausencia de políticas publicas estatales en relación a la moda nacional es un gran déficit que hace que ya pensar en esta columna tenga un gran handicap. Pero no todo es malo. Inclusive somos re positivos con lo que vemos. Creemos que tenemos en la moda nacional una base de diseñadores que están mostrando un crecimiento exponencial, en cuanto a diseño propiamente tal, confección y, por qué no, show con entretención, tal como lo hizo Paulo Méndez la semana pasada (foto abajo).
Hoy, ciertamente una semana de la moda puede incluir eventos para celebridades, alfombras rojas, espectáculos con desfiles para el ciudadano común, etc. Pero estas instancias debieran ser la guinda de una torta donde la base debe ser algo sólido, que promueva la industria nacional y que genere beneficio para todos.
Y hay una externalidad que suele pasar en las semanas de la moda internacionales: aparecen los fashionistas fuera de los eventos. Gente que gusta de la moda, followers de cada sitio trendy, ego bloggers que se pasean luciendo sus regios looks y que asisten solo para ser fotografiados. Vimos unos pocos en el SFW 2015, y ese es un indicador que no estamos haciendo las cosas del todo bien.
"Fashionistas" en el New York Fashion Week (arriba y abajo). Nótese que son la misma pareja en distintas actividades de la semana de la moda |
Después de esta “semana de la moda” nos preguntamos: ¿cuántos negocios se habrán cerrado durante el SFW? ¿Cuánta gente asistió a las poco difundidas charlas, en comparación de la fiesta de clausura? ¿Qué sentido tenia el sector VIP en todo esto?
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